Robledo cruzó duro a Baraybar
Domingo 21 de enero 2024

Robledo cruzó duro a Baraybar

Redacción 25/08/2014 - 02.08.hs

Le reprochó que dejó deudas impagas y que tuvo que hacerle frente con dinero de su bolsillo. Antes, el socialista Di Liscia había sugerido que desde una banca oficialista se había cambiado un voto por un nombramiento.
La presidenta del Concejo Deliberante, Liliana Robledo, afirmó el jueves que tuvo que pagar de su bolsillo algunas cuentas impagas que quedaron en la presidencia del Concejo Deliberante, contraídas durante la gestión de Angel Baraybar.
La acusación, que el viceintendente no respondió, se produjo durante el acalorado debate del jueves sobre el boleto gratuito estudiantil, aprobado por mayoría, con los votos del Frepam, el radical independiente Mariano Salomón y las justicialistas disidentes Fabiana Ballejos y Robledo.
Los ediles del oficialismo, a través de Elizabet Taboada intentaban meter ruido en torno a la discusión sobre si las arcas comunales podían o no solventar un subsidio del 100% a la tarifa de los escolares, permitiéndoles viajar sin costo en micro.

 

Sacar de las dietas.
La estrategia de los alfiles larrañaguistas había sido condicionar el apoyo al boleto gratuito a que se añadiera una cláusula donde se obligara a los concejales a aportar 5.000 pesos mensuales, a descontar de sus dietas, para colaborar con el Ejecutivo en la subvención del 100% de los pasajes de los estudiantes de todos los niveles.
A partir de esa propuesta, desde el Frepam sacaron artillería de todo tipo. Guillermo Di Liscia dijo que la única intención del PJ era desviar el debate y afirmó que algunos concejales, aún si trabajaran gratis, eran caros. Incluso deslizó que alguno de los ediles oficialistas podría haber cambiado un voto por un contrato para un familiar.
Cuelle pidió que no los corrieran por izquierda y propuso añadir también un aporte de 5.000 pesos mensuales a descontar de los sueldos de los 80 funcionarios. Más calmo, Félix Villatoro planteó que la propuesta de Taboada era meramente demagógica y que no estaba de acuerdo conque ni concejales ni funcionarios hicieran ese tipo de aportes extrapresupuestarios.
Para ese entonces, Baraybar ya había pedido la palabra en un par de oportunidades y en ambas había sido para defender la propuesta de la donación de los concejales.

 

Cuentas pendientes.
Robledo bajó a su banca para argumentar el voto a favor de la iniciativa impulsada por el Frepam. Habló de la baja incidencia que el monto total anual para cubrir el subsidio -lo estimó en 3 millones de pesos- era ínfimo, tratándose de un municipio con un presupuesto de 500 millones. Pidió fijar prioridades y para el final dejó la estocada para Baraybar: "Si se trata de poner plata de mi bolsillo, yo no tengo problemas, ya lo hice para pagar cuentas que quedaron (pendientes) de la gestión anterior".
Cuando terminó la sesión, ante una consulta de este diario, la edila ratificó lo dicho pero sin brindar mayores precisiones. La sensación entre varios concejales fue que Baraybar no respondió porque no escuchó ese tramo de la argumentación de Robledo.

 


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