Se quitó la vida un represor
Viernes 10 de noviembre 2023

Se quitó la vida un represor

Redacción 24/02/2015 - 01.27.hs

El ex suboficial estaba con prisión domiciliaria en el marco de la causa "Subzona 14 II". Se mató una hora después de que falleciera su esposa que estaba enferma. Había confesado su participación en detenciones durante la dictadura.
El ex suboficial René Rubén Giménez, alias "Chaleco", de 75 años, uno de los policías señalados de haber participado en secuestros y torturas en el marco de la Subzona 14 durante la dictadura militar, se quitó la vida el domingo al mediodía. Fuentes policiales de la Seccional Segunda indicaron que el hombre fue encontrado ahorcado con una soga en una de las habitaciones en su vivienda de la calle Malvinas Argentinas al 300, en Villa del Busto. La drástica decisión habría sido tomada luego que a las 11 falleciera su esposa, Dora Fortuna, de 73 años, tras una larga enfermedad. Al cuerpo de Giménez lo encontró un hijo luego de que fuera a hacer los trámites por la defunción de su madre. Las fuentes policiales indicaron que el hombre le había prometido a su esposa que iba a tomar esa decisión y dejó una carta pidiendo perdón a sus familiares.

 

Detenido.
Giménez había sido detenido en agosto de 2012 en el marco de la denominada "causa Subzona 14 II" y en septiembre, luego que el juez federal le tomara declaración, se le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria. Los voceros explicaron en ese momento que el magistrado tomó esta decisión por "razones humanitarias" al tener el acusado su esposa en grave estado. Había quedado procesado por secuestros, torturas, asociación ilícita y genocidio junto a una veintena de ex oficiales del Ejército y la Policía provincial.
Ahora en el Juzgado Federal de Santa Rosa se declararía la extinción de la acción penal ante la muerte del imputado, una vez que llegue a esos tribunales la partida de fallecimiento.
Giménez fue suboficial de la Policía provincial durante la dictadura militar. Uno de sus destinos fue la Seccional Primera de Santa Rosa, el principal centro clandestino de detención que funcionó en La Pampa durante los años del terrorismo de Estado.
En 1984, cuando el gobierno provincial comenzó el sumario administrativo para determinar la responsabilidad de los policías que habían actuado en la represión ilegal, fue mencionado por varios testigos de haber participado en las detenciones. Celadoras de la Seccional Primera testificaron por entonces que el uniformado trasladaba a detenidas políticas a la planta alta donde se las torturaba.

 

Confesión.
Sin embargo, Giménez -que fue policía entre 1960 y 1983- finalmente no estuvo entre quienes fueron procesados en un primer momento por la Justicia, la mayoría oficiales. De esta manera, en 2003 cuando se reabrió la causa de la Subzona 14 cuando se anularon las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, no estuvo entre los detenidos y luego juzgados y condenados en el histórico juicio de 2010.
En ese debate, el ex suboficial fue señalado de haber participado en las detenciones ilegales. También declaró como testigo. Ante el tribunal, Giménez relató su participación en el operativo armado que copó Jacinto Arauz en el que se detuvo, en junio de 1976, a varios docentes del Instituto Secundario "José Ingenieros" y vecinos.
Sin que mediaran preguntas, el testigo aseguró que integró el operativo, aunque aclaró que en ningún momento le informaron dónde iban y a qué. Narró que cuando llegaron, los vehículos se detuvieron en el Puesto Caminero, donde se reorganizaron para el ingreso al pueblo. "Yo integré una comisión donde iba (el comisario Roberto) Fiorucci. Fuimos a un colegio, yo llevaba una Itaca. Fiorucci me pidió que me hiciera cargo de una detención", recordó.
Ya en el edificio, un empleado le señaló el aula. "Me asomé y vi un profesor escribiendo en el pizarrón. Fiorucci me dijo que era peligroso. Ingresé con el arma, caminé tres pasos y estaba detrás de él. Lo puse contra el pizarrón, lo requisé con una mano y lo saqué. Después me lo sacaron y se lo llevaron por el pasillo. Yo lo detuve a Guillermo Quartocci. Yo recibí y cumplí una orden de un superior policial", sentenció.

 


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