Jueves 11 de abril 2024

Veinte años de prisión para Turrión

Redacción 27/08/2014 - 04.12.hs
Los jueces Carlos Alberto Mattei, Daniel Sáez Zamora y María Florencia Maza consideraron probado que fue José Antonio Turrión quien mató de un disparo a Cristian Turrión, su propio hermano, y lo condenaron a 20 años de prisión. El tribunal aplicó la figura de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego pero descartó la de alevosía, un pedido que había formulado la Fiscalía por entender que el disparo se había producido desde atrás y sin que la víctima tuviera oportunidad de defenderse. Para los jueces, el joven evidenció un "total desprecio por la vida ajena".
La sentencia contra José Antonio Turrión se conoció ayer al mediodía en la Ciudad Judicial. Fue un trámite administrativo, ya que al no presentarse ninguna de las partes, la lectura del fallo se realizó exclusivamente para miembros de la prensa. Sin que todavía aparezca con claridad cuál fue el motivo por el cual José Antonio Turrión disparó desde corta distancia y por la espalda a su hermano Cristian, de 36 años, los jueces condenaron al joven bajo la figura de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego. El defensor del acusado, Martín García Ongaro había solicitado su absolución por entender que no existían evidentes elementos de prueba y tampoco un móvil que justificara esa acción de su parte, y en forma subsidiaria la pena mínima del homicidio simple, que son 8 años de prisión.
En su sentencia, el tribunal también resolvió que hasta tanto la condena quede firme, el joven permanecerá con prisión preventiva.
El suceso imputado a José Turrión sucedió el 5 de septiembre de 2013, entre las 5 y las 9, en la cocina de la vivienda ubicada en Chaco 283 de la localidad de Miguel Riglos. El hombre, un trabajador rural, murió por un disparo de arma de fuego que impactó en la parte trasera de la cabeza y le causó su muerte.
Las características del crimen indican que no hubo violencia previa y que posiblemente la persona que disparó contra él había estado dentro de la vivienda. Esa madrugada, Turrión tenía planeado viajar a Córdoba a buscar la fumigadora que había comprado con su hermano José con la cual pensaban encarar un emprendimiento propio.
El representante del Ministerio Público Fiscal, el fiscal Carlos Ordas, había solicitado una condena de homicidio calificado por alevosía por entender que José Antonio Turrión efectuó el disparo de tal manera que se aseguró que la víctima no tuviera posibilidad de defenderse o repeler el ataque. Ordas había solicitado 25 años de prisión.

Sin arrepentimiento.
Al justificar la acusación, los jueces merituaron los elementos a favor y en contra del acusado. A su favor señalaron su juventud, el hecho de que siempre desarrolló actividad laboral en el campo con la cual se consiguió su sustento, y la falta de antecedentes penales y de situaciones de conflicto.
En su contra merituaron el vínculo directo con la víctima, lo que justifica un "mayor reproche a su conducta", máxime por el desinterés manifestado por el muchacho hacia el dolor que causaría a su entorno familiar. Para los magistrados, José Antonio Turrión evidenció "un total desprecio por la vida ajena".
Los jueces también consideraron en su contra la preocupación de Cristian por su hermano menor al punto de iniciar un emprendimiento productivo -habían comprado una fumigadora juntos- para que el muchacho "se pudiera independizar económicamente", según el fallo.
Otros elementos sopesados en la sentencia fueron el daño sobre el hijo de Cristian Turrión, un niño que "en el transcurrir de su vida se verá impedido del afecto, acompañamiento y sustento de su padre", y sobre los padres de ambos, que difícilmente podrán superar una situación como la que están viviendo: su hijo mayor asesinado por su hijo menor.
Sobre la actitud mostrada por el ahora condenado antes y durante el juicio, mencionaron su huelga de hambre -que obligó a posponer el inicio de las audiencias públicas- y la "total indiferencia respecto de la imputación que lo llevó a juicio, actitud que ha mantenido y sin ningún síntoma de arrepentimiento o congoja".

 

Un móvil aún no dilucidado
El motivo por el cual José Antonio Turrión mató con frialdad y por la espalda a su hermano Cristian Turrión sigue sin aparecer. En su sentencia, los jueces no avanzaron sobre el tema, evidenciando que para ellos tampoco hay claridad al respecto. Dos hipótesis principales surgieron durante los testimonios. Una de ellas, una posible discusión por el dinero que uno de los hermanos había comprometido para la fumigadora pero que a la postre no tenía, y la otra, una cuestión sentimental vinculada al hecho de que Cristian había tenido relaciones sexuales al menos en dos oportunidades con la joven novia de su propio hermano.

 


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