Martes 16 de abril 2024

Alpargatas cerró su planta en La Pampa y echó a 130 obreros

Redacción 25/09/2018 - 01.10.hs

Luego de 34 años de intenso trabajo la fábrica de calzados Alpargatas (ex Calzar) cerró sus puertas y echó a 132 trabajadores. La noticia fue confirmada ayer por el secretario general de la Asociación Obrera Textil en La Pampa, Nerio Medina. La firma, que en el año 1991 llegó a tener 1.300 empleados, comunicó a las 9.30 horas de la mañana que presentó una "situación de crisis" y que las empresas de Catamarca y La Pampa estaban afectados en el despido total.
"La planta cerró definitivamente y avisaron que los telegramas iban a estar llegando entre hoy -por ayer- y el miércoles; y que en el cuarto día hábil iba a estar llegando la indemnización completa de cada trabajador". En el año 2015, la firma tenía 400 empleados y fue desmantelada lentamente, al punto tal de cerrar. En marzo, habían desafectado a 73 trabajadores. "Tenemos una tristeza enorme", lamentó Medina.
En el país solo quedaron abiertas las plantas de Tucumán, Bella Vista -ambas con un recorte importante de personal- y Florencio Varela (que podría correr la misma suerte que La Pampa).

 

Desmantelada.
Los empleados llegaron a trabajar el lunes de manera normal, como cada día. Pasadas las 9 de la mañana, fueron avisados sobre la mala noticia. A partir de allí uno por uno fueron retirándose del lugar. Algunos con lágrimas en sus ojos y tantos otros con la cabeza gacha y hasta con insultos al aire dirigidos al Ejecutivo nacional.
La decisión no discriminó a nadie. Echaron a todos. Desde los gerentes, administrativos, contadores, médicos de la planta, jefes de sectores, supervisores; todos. Sólo quedarán dos o tres integrantes del sector administrativo para que aquellos que quieran retirar recibos de sueldo y demás documentos puedan hacerlo en un tiempo no mayor a los dos meses. Después no quedará nada, será desmantelada completamente.
En este sentido, y tras conocerse la novedad, Medina dialogó con los medios locales y reconoció que la decisión se había tomado "el pasado jueves" en una reunión llevada a cabo en Buenos Aires: "la planta lo quería hacer efectivo el 30 de septiembre, pero hice hincapié en que no se dilatara más y que se comunique a los compañeros porque no se les puede estar mintiendo a ellos que han dado todo por la empresa y que tienen (tenemos) sentido de pertenencia".

 

Políticas de Macri.
La semana pasada la firma vendió su marca (Topper) a un empresario brasileño, Carlos Wizard Martins. Pero ese no es el único fundamento para que Alpargatas decidiera echar en forma despiadada a 132 personas que contaban -en muchos casos- hasta con 30 años de antigüedad y que crecieron junto a la empresa. Algunos se van con 55 años, otros con 58 y hasta con 60 años. "Es lamentable. Las políticas del Gobierno llevaron a esto", sostuvo el entrevistado.
"Los capitales brasileros que compraron la empresa dicen que no les conviene trabajar con capitales argentinos porque 'da pérdida'. Es el principal argumento que dio Alpargatas el jueves en la reunión. Dicen que no les conviene trabajar con la economía argentina", aseguró.
Los trabajadores incluso "sabían" -tras la adquisición hecha por los brasileros- "que la situación era crítica", pese a que la empresa estaba produciendo hasta momentos antes de cerrar.
La empresa podría haberse declarado en quiebra, sin embargo Medina desestimó ello porque "si se declaraba en quiebra se corría el riesgo de hasta que indemnizaran hasta con el 50 por ciento de situación de crisis a los compañeros".

 

Promesa incumplida.
En cuanto a la situación, el gremialista aseguró que el subsecretario de Trabajo de la Provincia, Marcelo Pedehontaá, lo llamó para reunirse. "Me dijo que estaban en conocimiento que la situación era muy crítica. También dijo que Alpargatas incumplió la promesa que le hizo al gobernador (Carlos Verna) de mantener la empresa activa. Y no creo que la Provincia pueda absorber a 130 trabajadores", indicó Medina.

 

-¿Qué van hacer los trabajadores de ahora en más?
-No sé. Yo soy un despedido más. Hay gente con muchos años de antigüedad, otros con menos años. De acá en más lo desconozco. La incertidumbre es muy grande y es muy difícil cuando se dan, en muchos casos, despidos de empleados de 60 años, como en mi caso, o de 48, lo que es muy difícil, no hay apertura laboral para esa edad.

 

"El peor día de mi vida".
Las historias en torno al cierre definitivo de Alpargatas en Santa Rosa se tejen con dolor y se conocen en cada uno de los testimonios de los que sufren el despido. Cerca de las 10 de la mañana se retiraban los últimos empleados que, entre lágrimas, daban una última mirada hacia el interior de la fábrica que estaba ya con el portón de doble hoja de hierro cerrado. "Mañana -por hoy- iba a cumplir 29 años de antigüedad", dijo Teresa Vázquez a LA ARENA. Otra de las mujeres que no encontraba consuelo era María, que llevaba ya 28 años trabajando para la firma, "toda una vida".
Entre los tantísimos casos también está el de Luis, que prácticamente cerró la planta. Tiene 51 años, es nativo de Jujuy, y trabajaba desde hace 31. "Siempre dije que la empresa era mi segunda casa; entre buenos y malos momentos, pero me sentía bien acá", dijo el hombre en diálogo con El Aire de la Mañana (Radio Noticias 99.5). En medio del lamento, el obrero expresó: "Hoy es el peor día de mi vida, todavía no caigo".
En este sentido recordó que le dieron la noticia de su despido a media mañana de ayer: "entramos a las 6, como siempre, me dijeron que cerró la planta de Catamarca y a las 9.30 vino el delegado gremial, nos juntó a todos, y nos dijo que estábamos todos despedidos", rememoró y afirmó que nunca se imaginó recibir una noticia como esa. "Con la compra de este accionista de Brasil, teníamos una esperanza, pero algo no cerraba", sostuvo. A modo de cierre Luis dijo: "no responsabilizo a la empresa sino al Gobierno nacional, esto es responsabilidad de ellos".

 

"Medidas urgentes".
Los legisladores provinciales del PJ manifestaron su preocupación por el cierre definitivo de la fábrica y expresaron "profundo pesar" por la pérdida de la fuente de trabajo de las 132 personas cesanteadas. Resolvieron "comunicar al Poder Ejecutivo Nacional, a los senadores que respectivamente representan al pueblo y a la provincia de La Pampa al efecto de solicitar que se tomen medidas urgentes para revertir la decisión de la empresa y generar la herramientas de contención necesarias para con los trabajadores".

 

Una multitud marchó en Santa Rosa.
El paro de 36 horas, convocado por la CTA Autónoma, la CTA de los trabajadores y la CGT, se hizo sentir fuerte en Santa Rosa desde el mediodía de ayer, cuando una multitud marchó por las calles de la capital provincial para manifestar su repudio a las políticas del Gobierno nacional. La movilización se dio momentos después de que 132 trabajadores fueran despedidos de la fábrica de calzados Alpargatas. Algunos de esos obreros ya desocupados encabezaron -por momentos- la marcha que se extendió desde el centro capitalino hasta el Centro Cívico y que contó también con la presencia de trabajadores despedidos de la agencia de noticias Télam y de Agricultura Familiar. Los empleados estatales pudieron retirarse de sus puestos de trabajo para acompañar la movilización.
Diversas agrupaciones políticas, gremiosy movimientos sociales se agruparon frente al municipio, en avenida San Martín, para expresar su repudio a las medidas económicas, a los tarifazos que "ahorcan a los trabajadores" y a los despidos. Con banderas, bombos y pancartas, los manifestantes iniciaron la movilización en dirección al edificio de la Unión Cívica Radical (UCR) en calle Pellegrini al 534. Allí detuvieron su marcha para recordarle a los representantes de dicho partido a nivel nacional (los legisladores Juan Carlos Marino, Daniel Kroneberger y Martín Maquieyra) que "no voten a favor del presupuesto del Fondo Monetario Internacional". Tras el reclamo, la columna -que alcanzó unas siete cuadras de largo-, recorrió el centro de Santa Rosa hasta llegar a Casa de Gobierno.

 

Rechazo.
En medio de la movilización, una voz cantante leyó ante todos un comunicado que dejó claro que "los trabajadores pampeanos representados por el paro general, rechazamos el acuerdo con el FMI, porque nos afecta de manera catastrófica y perjudica el ingreso económico, las fuentes de trabajo están afectadas y todo está peor. Esto es una crisis alarmante".
En este sentido expresaron su enojo ante "la imposición y los aprietes a las autoridades de las provincias y los gremios; la disolución del Ministerio de Trabajo, que evidencia la intención de no darle importancia a los trabajadores. Lo mismo con el Ministerio de Educación, que fue degradado; y el incremento de tarifas que afectan a las familias pampeanas".
Sin embargo "no todo está perdido en La Pampa" -argumentaron- y sostuvieron que "aún quedan legisladores comprometidos en defender los intereses de quienes los necesitan" a diferencia de aquellos que están a favor de "la precarización laboral, el incremento de los despidos, la división de clases y de los que especulan en la bicicleta financiera". De esta manera expresaron que "estamos en estado de alerta y movilización".

 

Emotivo.
En un momento la movilización se detuvo y se le dio intervención al secretario general de la Asociación de Obreros Textiles de La Pampa, Nerio Medina, que con lágrimas en los ojos, al igual que sus compañeros despedidos y otros que se acercaron a consolarlos, expresó su malestar por el cierre de Alpargatas y refutó que todo era producto "de las malas políticas implementadas por Macri". Luego de ello, los obreros cesanteados se fundieron en un emotivo abrazo.
La concentración continuó hasta llegar a la Casa de Gobierno, en donde un representante de Agricultura Familiar tomó la palabra y expresó que "nadie puede darnos explicaciones de porqué esta oficina está cerrada hoy. Está vacía, y nadie responde nada. Destruyeron todas las instituciones del Estado y nos despiden como perros. Fueron 560 los despidos en Agricultura Familiar y el único culpable es el Gobierno nacional", concluyó.

 

Sin clases, sin bancos, ni transporte.
La medida convocada por las centrales sindicales se sentirá hoy con fuerza en la provincia ya que se espera un alto acatamiento en actividades claves como clases, transporte y bancos. El paro de 36 horas que comenzó ayer al mediodía se extenderá a todo el martes, según habían anunciado la CTA de los trabajadores, CTA autónoma y CGT .
Las centrales emitieron ayer un comunicado donde "rechazan el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional ya que los términos de este, por los ajustes que conllevan afectan y afectarán de manera catastróficas a los trabajadores/as. Estos términos perjudican el ingreso y peligran las fuentes de trabajo de quienes hoy se encuentran empleados/as".
También resaltan que "la crisis en la que se encuentra el país es de niveles alarmantes. ¿Hace falta recordar el gobierno de la alianza, donde los mismos sectores que hoy gobernaban, para ver cómo las mismas políticas ya fracasaron? La degradación de todo lo que sea diálogo abierto, espontáneo, democrático y plural está fuera de los manuales con los que el Gobierno nacional se maneja. Por el contrario, la imposición, los aprietes a las autoridades de las provincias ya sea negociando con algunos que se olvidan que prometieron defender a los trabajadores/as, o limitando los pagos establecidos por ley".
Califican de "vergonzosa" la manera en que se degradan organismos que son de vital importancia. "La disolución del Ministerio de Trabajo muestra claramente que no tienen ni la más mínima intención de dar importancia a los/as trabajadores/as. Del mismo modo que la eliminación del Ministerio de Salud, además de limitar su presupuesto con reducciones que alarman. A esto se suma que al Ministerio de Educación se lo ha degradado en la práctica ya que el mismo ni siquiera es un ámbito donde se discutan todos los temas inherentes a la educación en la paritaria.

 

Capital Federal.
En la previa del paro general de la CGT, las CTA iniciaron ayer su medida de 36 horas con una masiva movilización a la Plaza de Mayo, con el acompañamiento de Camioneros, gremios opositores y movimientos sociales, con un mensaje de "unidad" contra las políticas económicas del gobierno nacional.
El acto, que tuvo diez oradores, comenzó 16.45 tras la llegada a la Plaza de las distintas columnas de manifestantes, con presencia de los sindicatos agrupados en las CTA, docentes partidos políticos de izquierda, intendentes del PJ, diputados nacionales de la oposición, integrantes del Frente Sindical, CTEP, Barrios de Pie y la CCC, entre otros.
El primero en hablar fue el secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, que destacó la coordinación de las medidas de fuerza con la CGT y organizaciones sociales y llamó a "construir un plan de lucha para la emergencia social, educativa y laboral".
Además, cuestionó el viaje oficial de Mauricio Macri a Estados Unidos e ironizó: "El Presidente debe tener las rodillas entumecidas. Mucho tiempo de rodillas es trabajo insalubre".
El secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, también criticó que Macri se encuentre en Estados Unidos "con el FMI y Donald Trump" en coincidencia con el paro nacional de mañana y sostuvo que "alguna vez tiene que escuchar al 70 por ciento de los argentinos que la están pasando mal".
"Esperamos que escuche. Alguna vez tiene que escuchar al 70 por ciento de los argentinos que la está pasando mal", sostuvo Moyano en declaraciones a la prensa tras el acto, que tuvo fuerte presencia de integrantes del sindicato en la movilización, pero sin oradores.

 

Micheli.
Entre los discursos también estuvo el del secretario general de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, que sostuvo que si "con un paro no alcanza", el movimiento obrero deberá "hacer mil paros y mil marchas" para que "se caiga este modelo económico o que estos tipos dejen el Gobierno".
"No es cierto que la única alternativa que tenemos como pueblo es aceptar esta vergüenza y deshonra que tenemos como Gobierno y a FMI", subrayó Micheli, el segundo en tomar el micrófono en la cálida tarde porteña, que arrancó con sol, pero terminó completamente nublada.
El dirigente de la CTA señaló: "Hay que abrir las paritarias, lograr un aumento de emergencia para trabajadores, recuperar la industria nacional y parar los despidos... Nuestro futuro no está en la especulación y en la timba: ése es el futuro de los vagos que nos gobiernan".

 

Palazzo.
También estuvo en el escenario el titular del gremio de Bancarios, Sergio Palazzo, que convocó a "intensificar un plan de lucha por la vía democrática", porque -dijo- los trabajadores no son "golpistas".
"Si son opositores de verdad que se dejen de joder y tomen la decisión de no apoyar el Presupuesto", enfatizó Palazzo, en referencia a la discusión del proyecto en el Congreso.

 

Incidentes.
Varias horas de tensión se vivieron en el Puente Pueyrredón, donde militantes de organizaciones sociales y gremiales se enfrentaron con efectivos de la Prefectura Naval y la Policía Federal que impedían su paso desde Avellaneda hacia la Ciudad de Buenos Aires.
Las organizaciones querían realizar un acto sobre el puente que conecta el centro porteño con el conurbano sur, aunque los uniformados prohibieron el paso de las columnas y, en el medio del forcejeo, utilizaron gases lacrimógenos para frenar la avanzada.
Luego de varias horas de horas de negociaciones y enfrentamientos que no llegaron a mayores, alrededor de las 13.00 las autoridades permitieron a los manifestantes cruzar para participar de la movilización a la Plaza de Mayo convocada por las CTA, aunque acordaron no realizar su acto sobre el puente.
Previamente, las autoridades les habían ofrecido a los representantes de las organizaciones ingresar a la Capital Federal por el Puente Bosch, propuesta que fue rechazada de plano por los manifestantes.
"La columna de los movimientos sociales solo quieren cruzar el Puente Pueyrredón para llegar a Plaza de Mayo, no pretende realizar ningún piquete. Sólo pedimos que la gente pueda cruzar para ejercer su derecho a la protesta", señaló el dirigente Juan Grabois, referente de la CTEP.
De esta marcha participaron militantes del Movimiento Evita, Barrios de Pie, la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular y la Corriente Clasista y Combativa, además de agrupaciones políticas de izquierda.
"Vamos a esperar que Patricia (Bullrich) deje de cortar al puente", había ironizado una hora antes el líder del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, en alusión a la fuerte presencia de efectivos de seguridad sobre el puente.

 

"Hay una gran disconformidad".
El titular del gremio de estatales UPCN, Andrés Rodríguez, confirmó ayer que los reclamos de la CGT al Gobierno nacional con el paro general del martes apuntan a que se reabran las paritarias, suspender los despidos y declarar la emergencia alimentaria, entre otras acciones ante la "parálisis" de la economía.
"La recesión no hay llegado a su punto máximo. En octubre y noviembre va a ser la situación más compleja que se resuelve muchas veces con despidos o suspensiones. Vemos con mucha preocupación la parálisis económica. Se habla de una tasa negativa de crecimiento de 4 por ciento", advirtió Rodríguez.
En declaraciones a FM Milenium, el gremialista señaló que para la CGT la gestión del presidente Mauricio Macri debe "tomar medidas claras" como "paritarias que actualicen la pérdida de poder adquisitivo, un compromiso de protección del empleo y declarar la emergencia alimentaria".
"Hay una disconformidad muy grande en la sociedad argentina y principalmente en sectores del trabajo y desprotegidos porque la economía está parada, está en un estado recesivo", afirmó.
El secretario general de la Unión del Personal Civil de la Nación señaló que "se ha deteriorado totalmente el poder adquisitivo del salario".
"Lo que pretendemos es que esto se vea revertido", advirtió Rodríguez, al confirmar el reclamo por una reapertura de paritarias.
Además, antes del paro general por 24 horas convocado para hoy, el sindicalista aseguró que "si no cambia la realidad esta conflictividad social va a continuar".

 

Divisiones.
La CGT realizará su cuarto paro general durante la gestión de Macri en repudio a la situación económica y social que atraviesa el país, en medio de divisiones entre los sectores más "dialoguistas" y los más "combativos", y que contará con la adhesión de las tres CTA, que arrancarán hoy con su protesta.
Si bien existen coincidencias entre todas las vertientes del sindicalismo en el rechazo a la gestión del Gobierno en el marco de la recesión que vive la Argentina, las diferencias salen a la luz a la hora de definir el nivel de confrontación a seguir ante el Gobierno.
Casi como la interna que atraviesa al peronismo, el gremialismo también se divide entre opositores "dialoguistas" y "duros", donde los primeros buscan seguir manteniendo canales de diálogo con la Casa Rosada y los segundos apuestan a una escalada en conflicto con el oficialismo mediante más protestas y huelgas.
En el bando de los moderados se ubican Héctor Daer, Juan Carlos Schmid, Carlos Acuña, Armando Cavalieri, Rodolfo Daer, Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez y José Luis Lingeri.
Una postura similar siguen Omar Viviani, Sergio Sasia, Julio Piumato, Jorge Sola y Abel Frutos.
En la vereda de enfrente se encuentran, Hugo y Pablo Moyano, Sergio Palazzo, Ricardo Pignanelli, Pablo Biró, Ricardo Cirielli, Omar Plaini, Miguel Ángel Díaz, Leandro Fabre y Horacio Valdez. (NA)

 

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