Miércoles 10 de abril 2024

Charlin: "No hay de qué arrepentirse"

Redacción 21/04/2018 - 01.23.hs

El abogado defensor Francisco Pagani pidió ayer la absolución del ex juez federal José Charlin, acusado de los delitos de abuso de autoridad, amenazas, malversación de fondos públicos y acoso sexual durante su subrogancia de 60 días en el Juzgado Federal de Santa Rosa en 2013, y advirtió que las conductas pudieron ser "socialmente inadecuadas" pero deben ser analizadas en el ámbito del derecho laboral o administrativo, y no en el fuero penal.
Antes de la audiencia, realizada en el Colegio de Abogados de Santa Rosa, el ex magistrado rechazó las acusaciones. "No hay de que arrepentirse", aseguró a la prensa. Durante la jornada, que comenzó a las 9 de la mañana por más de cuatro horas, Charlin se mantuvo tranquilo, libro en mano, y sin las descompensaciones que lo obligaron a abandonar la sala en algunas etapas del juicio.
Ahora, el Tribunal Oral Federa, conformado por Orlando Coscia y Carlos Grosso y Luis Salas, debe emitir la sentencia.
Pagani señaló que el acusado "estaba queriendo generar una reestructuración de la organización, que podemos juzgar como positiva o negativa pero lejos está de constituir una conducta delictiva" y señaló como "excesivo" el pedido de pena de cinco años de prisión y cuatro de inhabilitación para ejercer cargos públicos, que solicitó en otra audiencia la fiscal María Luz Castany.
"Estamos en presencia de conflictos de naturaleza interpersonales y laborales, que también podrían formar parte del derecho administrativo, pero entendemos que no estamos frente a un delito", señaló la defensa, agregando que "no toda anticipación de un mal futuro es una amenaza".

 

"Excesivas".
Pagani también habló de "interpretaciones excesivas" y en reiteradas oportunidades, negó que las amenazas y denuncias de acoso a las empleadas del juzgado se enmarquen en casos de violencia de género. Dijo que "una cosa es un hombre que se monta en cólera, con conductas inadecuadas, y otra es un violento, todos nos ofuscamos en algún momento".
Luego, se refirió al caso de una testigo que mencionó que Charlin habría tomado del cuello a un hombre en Buenos Aires, en horario laboral, por lo que fue trasladado a una dependencia judicial de Lomas de Zamora. "Podríamos estar en presencia de una persona violenta pero no de un misógino", dijo.
Mencionó "la cuantía superior" de personal femenino en el juzgado, por lo que "hay mayor grado de probabilidades de tener problemas con mujeres. Es una cuestión aritmética. No se acreditaron las amenazas ni los delitos de violencia de género", indicó.
Por otro lado, Pagani señaló que el acusado mostró "rasgos enérgicos, masculinos, como los de cualquier hombre", reiteró que los hechos "pueden llegar a tener favorable acogimiento en otras partes del ordenamiento jurídico, pero no en el área penal" ya que "no revisten calidad científica para ser calificados de delictivos".
"Por inadecuada que sea una conducta, no alcanza para pretender enjaular a esta persona", dijo en otro tramo de su alegato, en el que tuvo varias interrupciones. También manifestó que "en la sociedad hay anticipaciones de males que se pueden percibir, pero hay que aprender a tolerar y soportarlos, y eso nos genera daños, angustia, stress, y debemos requerir a asistencia psicológica, pero son riesgos que se aceptan socialmente en pos de nuevos valores y progresos".

 

Absolución.
Charlin, entre otras cuestiones, está acusado de usar fondos de las elecciones 2013 para la compra de un escritorio, sillones, un TV Full HD, un equipo de música, un reproductor de DVD y sanitarios.
Pagani rechazó el planteo acusatorio, afirmando que "el juez tenía multicompetencias, y por más que los jueces sean expertos en leyes, hay cuestiones administrativas que se pueden escapar".
Al justificar el accionar del ex juez, recordó que Charlin fue junto a dos empleados, entre ellos la habilitada electoral Celia Traverso, a un comercio local para comprar parte de esos elementos y agregó: "Entonces estamos hablando que existía una coautoría paralela".
El abogado, en ese sentido, reconoció que existió un cambio de destino de los fondos para las elecciones, pero agregó que no existió un accionar "doloso" por parte del imputado en los gastos. Así, negó las acusaciones por abuso de poder y malversación de caudales públicos, como hizo con el resto de la acusación.

 

Abuso sexual.
Sobre el abuso sexual denunciado por la secretaria penal Iara Silvestre, el defensor dijo, llamativamente, que todo comenzó con un "mal entendido" cuando la víctima le preguntó al ex juez si podía llamarlo por el nombre de pila. "Todavía no se ha prohibido penalmente elogiar a una mujer por sus prendas", comentó Pagani.
Además, indicó que "si se iban a mantener límites tan estrictos formales, no tendría que haberle pedido llamar por su nombre de pila", que hubo "acciones desafortunadas" como "referirse a sus senos" por parte del acusado, y pidió que "se pondere correctamente esa angustia" de la víctima, aclarando que "no había una finalidad libidinosa".
Por otro lado, el abogado manifestó que Silvestre "estando perturbada" asumió el cargo de Charlin, cuando fue desplazado, para quitarle valoración al testimonio.
Pagani también desestimó la rotura de un sillón, al que Charlin pateó, de un picaporte y de la rajadura de un machimbre y cuestionó el debido cuidado que no tuvieron que tener los elementos. En ese caso, ratificó que no hubo delito porque no se afectó la funcionalidad de los elementos.
También se refirió a la amenaza que sufrieron los empleados de la Secretaría Electoral del Juzgado Federal, señalando que Charlin "no podía rescindir los contratos" y reiteró que "esto se puede investigar dentro de la esfera laboral".

 

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