Lunes 22 de abril 2024

Debe transplantarse y pide por asistencia

Redaccion 06/04/2020 - 21.24.hs

A fines de 2017, Saúl Palavecino fue diagnosticado con cáncer en la boca del estómago y ni bien comenzó a tratarse fue despedido de la empresa donde trabajaba, por lo que se quedó sin cobertura médica. Actualmente trabaja en una parrilla y debe afrontar la etapa final del tratamiento. Pide ayuda para que su familia subsista económicamente ya que por la cuarentena, no tienen ingresos.
Según su relato, Palavecino tiene que viajar en lo inmediato a la Ciudad de Buenos Aires para comenzar con un transplante de células madre, etapa final del tratamiento de su cáncer, aunque no lo puede hacer ya que, por la cuarentena, no tiene ingresos para que su familia subsista durante el mes que tiene que estar internado. «La obra social me cubre, pero como la parrilla está cerrada mi patrona no me puede abonar el sueldo y mi pareja y mis dos hijos quedan a la deriva», relató.
Según cuenta, su pareja es ama de casa e intentó tramitar el Ingreso Familiar de Emergencia de $10.000, pero contó que «como yo estoy en blanco, no le corresponde».

 

Linfoma.
«En noviembre de 2017 me detectaron un linfoma en la boca del estómago, luego de haber bajado mucho de peso, y con los estudios listos para comenzar el tratamiento, la empresa donde trabajaba me despidió un mes después, por lo que me quedé sin obra social», recuerda Palavecino en diálogo con LA ARENA.
Ante esa situación fue Salud pública la que se hizo cargo de las sesiones de quimioterapia hasta que en agosto de 2018 comenzó a trabajar como gastronómico en una parrilla de la ciudad, por lo que pudo seguir con el tratamiento mediante la obra social de trabajadores hoteleros y gastronómicos (Osuthgra).
«Yo estuve en Buenos Aires hasta hace unos días pero me pidieron que volviera hasta tanto llegue la medicación de alto costo y pueda hacer el transplante, pero hace unos días me llamó el médico que me atiende para decirme que debería estar allá para empezar con el tratamiento final, que lleva mínimo un mes de internación y aislamiento total», explicó.

 

Juicio.
Además, Palavecino relata que por recomendación de la obra social que le cubrió la primera parte del tratamiento le inició un juicio laboral a la empresa que lo despidió luego un mes después de que se confirmó su diagnostico. «Cuando terminé las quimioterapias me recomendaron que inicie el juicio porque no me podían dejar abandonado en medio del tratamiento. Estoy a la espera de la sentencia del juez porque ya declararon las partes, estamos en la etapa final», afirmó.
Mientras tanto, contó que por estos días vive momentos de preocupación ya que tiene la posibilidad de terminar su tratamiento pero primero debe asegurar «que mi familia va a tener para comer», por lo que pide algún tipo de asistencia económica. Quienes deseen contactarse, su número de celular es 02954 – 15335837.

 

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