Martes 09 de abril 2024

Eduardo "El Chino" Ros, condenado por abuso sexual simple, está prófugo de la justicia

Redacción 18/01/2018 - 00.00.hs

El empresario nocturno santarroseño, Eduardo "El Chino" Ros, condenado por abuso sexual simple, está prófugo de la Justicia y es buscado, de manera intensa, por la Policía pampeana. La información fue confirmada ayer a la tarde por el jefe de la Policía de La Pampa, Roberto Ayala, a LA ARENA.
Ros fue condenado el 23 de septiembre del 2016 por el Tribunal de Audiencia integrado por los jueces Gastón Boulenaz, Carlos Besi y Carlos Mattei. Lo declararon culpable del delito de "Abuso sexual simple con acceso carnal en contexto de violencia de género" en los hechos investigados que ocurrieron el 8 de abril del 2012 en el boliche Babilonia y una vivienda de la calle Escalante al 500 de la capital pampeana. La pena fue de ocho años de prisión.
El 22 de febrero del año pasado, el Tribunal de Impugnación Penal ratificó este fallo en un todo y confirmó la condena para Ros como así también la absolución para Juan Martín Barreras. La sentencia también fue ratificada por la Sala B del Superior Tribunal de Justicia. El 9 de julio se produjo una nueva confirmación de la sentencia con la denegatoria inlímine del recurso extraordinario que presentó su defensa ante la Corte.
"Ros había fijado un domicilio porque estaba en libertad hasta el momento de ser detenido: cuando los efectivos de la Brigada de Investigaciones fueron a esa casa no había nadie", relató Ayala. Y expresó: "Hoy está prófugo y estamos haciendo todo lo posible para encontrarlo". El comisario no quiso deslindar pistas de los posibles lugares donde se sospecha que puede estar el empresario nocturno prófugo de la Justicia.

 

Babilonia.
Ros es un comerciante nacido en Tres Lomas (Buenos Aires). Era dueño del ex boliche Babilonia. Los hechos investigados ocurrieron en las primeras horas del 8 de abril de 2012, en Babilonia y en una vivienda de la calle Escalante al 500 de esta capital.
El tribunal dio por probado que abusó de una menor sin que la víctima diera su consentimiento, agregando que en ese momento "se encontraba disminuida la capacidad de oposición física" de la joven por "la ingesta previa de distintas bebidas alcohólicas, que se produjo mientras permaneció en el boliche, donde luego de la consumición, le fueron suministrados otros tragos, incluso tequila una vez finalizado el horario para el público".
Para fijarle la pena a Ros, los jueces consideraron a su favor "la carencia de antecedentes penales, el desarrollo de actividades laborales para sustentarse, su conducta en el desarrollo del juicio y en haber estado a derecho en todo momento sin tratar de obstaculizar el proceso"; y en su contra "la juventud de la víctima, de una edad ostensiblemente menor a la suya, la nocturnidad y el lugar en que mantuvo previamente contacto con ella, valiéndose de su condición de dueño y conocedor de la noche, autorizando la permanencia en el lugar fuera del horario legal establecido para el público".
También evaluaron negativamente que "cometido el hecho en el interior de su domicilio, al que previamente trasladó a la menor asegurándose el control absoluto de la situación y el daño causado a la víctima y a su grupo familiar".

 

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