Elevan acusación contra Gauna

(General Pico) - La fiscala piquense Ivana Hernández, elevó la acusación contra Enzo Gauna, acusado del femicidio de Valeria Coggiola, perpetrado durante la madrugada del 25 de junio pasado en una vivienda del barrio Molino de esta ciudad. De acuerdo a los tiempos procesales, el debate oral se podría realizar durante los primeros meses del próximo año.
Hernández, de la Fiscalía Temática de Delitos de Género y de Violencia Familiar de esta ciudad, elevó la acusación contra Gauna, por la calificación de Homicidio doblemente agravado por haber sido cometido contra una persona con la que mantuvo una relación de pareja y por mediar violencia de género. A partir de ahora, la defensa del imputado tendrá un breve plazo para revisar la acusación. En caso de no presentar objeciones ni oposiciones, el trámite judicial seguirá su curso. Tras ello, se dictará el auto de apertura y se hará la audiencia del 308, en la cual las partes presentan las pruebas de las que se van a valer en el debate, para acreditar la teoría que tienen del caso. Luego la Oficina Judicial programará el juicio oral y designará a los jueces.
"Se lo acusa por las pruebas que se incorporaron a lo largo de la Investigación Fiscal, que son las declaraciones testimoniales, los análisis de comunicaciones que se hicieron en los teléfonos secuestrados y distintas pruebas genéticas", contó la fiscala a LA ARENA.
La funcionaria judicial además, explicó que en este tipo de hechos, no se puede merituar la pena, y que la única posible que se puede pedir, es la prisión perpetua.

Femicidio.
Coggiola y Gauna se conocían desde octubre del año anterior. Los días previos al hecho discutieron, y el imputado decidió viajar para Pico "para hablar" y ver si continuaban con la relación. El hecho ocurrió entre las 4 y las 5 del martes 25 de junio, en una vivienda de la calle 106, entre 23 y 25, en el Barrio Molino. Al momento del hecho estaban los dos hijos mayores de la víctima, de 13 y 12 años de edad, quienes al despertar a la mañana, encontraron el cuerpo de su madre, tirado en el piso. Gauna había llegado a Pico la mañana anterior y tras matarla de veinte puñaladas, se cambió de ropa y viajó en remís hasta Quemú. Luego abordó otro auto que lo llevó hasta Catriló. En esa localidad fue detenido por la policía y trasladado a Pico. En los allanamientos que se hicieron, se secuestraron tres teléfonos y una bolsa con ropa ensangrentada. Al momento de la detención, se tomó una muestra de una mancha de sangre que tenía en una pierna. El análisis determinó que era sangre de la víctima.
Durante la noche de ese mismo 25 de junio, se le formalizó la Investigación Fiscal Preparatoria por la figura de Homicidio Agravado por la relación de pareja y por el contexto de género. El juez, además le dictó la prisión preventiva hasta la finalización del proceso judicial, ordenó tomar unos testimonios en Cámara Gesell y someter al imputado a un examen mental obligatorio y a un examen antropométrico.

Pruebas.
Gauna no tenía antecedentes penales y tampoco había registros de denuncias radicadas por la mujer, en contra del imputado, por hechos de violencia de género.
Desde el primer momento de la investigación, el fiscal general Armando Agüero, subrayó que se estaba "claramente ante un femicidio", dada la existencia "una relación entre ellos que ha sido determinante para que le diera muerte".
La autopsia determinó que recibió veinte puñaladas y además arrojó datos de las posiciones en las que recibió estas heridas.
Diez días después del hecho, el juez Gilardenghi, ordenó la apertura de tres teléfonos celulares, uno de los cuales pertenecía a la víctima; y el análisis de material biológico que fue hallado en las distintas prendas de vestir secuestradas en los allanamientos.
El día del hecho, el imputado se negó a declarar en sede Fiscal. Sin embargo, hace poco menos de un mes, en una ampliación de declaración, asumió la autoría pero no brindó detalles. Esto deberán acreditarlo los fiscales durante el juicio, que podría hacerse entre marzo y abril.