Giorgis insiste con el polémico proyecto de techar una calle

La concejala Claudia Giorgis elevó la semana pasada a la Secretaría de Desarrollo Económico de la ciudad de Santa Rosa el proyecto para techar una cuadra del centro de la ciudad. La iniciativa ya había sido impulsada por la edila durante la intendencia del radical Leandro Altolaguirre (2015-19) pero no obtuvo eco. Ahora, la fregenista pretende que el tema sea tomado por las autoridades actuales del municipio, encabezadas por el intendente Luciano di Nápoli.
En su momento, Giorgis había pedido a las autoridades provinciales que donaran al municipio local las chapas en desuso que habían quedado en el predio del Megaestadio, las cuales iban a formar parte del techo original que nunca se concretó. Entonces, desde Obras Públicas de la provincia le respondieron que esas estructuras no pertenecían al gobierno, sino a la empresa Inarco, adjudicataria original de la obra, cuyo contrato había sido interrumpido. También le mencionaron que, posiblemente, estuvieran caducas luego de tantos años a la intemperie.
Esta vez, al menos en la nota remitida al municipio, la concejala de la oposición no mencionó las chapas del megaestadio, sino que se limitó a enumerar los beneficios que el proyecto «Calle Techada» traería aparejados a la ciudad. También solicitó a la funcionaria a cargo del área, Carmina Besga, una entrevista personal con el objeto de darle tratamiento al tema.

Fuente inagotable.
El proyecto implica techar la calle Avellaneda, entre Alsina y Sarmiento, con el objeto «de consolidar un atractivo tanto para los visitantes como para los propios vecinos y vecinas de la ciudad y a la vez, procurar una fuente generadora de mano de obra y consumo local, fundamentalmente del rubro gastronomía».
Lo extraño es que en esos cien metros solo hay un local gastronómico, a la vez que todavía persisten casas de familia. La idea para ese sector es que «durante el día tendría tránsito normal y durante las noches que se definan, se transforma en una peatonal techada donde se avanza con la colocación de mesas y sillas en ambos lados de la acera para uso gastronómico, dejando espacio libre para caminar».
Otro tema que el proyecto no resuelve es el de la conexión con el centro, toda vez que la cuadra de Avellaneda, entre Mansilla y Lagos, suele ser por las noches un lugar oscuro, que tampoco tiene locales gastronómicos.

Corredor turístico.
Para Giorgis, la iniciativa «podría consolidarse como un virtual corredor turístico con eje en lo cultual y el esparcimiento». Sostiene que «potenciaría las actividades que ya se están llevando a cabo y que cuentan con una importante afluencia de público como de otras actividades cuyo lugar de convocatoria se ha afianzado consuetudinariamente por la comunidad en la zona de las vías del ferrocarril tales como las ferias francas, festival de verano joven, entre otros».
Pero el potencial que la concejala le asigna al techado de la calle no se detiene ahí. «Se podría sumar a este eje turístico-cultural que recupere la zona aledaña a las vías y a la propia Estación de Trenes hasta llegar al Ex-Molino Werner considerando el significado histórico que tienen esos espacios para la ciudad», imaginó.