Martes 09 de abril 2024

El paraje pampeano que recibe diez veces sus habitantes en una fiesta

Redacción 04/02/2018 - 16.56.hs

El Centro Tradicionalista El Pial es el que lleva adelante la organización del evento, que cuenta con el auspicio del municipio y será en un predio que han acondicionado para la oportunidad en el pequeño caserío que hoy es Foster, más de medio siglo atrás un pueblo con más de mil habitantes.
La Fiesta de la Chaya se hará por segunda vez el 11 de febrero en Ingeniero Foster, el paraje que marca el límite de La Pampa con San Luis en el final del recorrido de la ruta provincial 4 y que pertenece a la jurisdicción del municipio de La Maruja.
El intendente de La Maruja, Gustavo Cein, informó que la celebración "se hace por segundo año consecutivo" y dada la fecha "será una fiesta del folklore pero también del carnaval porque además de los artistas que harán música tradicional habrá otros que amenizarán el baile popular".
El grupo jujeño "La Cantada" tendrá el número principal, un espectáculo que mostrará los festejos del tradicional Carnaval del Norte del país y se sumarán el grupo Amalaya de General Pico, La Hoguera de Arizona, Marcelo Gatica de Victorica y el grupo Renacer de La Maruja.
Cein dijo que "ya el año pasado la Fiesta tuvo una repercusión importante, participaron más de 600 personas" y ahora se nota una expectativa importante en toda la zona.
"Elegimos Foster como sede para dar una señal de que nos acordamos de los pocos habitantes que tiene y que forman parte de nuestro municipio", sostuvo el jefe comunal que destacó el entusiasmo y esfuerzo de los integrantes de El Pial y de los trabajadores municipales que colaboran con la organización.
Las entradas anticipadas ya están a la venta a un precio de cien pesos y el día de la Fiesta tendrán un valor de $150. La cercanía de Arizona y otras localidades del sur puntano, norte y oeste de nuestra provincia auguran una fuerte presencia de público y esperan superar ampliamente la concurrencia de la primera edición.

 

Un paraje que fue pueblo.
La explotación de la madera del Caldén, con cuatro aserraderos de gran relevancia en la región motivaron el nacimiento, crecimiento y posterior éxodo de lo que ahora es el paraje Ingeniero Foster, el punto que marca en el Noroeste de La Pampa el límite con la provincia de San Luis.
Foster, según algunos datos históricos, fue fundada el 21 de septiembre de 1910 y otras colonias, como Villa Barale y Lobocó, son preexistentes a La Maruja, la localidad más joven de La Pampa si sacamos de la nomina a Villa Casa de Piedra.
Uno de los cuatro importantes aserraderos de la zona, instalados en la primera mitad del siglo XX, motivó que a su alrededor se fuera armando la localidad, que fue administrada por una Comisión de Fomento. Llegó a sumar más de un millar de habitantes, todos relacionados con la explotación de la madera.
Un incendio, del que no se tiene registro acerca de su origen y causa, destruyó el lugar y significó, progresivamente la muerte del pueblo. La mayoría de los lugareños emigró, gran parte a la vecina La Maruja, que se iba consolidando como la localidad más importante de la zona.
La denominada Escuela Rural de Ingeniero Foster data de los años 20, cuando otros establecimientos se instalaron en la zona. Hoy sigue en funcionamiento, con una treintena de alumnos, del pequeño poblado y de la zona rural aledaña. Se trata de la Escuela 146 que el pasado 15 de diciembre entregó sus diplomas de egresados del ciclo a tres alumnos, dato que da una idea de su volumen y a la vez de su importancia.
Con el desarrollo productivo de aquellos primeros años también llegó el ferrocarril. La Línea Sarmiento venía uniendo las localidades al Oeste de General Pico y el extremo de riel está en Arizona, al otro lado del límite. Su abandono y ausencia dieron, por si hacía falta, un golpe definitivo al ahora caserío.

 

Escasa población.
Hoy, menos de una decena de familias vive en el lugar, alrededor de 60 personas si le sumamos el personal policial que atiende una amplia zona desde el pequeño destacamento y el puesto caminero que marca una de las puertas de entrada y salida de nuestra provincia.
Lejos de los años de esplendor de la explotación del Caldén, hoy la escasa población está relacionado en su mayoría con la cría de ganado, el sustento casi exclusivo no sólo allí sino en una amplia región pampeana y que se repite del otro lado del límite.
El municipio de La Maruja, la ahora hermana mayor nacida por gestión de Modesto Carreto el 28 de octubre de 1928, es quién tiene bajo su órbita la administración del lugar. Son 15 kilómetros los que los separan pero están unidos por el asfalto de la ruta provincial 4 que vino años después que el ferrocarril para transformarse en una alternativa para la zona.
Hoy, como en tantas localidades y parajes de La Pampa y el país, el viejo edificio de la estación de trenes con el sello inglés de la época y las abandonadas instalaciones, son los testigos mudos de tiempos que sin dudas fueron mejores para Ingeniero Foster.

 

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