Sabado 16 de marzo 2024

Mendoza abrió la licitación de Portezuelo del Viento

Redaccion 03/07/2020 - 21.40.hs

El gobierno mendocino concretó ayer un paso arriesgado y abrió la licitación para construir la cuestionada represa Portezuelo del Viento, sobre el río Grande. Tal como se esperaba, se presentó una única oferta, liderada por el consorcio chino que ya está construyendo El Tambolar, en la provincia de San Juan, y que integra Impsa, la empresa señalada como la mayor beneficiaria de la obra. El próximo paso será en el mes de agosto.

 

Pese a que se esperaba su presencia en el acto, el gobernador mendocino Rodolfo Suárez no participó de la apertura de sobres de la licitación para construir Portezuelo del Viento, trámite que se concretó ayer a media mañana en la Casa de Gobierno de esa provincia.

 

La única oferta presentada para este proyecto que en Mendoza califican como «la obra del siglo» -pero que las restantes provincias cuestionan- lleva el nombre de «Malal Hue» y representa un consorcio liderado por la empresa china Sinohydro, que se asoció para esta licitación con las mendocinas Ceosa, Impsa y Obras Andinas.

 

Lo que se hizo ayer fue receptar y abrir los sobres A de la licitación, que son los que contienen la información técnica de las empresas. Un jurado deberá evaluar cada presentación y definir si las empresas tienen la capacidad y la experiencia para encarar esta «megaobra».

 

Según informó el diario digital Mendoza On Line, los sobres no especifican en cuánto se presupuestó la obra pero ese dato se puede deducir del hecho de que la UTE ofreció una garantía por su oferta de 8,84 millones de dólares, que representa el 1 por ciento del total de la obra. De allí surge que el monto final de la construcción, por lo menos lo que se licitó ayer, asciende a 884 millones de dólares.
El próximo paso será en agosto, cuando se abran los sobres de las ofertas técnicas, y en noviembre, la oferta económica del consorcio.

 

Licitación compleja

 

MDZ recordó que se trata de una «licitación compleja», cuyo armado dejó fuera de carrera a muchas firmas interesadas y con potencial para encarar la construcción, por cuanto se exigió como condición ineludible «haber realizado tres represas similares». Cae por su propio peso que esta condición sesgó la licitación hacia una dirección en particular, máxime teniendo en cuenta que las represas en construcción en nuestro país son El Tambolar en San Juan, y las dos represas sobre el río Santa Cruz, en la provincia homónima.

 

Quien resulte adjudicatario de la obra tendrá a cargo todo: la construcción del dique, del complejo hidroeléctrico, la mudanza de Las Loicas, las rutas nuevas y la línea de alta tensión, entre otros trabajos complementarios.

 

«La clave del negocio para las empresas es la forma de contratación. Muchas empresas mendocinas se quejan porque al no ser parte del «grupo adjudicatario» pueden pelear en desigualdad de condiciones para ser subcontratadas», advirtió MDZ.

 

Aunque Suárez tuvo la precaución de no hacer acto de presencia, el ministro de Obras Públicas, Mario Isgró, saludó lo acontecido ayer con una publicación en su cuenta en Twitter. «Llegó el día esperado. Empezamos a coronar una etapa de largo proceso de trabajo, donde se conocerán las ofertas para la obra hidroeléctrica más importante de las últimas décadas», escribió.

 

Roles definidos

 

El único oferente para hacer la obra Portezuelo del Viento está integrado por cuatro empresas que «tienen roles ejecutivos y ‘políticos’ definidos».

 

El mascarón de proa de la UTE, la empresa Sinohydro, «es una firma estatal china que en Argentina tiene otros proyectos, como la represa El Tambolar en San Juan». Su participación en el consorcio es del 40 por ciento.

 

Pero no es la única firma asiática en la UTE. También está «China Gezhouba Group Corporation», otro gigante que tiene a su cargo la construcción de la represa «Néstor Kirchner» en Santa Cruz y que ha sido motivo de diversos conflictos.

 

La otra empresa clave en el consorcio es la mendocina Impsa. La firma tendrá a cargo el sistema hidroeléctrico de la represa. «Es un actor fundamental en el proyecto porque es la empresa que hizo el desarrollo técnico y que aporta el valor «positivo» que le da la polinómica prevista en los pliegos al ser una empresa local», sostuvo MDZ.

 

La empresa fundada por Enrique Pescarmona -que en los ’80 participó de la construcción del dique Casa de Piedra- fue quien puso el sello al comprar el pliego y desarrollar la oferta. La empresa mendocina, que es líder en el desarrollo de ese tipo de tecnología, está en pleno proceso de reestructuración y en venta.

 

Pocos antecedentes

 

Las otras empresas mendocinas que forman parte también son conocidas. Ceosa fue una de las empresas «preferidas» de los últimos gobiernos, según MDZ. En Mendoza tuvo a cargo la mayoría de las obras públicas (incluido el estadio cerrado), tuvo una relación particular con Irrigación y también con el gobierno nacional (le adjudicaron desde proyectos Procrear hasta tendido de fibra óptica). En los últimos años también tuvo serios problemas financieros, tanto que estuvo obligada a cederle al Banco Supervielle muchos de sus bienes para no caer en problemas mayores.

 

«Obras Andinas es una empresa del grupo Álvarez que no tiene antecedentes de peso como para hacerse cargo sola de una obra de esa magnitud, aunque sí creció en la participación de obras públicas. Construye la cárcel Cacheuta II y antes tuvo participación en la realización de la línea eléctrica Comahue Cuyo. Sus propietarios fueron parte de otros negocios con el Estado, como contratos petroleros, y también estuvieron a cargo de la principal distribuidora eléctrica, Edemsa», detalló el portal.

 

Impsa tendrá a cargo la parte hidroeléctrica, mientras que Ceosa y OASA podrían desarrollar la parte «civil» de la obra, que incluye tres rutas, líneas de transmisión y subestaciones y hasta la construcción de un pueblo nuevo. Las chinas Sinohydro y CGGC aportaron la llave para liderar el proyecto: son las que cumplen con el requisito de tener como antecedente haber hecho represas «de Concreto Compactado a Rodillo» que exige el pliego.

 

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