Mendoza no para: ahora avanza con la idea de otro dique

El gobierno de Mendoza avanza con un nuevo dique. Es un proyecto hidroeléctrico que se llama El Baqueano y que contempla una represa y una central eléctrica sobre el río Diamante, en la zona de San Rafael. El proyecto ha sido señalado como una alternativa para aportar generación energética si Portezuelo del Viento finalmente no se concreta.
Si bien el proyecto El Baqueano es de vieja data, su nombre empezó a sonar un poco más fuerte cuando especialistas y políticos mendocinos consideraron que si la represa Portezuelo del Viento finalmente no logra el quórum regional para avanzar, Mendoza debe apostar todas su fichas a este proyecto y a un parque eólico en la zona de El Sosneado.
Esta semana, el ministro de Economía y Energía de Mendoza, Enrique Vaquié, dio un dato concreto, revelador de que los comentarios sobre este proyecto avanza a paso firme: ya tiene una partida presupuestaria asignada en el proyecto de presupuesto de la provincia de Mendoza para el año 2021.
Lo reveló en una entrevista que mantuvo con el portal informativo EconoJournal en la que se quejó por la baja inversión que YPF hace en su provincia, habló de la reactivación de pozos petroleros, de Portezuelo del Viento y, en el último párrafo, hizo este anuncio. «También comentó que en el presupuesto para 2021 de la provincia «ya están los fondos para otro proyecto, para otro dique que se llama El Baqueano, que estará ubicado en la localidad de San Rafael», informó EJ.

Materiales sueltos.

La presentación en sociedad de esta represa se produjo en octubre del año pasado en el marco de un Foro Hidroeléctrico desarrollado en la ciudad de Mendoza. En ese momento, el entonces ministro mendocino de Economía, Infraestructura y Energía, Martín Kerchner, dijo que era el proyecto que seguía a Portezuelo del Viento e incluso habló de que Mendoza quiere empezar «una presa cada 5 ó 6 años».
Según publicó en ese momento Diario San Rafael, el proyecto hidroeléctrico El Baqueano fue elaborado en los años 80 y contempla la construcción de una presa CFRD (de materiales sueltos con cara de hormigón aguas arriba, en la zona conocida como El Imperial.
La represa, de 68 metros de alto, tendrá un túnel de 13,8 kilómetros de longitud para conducir el agua hacia donde se emplazará la central hidroeléctrica, que también llevará el nombre de El Baqueano. La central estará ubicada aguas arriba de la cola del embalse Los Reyunos y proveerá al sistema eléctrico nacional una potencia de 150 megavatios aproximadamente.
«Es un proyecto muy interesante, de bajo impacto ambiental al que hay que meterle todavía un par de años de estudio», explicaron desde la Provincia sobre la iniciativa sobre el río Diamante.

Desvío del Diamante.

Al igual que el Atuel, el Mendoza, Tunuyán y San Juan, el río Diamante forma parte de la cuenca hidrográfica del Desaguadero – Salado – Chadileuvú – Curacó, de la que se ha desconectado debido al intenso uso que la provincia de Mendoza hace de sus aguas, al punto de hace años que el río no tiene caudal suficiente para llegar al Desaguadero.
Es la misma situación que ocurre con el resto de los ríos que nacen en las provincias de Mendoza y San Juan: el uso es tan intenso y arbitrario, que se apropian de aguas compartidas y niegan al resto de la cuenca el beneficio del recurso.
En el caso del río Diamante, además, antiguamente descargaba sus aguas en el río Atuel pero entre los años 1808 y 1809, el virrey Rafael de Sobremonte ordenó al gobernador de Mendoza, Miguel Telles Meneses, hacer una rectificación del curso para que el río corriera por antiguos cauces y así diera vida a una parte postergada de la provincia de Mendoza y facilitara el cruce del caudaloso río Atuel por parte de los rodeos vacunos que se llevaban a Chile. Fue la primera quita de agua que Mendoza hizo al río Atuel.