Se derrumbó un histórico ombú patrimonio de la ciudad

Las fuertes ráfagas de viento que llegaron a casi los 70 kilómetros por hora en la tarde-noche del domingo tuvieron una consecuencia lamentable para nostálgicos y no tanto: el mítico y tradicional ombú ubicado en la vereda de una vivienda de la calle Oliver, entre O’Higgins y España, se desplomó y aplastó a una camioneta.
El episodio ocurrió alrededor de las 22 del domingo cuando una fuerte ráfaga logró quebrar la parte superior del tronco del árbol y toda la copa con sus gruesas ramas cayeron sobre el capó y los parabrisas de una camioneta 4×4.
«Hace unos años unos jóvenes lo quemaron por adentro y desde ese entonces comenzó a debilitarse», dijo a LA ARENA la propietaria de la vivienda al tiempo que agregó que «desde hace unos días alerté a mi hijo que el ombú ya no daba más, estaba muy frágil, aunque nunca pensé que se iba a caer así».
El legendario árbol tenía un tronco de un diámetro más que llamativo y su sombra supo albergar noches de peña y también a estudiantes de la Escuela Provincial de Educación Técnica (EPET) que durante años buscaron protegerse de los rayos de sol del verano.
Afortunadamente, no hubo que lamentar personas heridas pero sí daños materiales. La fuerza del viento hizo que las enormes y pesadas ramas cayeran sobre el capot y la cabina de una camioneta Ford Ranger de la familia Festa, que hace más de 40 años vive en la vivienda en cuya vereda hoy solo queda la enorme base del tronco.
Tras el derrumbe, durante la mañana del lunes un grupo de podadores se acercó al lugar para comenzar el proceso de desmontado y limpieza del lugar para poder despejar la vereda y destrabar la camioneta que quedó bajo una de sus ramas.
«Me duele más la caída del ombú que la rotura de la camioneta», lamentó el dueño del vehículo al ser consultado por este diario.

Patrimonio.
El ombú fue plantado en ese lugar hace más de 80 años en los que no paró de crecer. Uno de los aspectos más llamativos del árbol era el tamaño de su tronco, que tenía un diámetro que rozaba los dos metros junto con unas raíces de un importante grosor que lo impulsaban desde vaya a saber cuántos metros bajo tierra.
«Hace como 40 años lo declararon patrimonio histórico de la ciudad», recordó la propietaria de la vivienda al tiempo que se animó a relatar la historia del árbol. «Este ombú era hijo de uno que estaba no recuerdo si en Entre Ríos o Buenos Aires, en un lugar en el que paró San Martín en una de sus batallas», afirmó.
En las últimas décadas, en la propiedad de la familia hubo varios emprendimientos como casas de comidas y peñas musicales que le dieron vida al árbol hasta convertirlo casi en un símbolo para muchos santarroseños y santarroseñas que posaron sobre su tronco. Ni hablar para los vecinos y vecinas de la zona que durante años lo vieron crecer y transformarse.