Una familia perdió todo

Vivían en un precario asentamiento en el relleno sanitario y perdieron todo luego de que un incendio destruyera su hogar. Piden ayuda urgente, sobre todo con pañales y ropa.
Una familia está desesperada y solicita ayuda urgente por haber perdido absolutamente todo después de un grave incendio que se ocasionó en la casa donde vivían. Cuatro adultos jóvenes, una beba de 9 meses y un nene de 6 años, que habitaban en un asentamiento en el relleno sanitario de Santa Rosa, quedaron en situación de calle al haberse destruido su hogar e incineradas sus pertenencias. Desconocen los motivos por los cuales se inició el fuego, aunque dicen que es un sitio concurrido y que "hay niños que suelen hacer maldades".
Hasta ayer por la tarde no sabían dónde pasar la noche, y por eso evaluaban la posibilidad de volver al asentamiento destruido. "Vamos a tener que volver al relleno, aunque se destruyó todo, no tiene techo y la pared levantada que quedó corre riesgo de caerse", lamentó Débora Olmos, de 22 años, madre de las dos criaturas, y pareja de Héctor Juárez, de 26 años, que se dedica a lavar vehículos en el centro.
La familia vivía en ese lugar desde hacía cuatro años. Estaban recibiendo un subsidio de solo 3 mil pesos, que una asistente social de Niñez y Adolescencia habilitó a otorgar desde hace tres meses, para que en algún momento puedan alquilar en otro lugar. También, juntaban 3 mil pesos más correspondientes a la Asignación Universal por Hijo. "No me ha ayudado nadie a mí, solo ahora una asistente social que hace tres meses me da plata para que me pueda mudar", expresó Olmos.
"Pero no consigo departamento, vos ponéte a pensar que un alquiler no sale 3 mil pesos, no bajan de los 7 mil u 8 mil pesos por mes", comentó la joven que perdió en este incidente colchones, frazadas, camas, un ropero, la cocina, sillas, la mesa, ropa, y el dinero que había cobrado el día anterior correspondiente a Niñez y Adolescencia.

Un hogar en llamas.
El viernes por la noche, alrededor de las 21, Débora dejó su vivienda para comprar alimentos. Cuando regresó, aproximadamente dos horas después, se encontró con su hogar ardiendo en llamas.
Cuando el fuego empezó a mermar, se dieron cuenta que no solo sus pertenencias, "conseguidas con mucho trabajo", habían desaparecido, sino también su casa había quedado destruida. Esa noche, sin embargo, durmieron allí, entre escombros y cenizas, y con el riesgo de que una pared se derrumbe, porque no tenían otro lugar donde ir.
El asentamiento lo habían construido con barro y ladrillos que recolectaban del basurero. Está ubicado al fondo de la calle Duval. La hermana de Débora y su marido vivían allí hacía 14 años, mientras que la otra pareja, con sus dos hijos, se trasladaron a ese sitio hace cuatro años.
"Cuando mi madre se fue a Barón, yo me quedé acá en Santa Rosa, con mi pareja y mis hijos, y me fui al relleno sanitario", contó Débora.
En el relleno no tenían ni luz, ni gas, y "a veces no llegaba tampoco el agua de la Municipalidad, y cuando hacía mucho frío prendíamos una estufa de gas".
"Estamos mal porque nos costó un montón todo lo que perdimos, y la casa donde estábamos la habíamos levantado nosotros, no con material, sino con barro y ladrillo que juntábamos del basurero", lamentó la madre, quien concluyó diciendo que "el lunes voy a ir a ver si alguien me ayuda, porque nunca me ayudaron, me ayudó esta chica ahora, pero antes nunca".