Miércoles 17 de abril 2024

La recuperación de Sergio a través del deporte

Redacción 14/08/2019 - 11.45.hs

Cuando Sergio acudió al centro médico a causa de un cuadro de apendicitis, lejos estaba de imaginarse que ese dolor abdominal le salvaría la vida. Los estudios detectaron una leucemia invasiva que en dos semanas había afectado el 90% de sus huesos. Su cuerpo sólo resistiría unos días más.
Transcurría el mes de octubre de 2009 y los médicos le diagnosticaron 'leucemia mieloide aguda', un tipo de cáncer que avanza rápidamente y requiere un tratamiento inmediato. Ya en Buenos Aires los análisis protocolares fueron satisfactorios y su cuerpo fue sometido a quimioterapia con el objetivo de bajar ese porcentaje afectado.
Cuando aquel 90% bajó a 0%, Sergio estuvo en condiciones de recibir un trasplante de médula ósea. A Marcelo, uno de sus tres hermanos mayores, los estudios de compatibilidad le arrojaron resultados positivos. En junio de 2010, en La Playa y luego de otro procedimiento de quimioterapia para 'matar' sus propias células madre, recibió las que le habían extraído a su hermano por vía sanguínea.
En el tratamiento fue clave el deporte. Los médicos le explicaron que sus órganos (riñones, pulmones, etc.) no sufrieron mayores daños porque su cuerpo era el de una persona que había hecho actividad física, aunque para ese entonces, con 33 años, se había alejado hacía rato por cuestiones de estudio y trabajo.
El deporte sigue siendo clave para su vida. Tras el trasplante retomó el atletismo y hoy viajará a Inglaterra para participar de los Juegos Mundiales para Deportistas Trasplantados.

 

Sangre nueva.
"Me descubrieron la leucemia de manera totalmente fortuita, porque yo entro por un cuadro de apendicitis", relata hoy con una sonrisa Sergio Ziaurriz, de 42 años. Oriundo de General Acha, Sergio estudió la carrera de Ingeniero Agrónomo en Santa Rosa, se especializó en fruticultura en el Alto Valle de Río Negro y desde hace doce años vive en Villa Regina, donde trabaja en una agencia de extensión del INTA.
Ya residía en la localidad rionegrina cuando los médicos le diagnosticaron su enfermedad. "Era octubre y me dijeron que hasta septiembre estaba totalmente sano. Que la leucemia me había afectado desde hacía unas dos semanas, que tenía el 90% de los huesos tomados y que en una semana me afectaría el resto", recuerda sobre el momento más difícil de su vida.
Los inmediatos tratamientos y el trasplante posterior fueron la clave. También el deporte. "En mi adolescencia hacía atletismo, lanzamientos, y por lo tanto cuidaba mucho de mi cuerpo. Y aunque dejé de hacer la actividad cuando me fui a estudiar, valió un montón para poder enfrentar la enfermedad y el tratamiento", asegura Sergio. "Si hubiera sido alguien sedentario, no sé cómo habría terminado todo", agrega a modo de alerta y con el objetivo de generar conciencia.
"En Villa Regina soy voluntario del CUCAI (Centro Unico de Ablación e Implantes) y mi objetivo es trabajar en la promoción de la donación de órganos. Desde mi lugar intervengo en actividades deportivas y al finalizar generalmente cierro con algún comentario para concientizar", explica.
"Además es un mensaje de agradecimiento a todos los que de diferentes maneras hicieron lo posible para salvar mi vida y para que saliera adelante", añade Sergio, quien desde hace 19 años lleva la sangre de su hermano Marcelo, que hoy tiene 49 años y vive en General Acha. "Antes era A+ y ahora soy 0+, el mismo grupo y factor que mi hermano", resume con gratitud desde su pueblo natal, donde también vive su pequeña hija Mía, de 8 años.

 

Al Mundial.
Una vez recuperado de los diferentes tratamientos y del trasplante ("tuve un rechazo agudo que casi me mata", destaca), el deporte volvió a golpear a su puerta. "En 2015, cuando me sentía del todo bien, retomé la actividad deportiva y volví al atletismo", comenta Sergio. "Además, a los trasplantados se les recomienda hacer actividad física para mantener activos los órganos", agrega.
En su condición de atleta el pampeano se especializó en diferentes pruebas de campo, que ya lo llevaron a participar de dos ediciones de los Juegos Argentinos y Latinoamericanos para Trasplantados, primero en Mendoza y luego en Salta, con muy buenos resultados.
El gran salto deportivo, sin embargo, lo dará hoy pasado el mediodía, cuando integre la delegación de más de 40 deportistas que representarán a Argentina en los XXII Juegos Mundiales para Deportistas Trasplantados que se disputarán en Newcastle, Inglaterra, entre el 17 y el 24 de agosto.
Desde el sábado, el pampeano competirá en lanzamientos de jabalina, bala, disco y pelota de sóftbol, además de salto en largo y de formar parte de las postas 4x100 y 4x400 metros del seleccionado nacional.
Uno de los valores que el cuerpo técnico argentino tuvo en cuenta para realizar la convocatoria, además de los resultados deportivos, tiene estrecha relación con "el cuidado de la salud propia y del otro".
"Es un orgullo formar parte de la Selección y llevar nuestro mensaje por el mundo. Todos tenemos una historia para contar y el deporte es nuestra vía", cierra.

 

Calidad de vida y gratitud
Los XXII Juegos Mundiales para Trasplantados se disputarán del 17 al 24 de agosto en las ciudades de Newcastle y Gateshead, Inglaterra, donde competirán 3.000 atletas de 60 países en más de 14 disciplinas deportivas. Ayer, en la presentación de la delegación argentina, que contará con 40 deportistas, destacaron que es una oportunidad para demostrar "la gran calidad de vida que llevan las personas después del trasplante", y para "honrar a los donantes".

 

FOTO: FACEBOOK.

 

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