Miércoles 10 de abril 2024

Vecinos de Miguel Riglos reclaman más control

Redacción 19/09/2019 - 00.36.hs

Un equipo periodístico viajó a la localidad de Miguel Riglos, donde integrantes de la comunidad de vecinos y vecinas se puso de pie para enfrentar a uno de los mayores peligros del modelo agropecuario: la utilización de agrotóxicos. Los vecinos días atrás alertaron que un productor estaba fumigando dentro del casco urbano, a pocos metros de las viviendas y, a pesar de que aún no está determinado qué producto se utilizó, tomaron la iniciativa y decidieron presentarse ante las autoridades municipales para ponerle un freno, debido a que lo que está en riesgo es su vida, la cual no puede estar atada al arbitrio de dos productores.
En una recorrida por sus calles, cualquiera puede notar que Miguel Riglos es un pueblo tranquilo. Sin embargo, en los últimos días se vio movilizado por una situación que decidieron exponer un grupo de vecinos, que se animó a agitar las aguas y levantar su voz en defensa de la salud de toda la comunidad. Por estos motivos, este diario arribó a la localidad para conocer sus experiencias en primera persona.
En ese sentido, revelaron que las fumigaciones con agrotóxicos es algo habitual, pero que en el último tiempo, según contaron los vecinos, “se violentaron todas las normas”.
Incluso, un niño se vio particularmente afectado por este accionar de dos productores de la zona. Si bien sufre de problemas de bronquios desde pequeño, hace tres años atrás atravesó un mal momento. “Nunca pensamos que habían sido los agroquímicos”, confesó uno de los vecinos y afirmó que hace un mes la situación se volvió a repetir. “Fue algo alevoso... llegó el olor a la casa. Cuando llega ese olor, el nene empezó con problemas respiratorios”.
Por estos motivos, estuvo alrededor de 21 días internado y, según los médicos, su delicado estado podría estar relacionado con el contacto a los químicos utilizados, en este caso un insecticida, en el campo que se encuentra frente a su vivienda.
El niño, que actualmente tiene 11 años, ha tenido ataques de broncoespasmo, entre otros padecimientos, pero “nunca a este extremo”. En esta oportunidad, sufrió de neumonía y se vieron afectados sus pulmones, al punto de que los médicos detectaron que tiene agujeros de entre dos y cinco centímetros.
Ante esta situación, algunos de los vecinos han intentado dialogar con los productores, pero no han obtenido una respuesta favorable. “Una de las veces que fui a hablar me dijo uno de los productores ‘si querés yo te llamo por teléfono y sacas el nene’. ¿Cómo voy a sacar a mi hijo del pueblo porque ellos van a fumigar?”, comentó con indignación.
“Yo creo que va a cambiar, porque sino vamos a estar siempre en la misma”, expresó otro vecino y resaltó que “es la primera vez que la gente se reúne para hacer esto. Estamos hablando de todos los vecinos. Es por la salud de todo el pueblo”.

 

El día 12.
El pasado jueves 12 de septiembre, uno de los dos productores que tienen campo en el pueblo volvieron a fumigar. Según relataron los vecinos, tuvo consecuencias en la salud debido a que sufrieron dolores de cabeza y de garganta, que se prolongaron “hasta dos días después”.
Otro vecino fue contundente al señalar que “lo del día 12 fue gravísimo”, debido a que el productor fumigó a 50 metros de las viviendas ubicadas sobre el acceso Este. “Fue bien enfrente, con el viento para este lado y el olor que quedaba es del 2,4-D”, precisó y advirtió que de todas maneras “es difícil de comprobar porque la Municipalidad no tiene los medios necesarios para hacerlo”.
Varios vecinos relataron lo sucedido y afirmaron que aquel jueves, aproximadamente a las 18 o 19, notaron que un olor fuerte invadía el pueblo. En ese momento, uno de ellos salió a la calle para hablar con su pareja y pedirle que cierre puertas y ventanas para que el olor no ingrese a la vivienda. Sin embargo, ya era tarde, el olor “era insoportable y ya estaba dentro de la casa”, ubicada frente al campo donde se estaba fumigando. “Tenía el nene dormido ahí en el sillón y aspirando ese olor”, contó.
“El olor estaba en el pueblo, cosa que nunca pasó tan así, tan penetrante”, manifestó otro de los vecinos afectados y señaló que “en ese momento fui a buscarlo al productor y no lo encontré. Vengo para casa, y en el camino encuentro reunidos a dos vecinos hablando del tema, porque era muy patente”.
De esta manera, procedieron a intentar llamar a la comisaría, pero no atendían. También intentaron comunicarse con la Municipalidad, pero el número daba ocupado. “En ese momento seguramente estaba recibiendo llamadas de otros vecinos”, consideró.
Ante la falta de respuestas, uno de los vecinos se acercó a la comisaría para radicar la denuncia correspondiente, pero se encontró con más obstáculos. “No me quisieron tomar la denuncia. Ellos hablaban de exposición, pero tampoco se pudo hacer porque no estaba el oficial a cargo, a lo que le contesto que hagan algún operativo porque lo han hecho en otra oportunidad”, señaló.

 

Dos productores, un pueblo.
Este hecho fue el puntapié para que un grupo de vecinos decidiera hacer público su malestar ante el Municipio. “Empezó todo con dos o tres, quejándonos por las constantes fumigadas”, explicó uno de ellos a LA ARENA y señaló que “en este último tiempo se violentaron todas las normas de convivencia, porque fumigan sin escrúpulos, sin atender al clima del momento, el horario, si hay viento o no y si va hacia el pueblo”.
Los vecinos y vecinas detallaron que en el pueblo hay dos productores que rodean la localidad. “Uno rodea el pueblo por el acceso este y el otro rodea por otro lado”, indicaron.
“Es cierto que antes no pasaba con esta violencia, pasó siempre que se pasen por arriba de las normas. En esta oportunidad, veo que hace unos cuantos meses ya no importa nada”, agregaron.
El grupo de vecinos decidió llevarle “la inquietud” al intendente porque era un tema que “ya se había hablado. El pueblo está bien, pero se trata de conservarlo entonces no fue ningún ataque ni nada. Se habló bien, con respeto. El intendente planteó la situación, que están trabajando, pero hay que darle tiempo.”
Luego del episodio, si bien lograron comunicarse con la comuna, reconoció que hubo quejas por parte de todos los vecinos y vecinas, y que la Comisaría no accionó de “forma eficiente, porque no hizo nada”.
“Después llegó el inspector de Tránsito, y bueno, hizo un acta donde firmamos como testigos que estábamos viendo que sí, que estaban fumigando. Capaz que haya buena voluntad, pero cuando vos tenés una persona con mucha plata, y hoy la plata es el poder, entonces es difícil...”, expresó otro de los vecinos.

 

“No se puede negociar la salud”.
“Es difícil por ahí cuando no hay una voluntad política firme de pensar en políticas de salud pública”, acotó uno de los vecinos y remarcó que “acá no hay intereses ni económicos, ni partidarios políticos”.
En ese sentido, aclaró que está en contacto con la actual gestión y que “concuerdo con las mayorías de sus políticas”. Sin embargo, sostuvo que “una cosa no quita la otra, no se puede negociar la salud”.
“Y no se puede negar que no ha habido políticas públicas de salud para la población, no se ha visto ese lado del buen convivir. Por acción u omisión, por algún tipo de interés particular, no lo sé. Es cierto que muchos de los que están en política tienen campos, tienen relación con los campos. La función pública está atravesada...”, reflexionó.
Otro de los vecinos intervino y recordó que “somos un pueblo” donde “vivimos y casi que se depende del campo. Pero una cosa no quita a la otra”.

 

“Veneno en la sangre”.
Para los vecinos, este tema “tiene que ser prioritario, porque es salud”. A su vez, señalaron que su impacto “en la mayoría de los casos no es instantáneo. Es un proceso, el veneno lo tenemos en la sangre”.
“En este caso fue con 2,4-D, la otra vez fue con insecticida. El glifosato que está tan permitido y que hablan de la banda verde pero no es buena. No hay agrotóxico bueno, son todos dañinos”, advirtieron.
A su vez, recordaron que la ley provincial sostiene que “son 500 metros de no fumigar, no que se puede fumigar con banda verde. Eso es lo que plantea como argumento el intendente para después proponer en una futura ordenanza, porque se dijo en la reunión, una franja verde de 100 metros perimetrales”.
Según los vecinos, el argumento se fundamenta en que “de nada sirve atenerse a la ley y tener una distancia de 500 metros porque depende de la buena voluntad del productor, qué tipo de agroquímico use, no sirven ni 500 ni mil metros porque productos de alta volatibilidad y que tienen mucha deriva van a volar. Pero ese no es argumento para plantear una franja de 100 metros que es una risa”. De todas maneras, uno de ellos aclaró que se planteó “como posibilidad”.
“Si empezamos planteando la nueva normativa, violando lo que dice la ley provincial estamos mal. Si el intendente empieza hablando de esa distancia, como que no es importante, sino que lo más importante es con qué agroquímico se va a fumigar, algo que yo concuerdo, pero la distancia la tenés que respetar porque lo dice la ley y quien tiene que controlar qué agrotóxicos se utilizan es la Municipalidad, con un departamento”, consideraron.

 

Incertidumbre.
Hasta el momento, los vecinos y vecinas no tienen conocimiento certero de cuál fue el químico que utilizó el productor para fumigar. Al respecto, denunciaron que no hay ”con qué controlar” y que tampoco se hizo un estudio para analizar muestras, a pesar de que “se dijo que iba a haber una denuncia formal hecha a Agricultura por parte de la Municipalidad para que se estudie”.
Los habitantes que dialogaron con este diario reconocen la “buena voluntad” y la “buena predisposición” del intendente, Federico Ortiz, pero insisten en que “es muy difícil” por los intereses que están en juego.
“Hasta lo entiendo”, sostuvo uno de ellos, pero “lo que pasa el sistema representativo, republicano y federal te da la facultad de elegir funcionarios que te van a representar. Lo que tenés que hacer es salvaguardar el bien común de todos los ciudadanos. Vos tenés que tratar de asegurar el estado bienestar de la gente, y ahí está la salud pública”.
“Si hasta ahora no hiciste todo lo posible, o quedaron cosas por hacer en cuanto a salud pública, bueno... tuvimos que salir nosotros para marcar que había una falencia”, agregó.
También resaltaron el rol de los medios, y señalaron que “si no hubiese salido la nota en LA ARENA no hubiese pasado nada, no hubiera habido ninguna reunión y seguramente con el tiempo alguna normativa hubieran creado”.
“El tema es hasta que se haga la ordenanza, tenemos que esperar que se haga. Se estaban juntando, y nos habían invitado para cuando sea la reunión de Concejo de ir, lo que me parece fantástico, si bien no tenés voz y voto pero tenés la presencia que por ahí ayuda”, destacó uno de los vecinos.

 

Denominador común.
Las fumigaciones en Riglos es algo que ocurre hace tiempo, según precisaron, y se trata de “un común denominador de todas las localidades”. Incluso, algunos de ellos tomaron conocimiento de la existencia de casos muy similares en otras localidades de La Pampa. “En todos los casos si hubo un cambio, o si empezó a haber un cambio, lo empezaron los vecinos autoconvocados, que empezaron a meter presión a los políticos”, destacaron.
La práctica se lleva a cabo “desde toda la vida”, pero “en este nivel de agresividad hace un año. No puede quedar a buena voluntad de cada productor, tiene que haber un límite”, manifestaron.
“Para eso elegimos a los representantes”, continuaron y enfatizaron en que son ellos “los que tienen que generar mecanismos que delimiten normas y reglas claras, porque de un lado están los productores y del otro los ciudadanos, y el productor está afectando la salud del ciudadano. O sea, no hay mucho que pensar entre la renta económica y la salud de un montón de personas”.

 

No hay término medio.
La preocupación de los vecinos es clara y necesita una solución urgente. “Mínimamente no queremos que nos fumiguen sobre nuestras cabezas”, aseguraron y remarcaron que “están fumigando en frente a las casas, en un horario donde los chicos están jugando afuera”.
Uno de ellos, insistió en la “buena voluntad” de las autoridades, pero confesó que es algo “superficial, hasta ahí nomás, para que haya un cambio que no moleste a nadie”.
Sin embargo, no dudó en destacar que “acá no hay un cambio, o una normativa, que no vaya a molestar a una de las partes. Acá es blanco o negro, o estás con el productor que no tiene escrúpulos para envenenar a la gente o estás con la gente, no hay un gris en este tema”.

 

“Nadie en contra de nadie”
Los vecinos y vecinas fueron claros al afirmar que “acá no hay rencores, nadie se tiene por qué enojar” y remarcaron que “nadie está en contra de nadie, ni del campo, del productor” y tampoco “estamos contra la Municipalidad”.
“Acá no hay un choque a nivel personal, acá lo que no tiene tampoco que haber es un choque de intereses. Todos tendríamos aunarnos con un mismo fin, que es el de proteger la salud, sobre todo de los chicos y los adultos mayores, que son los más vulnerables con este tipo de productos”, agregaron. Por estos motivos, uno de los vecinos sostuvo que hay que “ponerse de acuerdo” y que le gustaría que “tengan este mismo ímpetu las autoridades en cuidar a su gente, porque somos los que los votamos. Es esa deuda de tener un poco más de pujanza en defender al ciudadano. Ojalá que se solucione”.

 

Las medidas de Provincia
En 2018, el Gobierno provincial prohibió el ingreso de máquinas y equipos de aplicación de agroquímicos en radios urbanos y el almacenamiento de bidones y/o recipientes de agroquímicos en sitios no autorizados en zonas urbanas. Esta disposición se tomó “con el fin de asegurar la salud de la población y la preservación de la calidad ambiental”.
Por otra parte, en mayo de 2019 la Dirección de Agricultura tomó la decisión de prohibir la comercialización, aplicación y almacenamiento en toda la provincia del herbicida 2.4D en su formulación éter butílico e isobutílico.
“Hay un vacío legal”
Luego del episodio del 12, hubo una charla con las autoridades municipales. “Nos llamaban a reunirnos, pensando que éramos dos o tres del acceso, que forma parte del casco urbano”, recordaron los vecinos y confesaron que se sorprendieron porque “se acercó mucha gente, éramos treinta personas”.
Allí se avanzó en la idea de conformar una ordenanza local que regule las fumigaciones.
En las localidades del interior, la cuestión del campo es difícil de abordar. Según los propios vecinos, “está muy enquistado el campo. Está metido en todo, hasta el que no trabaja con el campo depende también un poco. La Pampa depende del campo”.
En ese sentido, aclararon que “no es que uno esté en desacuerdo con el campo, el tema es el radio urbano” y reconocieron que “la mayoría de la gente está de acuerdo con el reclamo”.
Actualmente, Miguel Riglos no cuenta con una ordenanza, lo cual generó “un vacío legal” que es aprovechado por los productores. Según indicaron los vecinos, se estaría trabajando en una normativa en base a la ley 1173 de la provincia, donde se establece que quienes “efectúen aplicaciones terrestres por cuenta propia deberán guardar una distancia mínima de quinientos metros”.
Algunos de los vecinos se mostraron esperanzados por el avance en una normativa. “Obviamente que no es de la noche a la mañana, mientras se esté trabajando está bueno”, afirmó uno de ellos.
En esa misma línea, otro expresó que “la ley es clara en cuanto a las sanciones y los controles, depende de (la Dirección de) Agricultura. En este caso, tendría que haber habido un brazo ejecutor de la ley, que no lo hubo”.
A su vez, se mostró preocupado debido a que “no hay un agente controlador, entonces no tenés los medios necesarios para saber si realmente estaba fumigando con el 2,4-D o con el banda verde”.
Por otra parte, explicó que actualmente “el productor que vaya a fumigar tiene que sacar el permiso en la comisaría, cosa que no tendría que ser así ¿Por qué la Comisaría? Porque la Municipalidad no tiene un área relacionada a este tema”.
Por estos motivos, destacó que “lo que tendría que pasar es que la Municipalidad tenga un área relacionada a este tema, con personal idóneo para habilitar, para controlar, para elevar informes a Agricultura si hay que sancionar. Para eso necesitás la ordenanza”.
Según pudieron saber los vecinos, el productor “había sacado permiso”, sin embargo plantearon el interrogante: “en la Comisaría de qué forma pueden controlar que se aplique lo que se dice, en el horario que se va a aplicar, con el clima... Si el personal policial no está capacitado”.

 

“La plata, por encima de todo”
Los vecinos y vecinas que se organizaron contra las fumigaciones en Miguel Riglos son conscientes de la importancia de oponerse a estos hechos. “Yo creo que genera algo, es la idea”, consideró uno de ellos debido a que “no es fácil involucrarse en este tema, en un pueblo del interior, donde estás rodeado de un montón de intereses”.
A pesar de resultar difícil para algunas personas involucrarse, muchas de ellas entienden que “todos estamos por lo mismo”, algo que va “más allá de la ideología porque es una cuestión de salud”.
Por otra parte, uno de ellos reconoció que a pesar de que se trate de dos productores solamente, existe “como una cierta casta histórica de gente terrateniente que se cuida entre ellos. Acá no solo hay una división partidaria, como en muchas localidades, también esta el de campo y el que no es de campo, el laburante y el de guita”.
En ese sentido, calificó al sistema como “perverso”, y apuntó contra los productores por su “soberbia. Hablás con cualquier empleado y sabés del nivel de soberbia, típico poderoso de pueblo”.
A su vez, aseguró que predomina el interés económico por sobre el bienestar de la gente y señaló: “Fíjate si la plata no estará por encima de todo, que él vive en una casa donde fumigan a 20 metros. Se fumigan ellos mismos”.
Por estos motivos, consideró que hay “una negación, lo que pasa es que ya hay que ir más al fondo y lo que nosotros estamos planteando la zona urbana”.
“Porque si queremos ahondar más hay un tema de fondo en el monocultivo, en cómo se encara el sistema de agricultura el país, siendo esclavo de Monsanto que te vende la semilla, y a esa semilla hay que fumigarla y te vende el producto químico. Hay toda una negación a conocer otra parte, otras alternativas de producción”.
Según su visión, el actual modelo de producción está tan instalado que “aunque vos le muestres pruebas de que es cancerígeno, que trae alteraciones a nivel celular en el ser humano, que en todo el mundo se está prohibiendo, es muy difícil hacérselos entender o que lo quieran entender”.
“Vos le mostrás otras localidades de otras provincias donde han optado por una agricultura ecológica, donde no se utilizan pesticidas, insecticidas ni fertilizantes y que esos mismos sistemas funcionan y dan rindes muy similares, e inclusive mejores con mucho menor costo. Es un cambio de paradigma que no están dispuestos a hacer”, indicó.
De todas maneras, aclaró que intentar apuntar a modificar ese escenario es algo “muy grande”, y que por el momento solo piensan en que “no nos fumiguen en la cara”.

 

Multan al municipio de Martini
La Municipalidad de Embajador Martini fue multada por el gobierno provincial por la quema de bidones de agroquímicos en el basurero de la localidad. El procedimiento se realizó luego que vecinos denunciaran las quemas indebidas.
Personal técnico de la Subsecretaría de Ambiente llevó a cabo una inspección en el basurero municipal de Embajador Martini ante denuncias por la quema de bidones de agroquímicos, actividad contaminante y nociva para las personas.
Según indicaron desde el gobierno pampeano "durante la inspección realizada no solo se pudo comprobar la incineración ilegal sino que, además, personal del municipio estaba realizando una nueva incineración en ese momento, una conducta inadecuada que viola normas que tutelan la salud del ambiente y las personas, entre ellas la Ley 27279 de Presupuestos Mínimos de Gestión de Envases Vacíos de Fitosanitarios y el Decreto 2054/00 de Reglamentario de la Ley Provincial 1466 de Adhesión a la Ley Nacional 24051 de Residuos Peligrosos".
Desde la Subsecretaría de Ambiente se dispuso un apercibimiento por violación de las citadas normas y una multa de 50.000 pesos a la Municipalidad de Embajador Martini, "tomando en consideración que debe ser el municipio en primera instancia el que tenga una actitud protectora del ambiente y de las personas". También, añadieron, "debe efectuar la correcta gestión de los envases de fitosanitarios, dentro de los 60 días corridos a partir de la notificación".
El área de Ambiente provincial recordó que los primeros responsables de la guarda ambiental dentro del territorio provincial son los municipios, debiendo actuar en consecuencia y priorizando su protección como la de sus pobladores.

 

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