Automóvil casi cayó al cañadón del río Salado

Una hábil maniobra de la acompañante evitó que un auto sobrepasara la barra metálica de contención en el seco cauce del río. Viajaba una familia de Buenos Aires con destino a Bariloche.
Con gran fortuna para contar, una familia de origen metropolitano resultó con lesiones leves luego de un accidente frente al cruce del cañadón del río Salado, en la localidad de La Reforma. El incidente se produjo el sábado a la tarde, sobre las 16.15, cuando la policía del mencionado pueblo tomó conocimiento de un siniestro vial, ocurrido en su jurisdicción sobre la ruta provincial 20, muy cerca del poblado.
Resultó ser el protagonista un automóvil Toyota Corolla blanco -patente NZB-406-, que transitaba desde Buenos Aires hacia San Carlos de Bariloche, el cual terminó incrustado en un guardarrail ubicado en el puente del río Salado.
De acuerdo con la información proporcionada desde esa dependencia policial, a cargo del comisario Pablo Mauricio Smith, el auto era conducido por Luis Walz de 48 años de edad y era acompañado por su esposa y una hija de 14 años.

Convulsiones.
El informe policial añadió que como consecuencia del impacto, el conductor sufrió convulsiones ya que -según los afectados-, el hombre padece de epilepsia y se fue hacia la banquina derecha. Sin embargo, en tales circunstancias la esposa pudo tomar el volante y trató de corregir el curso del automotor, pero no logró evitar que el coche terminara incrustado en la barra metálica por escasos centímetros.
Conforme a las primeras pericias desarrolladas en el lugar, permitieron determinar que con esa maniobra en segundo término, por fortuna la barra metálica no atravesó el habitáculo del automóvil. Se atribuye que eso no ocurrió porque uno de los durmientes del protector apenas detuvo la marcha del vehículo luego de haberse doblado y desplazado por el impacto.
Los investigadores estiman que si la velocidad del vehículo al momento del choque hubiera sido apenas unos 10 ó 15 kilómetros más de la que se conducía, el durmiente no hubiera soportado la fuerza de empuje y en ese caso el extremo del guardarrail hubiese atravesado el habitáculo y a su conductor.

Airbags.
Las fuentes uniformadas también manifestaron que si la esposa de Walz no hubiera volanteado el vehículo en este momento algo hubiese desbordado en un saldo para con los pasajeros accidentados. Se logró determinar que la trayectoria marcada del vehículo era directa al interior del cauce del río Salado, el cual en la actualidad está seco. Se debe tener en cuenta además, que el desnivel desde la ruta al fondo es importante y lleno de piedras de tamaño de consideración. Ninguno de los ocupantes resultó con lesiones, también por la fortuna que al ser un auto de alta gama, se activaron todos los airbags.
Los tres pasajeros fueron derivados preventivamente por personal sanitario y ambulancia de Chacharramendi hasta el Hospital Padre Angel Buodo de General Acha, donde luego de haberse realizado algunos estudios por profesionales de la guardia médica, fueron dados de alta sin complicaciones.