Entregaron escrituras a vecinos de General Acha

Los vecinos habitaban en forma precaria y fueron beneficiarios de viviendas sólidas hace más de dos décadas. Los adjudicatarios asisten ansiosos por obtener su título de propiedad.
Desde mediados de este mes, el gobierno de La Pampa, a través del Instituto Provincial Autárquico de Vivienda (IPAV) puso en marcha una última etapa para la regularización de propiedades en casi medio centenar de unidades habitacionales que se entregaron hacia fines de 1994 en esta ciudad.
El plan, en una operatoria especial, fue denominado "Erradicación", pues se trataba de localizar a numerosas familias que se encontraban afincadas en forma precaria dentro de un sector que se denominaba "Acha Chico", que en la década del 70 fue incorporado al área catastral de General Acha.
Las nuevas casas se hicieron con una contrapropuesta, que consistió en la demolición de las habitaciones originales.
Entre los principales cambios, además de las estructuras edilicias, se mejoraron aspectos como el acceso a redes de agua potable, como asimismo habitaciones y sanitarios, a lo cual se añadirían posteriormente los servicios de gas natural y desagües cloacales. En este último rubro, hubo intervenciones importantes en al Plan de Mejoramiento de Barrios (Promeba).

Adjudicataria.
María Angélica Jofré, que habita una de las casas del IPAV, explicó que el lunes 13 en la Delegación local le entregaron una documentación que debía complementar ante una escribanía, adonde se confeccionaría el poder de propiedad de su inmueble.
Sin embargo, recordó la época atravesada en el barrio periférico. Dijo que a fines de 1994 "nos dijeron que nos iban a hacer una casa de barrio", con la promesa de que a los pocos meses tendría cada frentista su escritura de propiedad del inmueble asignado, todos ellos situados en lotes hasta entonces baldíos municipales en el suroeste del radio urbano.
"Hace 24 años y siempre preguntando cuándo nos van a dar la escritura", explicó la mujer, quien añadió que concurrió a la sede local IPAV en reiteradas ocasiones. Recordó también reclamos junto con Teresa Córdoba y Trinidad Rosas, por medio de este diario. Dijo que de esa época han transcurrido casi cuatro años, sin que el propósito de ésas y otras personas se llegara a consolidar, como es el deseo general.

Nostalgia.
Jofré lamentó que en algún momento, el nivel de la paciencia se desbordaba y se preguntaba: "Para qué nos sacaron de allá. Decían que estábamos aislados, pero ahora están haciendo todo barrios".
A esa queja añadió que tal vez la solución más práctica se hubiera concretado con arreglos en las precarias viviendas de los moradores originales en el sector denominado "Acha Chico", situado en el extremo sur de la ciudad. No está ajena la historia como que los habitantes del lugar eran menospreciados o discriminados.
La situación tendió a mejorarse al decir de las autoridades en diferentes administraciones: "Acha es uno solo", les decían y por lo tanto no debían permanecer aislados del resto de la comunidad.