Jueves 18 de abril 2024

Familiares reclaman justicia

Redacción 29/01/2015 - 04.10.hs

Familiares y allegados a Maximiliano Cruz, el joven que falleció el viernes en el hospital Gobernador Centeno, donde permaneció internado en la Unidad de Terapia Intensiva durante tres semanas luego de ser herido por un policía en una persecución, se manifestaron ayer a la mañana frente al edificio de los Tribunales piquenses. Reclamaron que se hiciera justicia y responsabilizaron a la policía y a los funcionarios judiciales por el hecho.
Poco menos de medio centenar de personas, entre adultos y jóvenes, se concentró ayer en la vereda del Palacio de Tribunales, en la esquina de las calles 9 y 22, donde pintaron las paredes y vidrios con leyendas en las cuales apuntaron a los funcionarios judiciales y al efectivo Rodrigo Benvenuto, el único imputado en la causa en la cual se lo investiga por la presunta comisión del delito de "Homicidio simple con exceso en los límites expuestos por la ley".
Silvia Maya, la madre del joven fallecido, tomó contacto con la prensa que cubrió la manifestación, y habló de presuntas pruebas plantadas por la Policía, de la autopsia que se le realizó a su hijo en la morgue judicial y de la actuación de la fiscal Ivana Hernández. Además indicó que llevó a los Tribunales, un hierro con el cual Cruz habría intentado defenderse, y aseguró que portaba este elemento y no un arma de fuego, como indica la versión oficial.
"A mi hijo lo mataron dentro de mi casa, no en la calle donde le hicieron dar la cabeza contra la pared, como realizaron con muchos chicos que persiguieron y mataron, porque ellos quieren matar a los chicos", dijo la mujer.

 

Manifestación y pintadas.
También manifestó que su hijo peleó "por su vida durante 21 días", hasta que "en un momento su cuerpo le dijo basta". Además agregó que nunca se recuperó de la herida que le habría provocado en el pulmón el disparo de arma de fuego. También se quejó del accionar policial y opinó que la fiscala Ivana Hernández, que lleva la adelante la investigación contra Benvenuto, debería apartarse de la causa, puesto que entendió que al ser pareja de un jefe policial, actúa en complicidad con la fuerza. "Si a vos te dan la voz de alto, no te van a tirar al pecho, te va a tirar a los pies. Yo creo que si te tiran a los pies o al aire, te parás, pero a mi hijo el tiro le pegó en el pecho", sostuvo.
La mujer estuvo acompañada por familiares y allegados, quienes se sumaron a la manifestación y pintaron leyendas en la fachada de los tribunales locales. La mayoría de los mensajes apuntaron contra el oficial Benvenuto, quien fue calificado como "asesino" y al que le advirtieron que pagaría por el hecho. Además pintaron su fecha de nacimiento y su número de documento en los vidrios del edificio.
En otros mensajes se exigió "justicia" por el joven fallecido, y en la puerta principal de acceso al edificio se inscribió una leyenda contra los jueces.
En un momento de la entrevista que brindó ayer la mujer, se mostró esperanzada de los resultados que pueda llegar a arrojar el cotejo de muestras de ADN, que el juez de control Heber Pregno, mandó a pedir al Instituto de Investigación de Ciencias Criminales, que funciona en la ciudad bonaerense de Junín. También indicó que el joven no portaba un arma, sino que habría tomado un hierro del piso para defenderse.

 

"Pruebas plantadas".
"Hoy a la mañana traje a Tribunales el fierro que tenía mi hijo en la mano, porque dicen que tenía un arma, no era un arma, era un fierro, un caño que agarró del piso, y ahí debe haber huellas de él. Me van a decir que no van a encontrar sangre y huellas de mi hijo, lo traje yo porque sabía que no lo iban a levantar en el momento", sostuvo. En el mismo sentido sugirió que la Policía "está acostumbrada" a plantar pruebas, y que "van a inventar cosas para quedar bien".
Una vez que los manifestantes se dispersaron, se presentaron en el lugar los policías que prestan seguridad en el edificio, para corroborar las pintadas que habían efectuado. Fuentes judiciales informaron que se iniciará una causa contra los familiares de Cruz, por los daños causados a un edificio del Estado.
Maximiliano Cruz que fue baleado por un efectivo policial durante la tarde del 2 de enero de este año, tras una persecución, falleció el viernes a la madrugada en el centro asistencial piquense, luego que su cuadro se agravara durante los últimos días de la internación.
Luego familiares y allegados al joven mantuvieron algún enfrentamiento con efectivos policiales, y en primer momento se opusieron a que se le practicara la autopsia. Horas más tarde, el médico forense Rubén Bocchio llevó a cabo la autopsia en la morgue judicial, ante la presencia de las autoridades judiciales. A su término, el juez de control Heber Pregno le formalizó la investigación al efectivo Benvenuto, a quien no le dictó la prisión preventiva, y calificó el hecho como "Homicidio simple con exceso en los límites expuestos por la ley".

 


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