Jueves 11 de abril 2024

Hay 3 concubinatos por cada matrimonio

Redacción 17/02/2009 - 05.47.hs

Si se toma una muestra de la situación conyugal pampeana en 2008 puede decirse sin temor a equivocaciones que de cada diez casos encontramos siete uniones de hecho, dos matrimonios y un divorcio.
JUAN JOSE REYES
En La Pampa, en el año que termina de concluir, más de la mitad del total de parejas, de entre 15 y 49 años, se conformaron por "uniones libres", "concubinatos" o "parejas consensuales". O sea, dos de cada cuatro parejas. El aumento del porcentaje de concubinatos en el total de uniones creció más de cuatro veces en los últimos 25 años. Los divorcios, las uniones de hecho, las parejas transitorias, los concubinatos, los ensamblados, las madres solteras -o padres solteros- con hijos y tantas otras acepciones han cambiado el retrato familiar de hace poco tiempo atrás. Divorcios a granel, explosión geométrica del concubinato, aparición de nuevas formas de relaciones de parejas, multiplicación del número de padres y madres solteros, convivencia de tres generaciones bajo un mismo techo, disminución en la cantidad de uniones formales y menores enlaces católicos. La caída de los matrimonios civiles y religiosos junto al aumento de los divorcios y la disparada de las parejas que legalizan el vivir juntos sin pasar por el matrimonio civil, dan por tierra con mucho de los pilares sobre los que se edificó la sociedad pampeana de mediados del siglo pasado.

 

Cada vez más.
En concreto, el concubinato es una unión de hecho de una pareja. No hay celebración de matrimonio civil, por tanto no se aplica la ley de matrimonio. Los hijos reconocidos tienen los mismos derechos que los hijos matrimoniales y todos los bienes adquiridos por la pareja de concubinato (siempre que ambos hayan trabajado para obtenerlos) constituyen una sociedad de hecho y al separarse la pareja puede solicitársele al juez la liquidación de la sociedad como si fuera una sociedad civil.
El concubinato fue en alguna época en La Pampa un tema polémico que era visto casi con desprecio. En nuestra sociedad actual, existen cada vez más, familias divididas con el consecuente crecimiento de los divorcios y las uniones de hecho. Como dato alusivo puede decirse que, en nuestra provincia, en 1960 sólo el 7% de las parejas no estaban casados, en 1991 esa proporción había aumentado al 18% y en el presente supera el 35 por ciento.
Sólo en la ciudad de Santa Rosa, en 1961 había un 1,5% de concubinos mientras que en el 2001, la cifra aumentó al 21,8% y en 2008 trepó al 32,8% del total de parejas. Así y todo, las cifras han aumentado hasta el punto que en la próxima década más del 60% de las parejas serán producto de uniones consensuales.
Todo esto lleva a la reflexión de que el concubinato no es algo de pocos, sin relación de continuidad y totalmente al margen de la ley. La última década demuestra lo contrario. Es así, que el derecho de daños, mediante sus finalidades de prevención, resarcimiento y punición, no ha dejado de lado esta realidad familiar, reconociéndole incluso, legitimación a la concubina para accionar por daños y perjuicios; por eso mismo, el derecho debe velar por permitir un reconocimiento integral, frente a la disolución abrupta de esa situación de hecho.
Jurídicamente, el concubinato cada vez otorga más derechos a ambas partes de la unión. Los divorcios suben lentamente mientras los matrimonios decaen. Es parte de un proceso demográfico irreversible en el que intervienen todas las clases sociales

 

Datos sorprendentes.
Con respecto al total de las Actas de Concubinato, puede decirse, como lo indica el cuadro anexo, que alcanzaron las 2.581 en la provincia, es decir que triplicaron a las de matrimonio (855). Hubo 926 en Santa Rosa, 790 en General Pico y 865 más en el resto de la provincia. Como parte de una tendencia mundial, y según datos del Anuario Católico de la Iglesia Argentina, en los últimos 10 años la cantidad de contrayentes católicos bajó de 5,89 a 5,42 por cada mil matrimonios en todo el mundo. Los números en el país y en nuestra provincia, en particular, reflejan aún más esta caída. Las cifras dicen que en la última década el descenso de los matrimonios católicos llega al 25%, pasando de seis casamientos por el culto católico a tres sobre diez contrayentes por Civil.
Este panorama se presenta bajo un contexto donde las relaciones personales están cambiando. Cada vez hay más matrimonios que se separan después de haberse prometido amor eterno ante el altar. Otro dato sorprendente, provisto por el Registro Civil de La Pampa, es que las emancipaciones (menores que pueden tomar decisiones económicas y jurídicas como un mayor) treparon a 459 el año pasado, lo que marca un crecimiento del 160% con respecto a 2007. Las principales causas serían los trabajos de menores de edad en las zafras granarias, en las faenas frigoríficas y el CEPIP.
Todos los datos aquí consignados fueron otorgados por la titular de la Dirección General del Registro Civil y Capacidad de las Personas la doctora María Irene Giusti; la jueza de paz de Santa Rosa, Nélida Esther Roldán, y la de General Pico, Marta Susana Covella.

 


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