Sabado 23 de marzo 2024

Mendocinos no quieren mandar ni siquiera el desagüe del Atuel

Redacción 18/10/2012 - 04.53.hs

El presidente de la Asociación de Productores Agropecuarios planteó que Mendoza sólo debe entregar agua cuando se construya la obra del trasvase del río Grande al Atuel.
El presidente de la Asociación de Productores Agropecuarios del Atuel, Roberto Hartman, afirmó ayer que la entidad se opondrá a la entrega de agua a La Pampa hasta que se construya la millonaria obra del trasvase del río Grande.
En una radicalización de la postura histórica de los productores mendocinos sureños, el dirigente cuestionó la llegada del recurso hídrico a La Pampa a través del río Atuel y remarcó que no Mendoza no debe entregarle "ni agua de desagüe".
Por estos días, de acuerdo al gobierno cuyano, a la provincia están ingresando alrededor de cuatro metros cúbicos por segundo que no son aptos para cultivos debido al alto grado de salinización del agua, pero sí para la ganadería.
Ese caudal mínimo proviene de las Aguaditas y tiene tres gramos de sal por litro, según datos técnicos del Ministerio de Infraestructura de Mendoza. Pero Hartman, en declaraciones a MDZ Radio, también se negó a ello y adelantó que la APAA mantendrá esa postura hasta que se complete la monumental obra.
El titular de la asociación de productores sostuvo que "no le vamos a dar agua a La Pampa hasta que se construya el trasvase del río Grande al Atuel, y hasta que no reguemos las 75.000 hectáreas que dice el fallo de la Corte Suprema", en alusión al pronunciamiento del máximo tribunal del país, de 1987, declarando la interprovincialidad del río.
"Hasta que no reguemos eso no tenemos que dar agua. Ni agua de desagüe, no tenemos que darle nada. Pero hay algunos políticos que sí quieren entregar agua", remarcó Hartman.
Además, afirmó que bajo el actual régimen de riego, la situación de los productores es caótica: "Cada 15 días llega el agua. Viene una miseria, y de una finca de diez hectáreas sólo se pueden cultivar dos o tres", concluyó.

 

Pulseadas aquí y allá.
En las últimas semanas, la polémica se ha vuelto a instalar en Mendoza luego de que desde el radicalismo se cuestionara la entrega de agua, y el gobierno respondiera que solamente puede usarse en emprendimientos ganaderos.
El 7 de agosto de 2008 los gobernadores de ambas provincias, el pampeano Oscar Mario Jorge y el mendocino Celso Jaque (sucedido por Francisco Pérez) firmaron un acta-acuerdo, ante la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, por el cual Mendoza se comprometía a garantizar un mínimo de escorrentía permanente en el límite interprovincial. Sin embargo, después de cuatro años, ese convenio todavía no fue ratificado por los legisladores cuyanos.
La decisión de permitir al menos la entrega las llamadas "colas de riego" parece enmarcarse en la estrategia mendocina de evitar un juicio de La Pampa, ya que los costos de remediación ambiental podrían ser inmensos, de acuerdo a lo publicado en medios de esa provincia.
A su vez, en La Pampa, diputados oficialistas ligados al vernismo, la Fundación Chadileuvú y otros sectores vienen insistiéndole a Jorge para que reclame ante la Corte Suprema. Para ello se basan en el informe elaborado por técnicos e investigadores de la Universidad Nacional de La Pampa, en el que se cuantificó el daño que le provocó a la provincia el corte del río.
El trasvase del río Grande al Atuel es una obra millonaria que Mendoza promueve y que apunta a llevar agua del río Colorado al Atuel, a través del Grande, para cumplir con la escorrentía mínima de los cinco metros cúbicos. Pero La Pampa, que como integrante del Comité Interprovincial del Río Colorado (Coirco), tendría que aprobar esa medida, se opone porque aduce que no estaría recibiendo agua del Atuel, como dijo la Corte.

 


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