Motociclista detenido tras agresión

(General Pico/Agencia)
Una maniobra prohibida provocó un choque entre una moto y un auto. No hubo lesionados de consideración. En una injustificada reacción, el conductor del vehículo menor golpeó al automovilista, a una policía y a un paramédico, y fue detenido.
Dos hombres, apellidados Pérez y Alcaín, que se conducían en una moto 110 cc en compañía de un niño que viajaba entre ellos, reaccionaron violentamente contra el automovilista con el que minutos antes habían chocado, el personal policial y médico del servicio de emergencias que asistió al lugar del siniestro.
La colisión se produjo alrededor de las 19.30 del sábado, en calle 8 entre 1 y 3 frente al sector trasero del predio del Correccional Abierto Unidad 25 del Servicio Penitenciario Federal. Transitando por calle 8 hacia calle 1, se trasladaba un empleado del Servicio Penitenciario al mando de un Renault Clio. En el mismo sentido viajaban los motociclistas, Pérez conducía, el niño en el medio y Alcaín como acompañante.
Cuando el agente penitenciario, de apellido Villalba, se dispuso a ingresar con su auto al sector del lavadero que funciona en el predio, no advirtió que por su derecha intentaba superar la línea del auto una motocicleta.
Al iniciar la maniobra de doblado, correctamente anunciada, el auto fue embestido en la punta del paragolpe derecho por la moto. En el golpe fueron despedidos los motociclistas y desprendió el paragolpe del auto.
El niño, que viajaba entre los mayores, cayó sobre la vereda del centro penitenciario, golpeándose, sin mayores consecuencias.

Reacción violenta.
Pérez, que conducía la moto, tuvo una reacción inesperada, quizás potenciada por la sospecha que las lesiones que sufriera el niño fueran de mayor importancia. Primero la emprendió a golpes contra el agente penitenciario que manejaba el auto. Pérez alcanzó a Villalba con un puñetazo en su boca y otros en distintas partes del cuerpo mientras el penitenciario asistía al nene accidentado.
Luego y cuando un móvil de Comisaría Primera se constituyó en el lugar para realizar la prevención, Pérez agredió a una mujer uniformada de apellido Moriena. A la policía le aplicó un puñetazo en un ojo cuyo hematoma le impidió una buena visión por algunas horas.
Para completar su irracional reacción, el joven agredió al personal del servicio de emergencias que concurrió al lugar a asistir a los accidentados, aunque en esta ocasión no alcanzó la humanidad de los médicos y paramédicos.
Cuando logró ser contenido, la comisión policial detuvo a Pérez bajo los cargos de lesiones, atentado y resistencia a la autoridad.

Lesiones leves.
El pequeño que acompañaba al irascible motociclista fue trasladado a la guardia del centro asistencial donde se le realizaron los estudios médicos de rigor y se constató que no sufrió lesiones de importancia, sólo algunas contusiones y golpes, producto de la rodada tras ser despedido de la motocicleta. La suerte acompañó al niño, dado que la vereda del lugar no está embaldosada y rodó sobre la tierra.
Alcaín, en tanto, fue trasladado al hospital para recibir atención, Pérez fue conducido a sede policial, bajo la acusación de lesiones, atentado y resistencia a la autoridad.
De acuerdo a lo informado por el subcomisario Alfredo Rebichini, jefe de la Comisaría Primera, tanto el niño como Alcaín recibieron el alta médica luego que se practicaran las curaciones respectivas.
Rebichini afirmó que la responsabilidad en el siniestro fue del motociclista, que intentó el sobrepaso sobre el sector derecho del auto, dado que el automovilista circulaba por la mano correcta y anunció la maniobra de giro con el guiño correspondiente.