Operada obtuvo domiciliaria

(General Pico) - Rosa Gómez reclamó para que su hija que cumplía prisión en la Comisaría Tercera de esta ciudad, y fue operada, obtuviera el arresto domiciliario. A pocas horas de tener el alta médica parecía que la detenida iba a tener que dormir con una colchoneta sobre el suelo de la celda pero la Justicia le otorgó el beneficio.
Gómez, oriunda de Santa Rosa, se contactó con LA ARENA y manifestó su desesperación porque su hija Graciela Scheppe (45) cumplía su sentencia por robo en la Comisaría Tercera y carecía de las condiciones necesarias para garantizar su recuperación. La mujer recibió ayer la noticia de que la Justicia dio el visto favorable a ese pedido y esperaba que la policía concretase el traslado.
Gómez señaló que habían realizado los reclamos pertinentes ante la Justicia. Como su hija fue operada esta semana en el Hospital Gobernador Centeno, donde le practicaron una intervención de tipo ginecológica el 23 de septiembre, ella y su familia pedían un lugar adecuado para la recuperación de Scheppe. Pero cuando salieron del centro médico la detenida fue enviada nuevamente a una celda compartida en la cual no tenía una cama y debía dormir con una colchoneta sobre el piso.
La madre se presentó en este diario con el certificado médico, firmado por la médica que intervino a su hija, en el cual está asentado que la mujer fue sometida a una "histerectomía abdominal" y que por lo tanto "no se recomienda dormir en el piso por 60 días", además se detalla que la paciente necesitará ayuda para movilizarse y también curaciones.

Operación pendiente.
Gómez explicó que su hija tiene una sentencia de cinco años y, como no había cupo en el sistema penitenciario, quedó alojada desde principios de este año en la Comisaría Tercera. Tiempo atrás Scheppe comenzó a tener problemas de salud y luego de dar a conocer la situación al juez Martín Saravia y al defensor Alejandro Osio, se le brindó atención médica. Poco después la mujer fue intervenida y ayer recibió el alta. Además, Gómez explicó que su hija tiene un problema en la espalda por un tendón cortado y más adelante deberá ser operada otra vez.
Ayer en la mañana la angustia de Gómez era evidente, ella indicó que en la celda había otras mujeres detenidas, que ninguna tiene cama y que tampoco tienen mesas o sillas. Por otra parte, ahora su hija no va a poder moverse sola y necesitará ayuda, porque si hace algún esfuerzo puede correr el riesgo de desarrollar una hernia o presentar otras complicaciones. Para alivio de Gómez, en horas del mediodía se confirmó la prisión domiciliaria.