Jueves 11 de abril 2024

Pérez Esquivel visitó el enterratorio del cacique Mariano Rosas

Redacción 22/08/2014 - 04.20.hs
(Victorica) - En la mañana de ayer el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, visitó el enterratorio de Mariano Rosas en Leuvucó. En 2001, Esquivel estuvo presente en la restitución de los restos del cacique ranquel, cuando fueron recuperados del Museo de Ciencias Naturales de La Plata. En 2002, el Nobel acompañó a Graciela Pereyra, quien denunció en los Tribunales de Buenos Aires al Jefe del Ejército Argentino, por la muerte de su hijo, Segundo Cazanave.
Con motivo de su visita a Santa Rosa, donde presentó "La Pampa por la paz", viajó hasta Leuvucó acompañado de la vicegobernadora Norma Durango. Fue recibido en el Enterratorio por Lonkos de Comunidades ranqueles pampeanas y por el intendente de Victorica, Hugo Kenny.
Mientras tomó mate frente a la tumba donde ahora descansan en tierra los restos de Mariano Rosas, Pérez Esquivel insistió: "hay que recuperar las raíces, la pertenencia. Si no sabés para dónde vas, regresá para saber de dónde vienes", sostuvo.
Por otra parte, el Nobel de la Paz precisó que "volver aquí a Leuvucó significa mucho para mí. Porque acá están todos los pueblos originarios juntos".

La lucha de Pereyra.
Graciela Pereyra de Cazanave, la madre de Segundo Cazanave, ex cadete del Ejército denunció en 2002 al jefe de la fuerza, teniente general Ricardo Brinzoni, entre otros, y pidió ante la Justicia que se los investigue por los "tormentos seguidos de muerte" que sufrió su hijo en la Escuela de Suboficiales General Lemos, en Campo de Mayo.
En aquella oportunidad, todo Victorica y pueblos oesteños veían en los noticieros de Capital Federal a Graciela Pereyra con un cartel en manos que tenía la foto de su hijo y la leyenda que cuestionaba: ¿qué pasó con Segundo?
Graciela no estaba sola, a su lado, entre otros, la abrazaba el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
Luego de luchar con una larga enfermedad, Graciela falleció. En su lucha de justicia, expresó hasta el cansancio que su hijo fue "torturado por alumnos de segundo y tercer año" de esa escuela, que lo habían "tomado de punto" y periódicamente lo "bailaban" y sometían a maltratos, bajo el conocimiento de las autoridades militares, que avalan ese tipo de prácticas.

 

Segundo Cazanave.
El joven pampeano de 21 años había ingresado a la Escuela de Suboficiales en febrero de 2002 y, casi cuatro meses después, a fines de mayo, fue encontrado muerto en un departamento de Federico Lacroce al 4136, en el barrio porteño de Colegiales, que le prestaba su tutor del Ejército, Guillermo Pérsico, para pasar los fines de semana.
La autopsia reveló que Segundo Cazanave sufrió golpes que le provocaron la muerte y que su estado físico previo al deceso era muy malo, ya que había adelgazado por lo menos 20 kilos desde su ingreso a la escuela, informaron fuentes ligadas a la causa.
El cadete fue encontrado muerto el 28 de mayo, aunque se cree que murió el 23 de ese mes, el mismo día que se retiró del hospital Militar de Campo de Mayo, tras solicitar la baja.
La sola denuncia del caso del cadete hizo recordar al asesinato del soldado neuquino Omar Carrasco, cuyo crimen ocurrido el 6 de marzo de 1994 en un regimiento de Zapala, derivó en la abolición del servicio militar obligatorio, que estaba vigente desde 1902.

 


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