Recomiendan exponer hallazgos

De las excavaciones realizadas en el predio de la Escuela 11, surgió que las piezas recopiladas del subsuelo corresponderían a materiales del siglo XX. Un solo sitio todavía permanece abierto.
El trabajo arqueológico desarrollado en el predio de la Escuela 11, bajo la superficie donde se edifica un flamante salón de usos múltiples (SUM), arrojó como primer resultado que los elementos rescatados cuentan con características morfológicas que los asimilan con materiales del siglo XX. De esa manera, quedaría descartado que correspondan al antiguo Regimiento de Caballería, edificado y demolido en la época fundacional, que data del 12 de agosto de 1882.
El detalle fue rescatado por esta corresponsalía en el informe proporcionado por la Subsecretaría de Cultura, a través del equipo técnico de arqueología, que desarrolló su investigación hacia fines de septiembre y el 20 de octubre del año pasado. Sus integrantes fueron Carlos Landa, Virginia Pineau y Lía Mercedes Pera.
El estudio fue encargado por la Municipalidad de General Acha, desde una inquietud vecinal, al haberse hallado elementos de construcción en capas de diversas profundidades mientras se ejecutaban las excavaciones para la colocación de las bases del nuevo SUM.

Conclusiones.
En la referencia de las conclusiones del estudio arqueológico, el informe precisa que en uno de los pozos "dadas sus características morfológicas, los hallazgos realizados se corresponden con materiales del siglo XX. Esto permite desechar que se trate de espacios vinculados con el Regimiento de Caballería, sino con restos murarios de la cárcel allí establecida hacia mitad del siglo pasado", que también fue demolida.
Los arqueólogos refirieron a continuación a la valoración de elementos diciendo que "no todo puede ser conservado, más aún en una ciudad en constante expansión. Sin embargo, consideramos que pueden realizarse obras de manera de lograr un balance que considere tanto al avance de infraestructura, como la conservación y estudio del patrimonio", sin impedir la continuidad del proyecto edilicio en ejecución.
Entre las evaluaciones más significativas a criterio de los especialistas, se señala el hallazgo de "un muro y un derrumbe" de la misma construcción antigua, que sin embargo no ameritan modificar la planificación moderna.
Desde el punto de vista de la puesta en valor del predio y los hallazgos, los arqueólogos recomiendan "designar un espacio dentro del SUM, con el fin de exponer los trabajos arqueológicos realizados, sus resultados y su relación con la historia". A ello se podría añadir un relevamiento con relatos que desemboquen en un documento como "un acervo de la memoria oral local".

Sedimentos.
Dentro de la descripción del estudio, se incluyen detalles de cada uno de los hallazgos en los laterales de los pozos que la empresa constructora realizó para colocar las bases del nuevo SUM.
Entre ellos describen con algunos términos técnicos que los restos "en su mayoría colmatados con sedimento depositado por efectos pluviales" y que resolvieron mantener el denominado pozo 2, sin rellenar.
Los estudios se hicieron sobre los perfiles, que se definen por su orientación cardinal, con extracción y registros de muestras sedimentarias.
En un sector hallaron un muro de ocho filas de ladrillos, unidos entre sí por argamasa de color negro.
En forma alternada, localizaron lentes de carbón, restos óseos (de animales) y raíces, que habrían quedado sepultados cuando se realizó el alteo para la edificación principal del histórico establecimiento educacional.