Salud quiere reactivar el laboratorio de General Pico

El Consejo Patagónico de Salud aspira a que todas las provincias de la región posean uno. Pretende que cada distrito se especialice en la producción de determinadas drogas para luego realizar un intercambio. El de General Pico está inactivo desde 2012.
El ministro de Salud, Mario González que el gobierno provincial y la Municipalidad de General Pico están trabajando en conjunto para reflotar el laboratorio de medicamentos que funcionó entre los años 2004 y 2012 en esta última ciudad. "La idea es reabrirlo, cumpliendo una serie de normativas que hoy no se tienen", explicó en una audición televisiva.
La intención de reabrir los laboratorios estatales que cerraron e inaugurarlos en las provincias donde no había, es parte de las líneas de trabajo que se analizan en el Consejo Patagónico de la Salud, un órgano que reúne a las carteras sanitarias de todas las provincias de la Patagonia, una suerte de réplica regional del Consejo Federal de Salud (Cofesa).
"La idea es que cada una de las provincias tenga un laboratorio y que cada una se especialice en determinados medicamentos y que luego se produzca el intercambio", aseguró González en su visita a los estudios de CPEtv para participar del programa "La parte y el todo", que se emite los miércoles a las 22.

Actividad suspendida.
El Laboratorio de Medicamentos Genéricos de General Pico permanece con su actividad productiva suspendida dado que el inconveniente con la propiedad del inmueble en que está emplazada la planta, en el Parque Industrial piquense, todavía no se ha resuelto. Hace más de seis meses que desde la comuna piquense afirmaron que el tema del inmueble era ineludible al momento de solicitar la habilitación.
La Secretaría de Hacienda del municipio es el área que tiene a su cargo el laboratorio, y según pudo consultar LA ARENA, por ahora, no se han tomado nuevas decisiones ni hubo avances en cuanto a la tramitación de la habilitación. El funcionario que dirige esa secretaría, Ricardo Viglia, señaló que están en contacto con el gobierno provincial para saber acerca de las gestiones sobre la propiedad del inmueble.
El espacio en el cual funcionaba el laboratorio, no el edificio en sí, pertenecía a una persona de esta ciudad que falleció. Por lo tanto, los herederos debían realizar la sucesión para luego poder disponer la venta o el uso de ese predio. Pero fue justo ese trámite, que permite el traspaso del bien dentro de la familia, el que tuvo inconvenientes y ocasionó parte de la demora.
Cuando la sucesión finalice se espera que el Estado pampeano adquiera el inmueble y luego está la promesa de que se otorgue al municipio piquense la tenencia. Viglia explicó que para poder proyectar la puesta en marcha del laboratorio era necesario que el gobierno fuese el titular del bien inmueble. De ese modo se podría avanzar con los trámites ante la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).

Drogas incineradas.
En el Concejo Deliberante de la ciudad norteña funciona una comisión específica para tratar temas relacionados con el laboratorio. Allí no han tenido novedades. Según manifestó uno de los ediles, el último tratamiento que realizaron al respecto fue a fines del pasado año cuando se autorizó la quema de los medicamentos que quedaron dentro de la planta y estaban vencidos.
Un mes llevó quemar, en el horno pirolítico ubicado en el hospital Gobernador Centeno, la última tanda de medicamentos producida a fines del 2012. En noviembre del 2013 se incineraron unas 200 cajas de tipo hospitalarias, las cuales poseen mayor capacidad que las que se utilizan para venta al público. En esos recipientes había pastillas de 20 tipos de drogas entre diclofenac, ácido fólico, amoxicilina, aspirina, atenolol, azitromicina, calcio, ciprofloxacina, claritromicina, glibenclamida, ibuprofeno, naproxeno y otros.
Esa variedad de medicamentos se producía en la planta inaugurada en el año 2004 y que funcionó durante ocho años. Dentro del suministro que realizó el laboratorio, se puede mencionar la venta de parte de su producción al gobierno provincial para abastecimiento de los establecimientos que dependen de salud pública.