Lunes 22 de abril 2024

"Sin el Atuel, nuestras almas andan errantes"

Redacción 25/06/2017 - 02.00.hs

La festividad se realizó en el parque Leuvucó, donde se encuentran los restos del cacique Mariano Rosas. Los ranqueles rogaron por la unión de los pueblos originarios y ratificaron su compromiso de luchar por la recuperación del río interprovincial.
Las comunidades aborígenes de La Pampa celebraron el "We Tripantü", Año Nuevo Ranquel, en el parque aborigen de Leuvucó, ubicado a 25 kilómetros de Victorica. En ese sitio se encuentra el enterratorio del cacique Mariano Rosas (Panguitruz Nürü). La festividad inició el viernes a la noche con una ceremonia religiosa y finalizó ayer al mediodía.
Los ranqueles, alrededor del fuego sagrado y al sonar de trutrukas y cultrunes, rogaron Al Vuta Chao (al Gran Dios) por la unión de los pueblos originarios, mejoras en las condiciones climáticas que permitan buenas cosechas y alimentos, el bienestar de los hermanos de las distintas comunidades, entre otras rogativas.
Estuvieron representantes de las comunidades de Mendoza, San Luis, Córdoba, Mar del Plata, Buenos Aires, Bahía Blanca y del territorio pampeano situadas en Puelén, Emilio Mitre, General Acha, Santa Isabel, General Pico, Parera, Realicó, Santa Rosa y Victorica. Este año, para sorpresa de todos, asistió una turista de Estados Unidos, que viajó especialmente para presenciar esta celebración.
El lonko de la comunidad "Rosa Moreno Mariqueo" de Victorica, Nazareno Serraino, señaló que esta festividad viene siendo una costumbre desde que los restos del cacique ranquel Mariano Rosas volvieron a Leuvucó en 2001. "Las comunidades ranqueles y público se acercan a compartir este festejo, que nos permite reencontrarnos con nuestra espiritualidad, la cual con la vorágine del día a día se pierde", manifestó Serraino a Zonal Press.

 

"Un hito".
El gobernador de la población ranquel en La Pampa, Carlos Campú, expuso en la audiencia de conciliación por el río Atuel ante los jueces de la Corte Suprema de Justicia. Su pueblo se sintió identificado con su testimonio.
"Esta audiencia fue un hito, expusimos unas buenas razones y Mendoza tuvo un traspié y casi se quedó sin argumentos al defender su posición. Sentimos mucha alegría al compartir con la clase política de nuestra provincia, la Universidad Nacional y con todos los que aportamos un grano de arena para esta lucha, que llegó a esta instancia tan importante", reflexionó Serraino.
"La historia la he vivido desde muy adentro porque mi vieja es una refugiada ambiental de Limay Mahuida, que a los 12 años tuvo que ir a trabajar de sirvienta a una casa porque quedó muy pobre la familia después del corte del río Atuel. Mi viejo es nacido y criado en Santa Isabel. Me crié escuchando historias de sufrimiento. Lo vi con agua en 1982 por situaciones climáticas extraordinarias porque (a Mendoza) le sobraba y la largó, después nunca más tuvo agua de calidad", continuó Serraino, al recodar su vida.
"Los pampeanos nos merecemos el beneficio del agua sana. Hay una parte espiritual del pueblo ranquel, que no la pudimos expresar ante la Corte y tiene que ver con nuestra muerte. Cuando morimos somos enterrados en una loma con alimentos, eso es porque nuestra alma hace un viaje. Antué, según una traducción ranquelina significa río o lugar de las almas. El alma se orienta en el río y viaja a los picos más altos de la Cordillera donde está el Corral de los Muertos Buenos, un lugar iluminado donde descansan las almas de las personas que han sido buenas. Sin el río, nuestras almas andan errantes", contó.
"Estamos luchando para que cuando un hermano ranquel muera tenga una ceremonia y que su alma vaya al lugar que corresponda. Muchos años lleva postergada nuestra cosmovisión o modo de interpretar la muerte del ranquel sumado a esto el desastre ambiental que el corte del río ha ocasionado", agregó.

 

"Muy positivo".
El presidente de lonkos, Pedro Coria, dijo que en esta celebración "venimos a rendir cuentas de lo que hicimos durante el año y a renovar energías para encarar la lucha. Por suerte las comunidades pampeanas hemos avanzado bastante, el balance es muy positivo". El pueblo ranquel sumó su apoyo a la defensa de los ríos pampeanos y lo demostraron ante la Corte Suprema.
"Acordamos que íbamos a acompañar a Provincia como Amigos del Tribunal y cuando empezamos a escribir los fundamentos, que expuso el cacique gobernador, nos dimos cuenta lo mal que la había pasado nuestro pueblo cuando el río se secó. Fijamos el compromiso de lucha y lo estamos cumpliendo", afirmó.

 

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