Tramitan un nuevo médico del PAMI

(General Acha/Agencia)
Un alto porcentaje de beneficiarios del PAMI volvió a quedarse sin médico de cabecera. Ellos y sus familiares hallaron una alternativa, pero ahora vuelve a preocuparlos la falta de un espacio físico.
Por iniciativa de los propios pacientes, familiares y colaboradores, miembros de la clase pasiva de esta ciudad desarrollaron trámites para obtener un nuevo médico para la obra social. La dificultad los lleva a recurrir al servicio de salud pública o privada y muchas veces absorber el costo total de la medicación.
Si bien las fuentes consideran que sería todavía prematuro dar a conocer la identidad del profesional, sostienen que las conversaciones llevan al convencimiento que el servicio se podrá reestablecer en apenas algunos días, o más tardar a principios de octubre.
Los jubilados y pensionados de General Acha constituyen el objeto de singularidades producidas por reiteradas falencias, y en consecuencia han carecido de la presencia profesional, como asimismo la prescripción médica y la medicación. Esa situación pudo haber de alguna manera desbordado la capacidad de atención del hospital Padre Angel Buodo, incrementando la demanda, con un alto número de pacientes que en la práctica deberían corresponder a otro sector, con la modalidad de médico de cabecera.

Reemplazo.
Diversas versiones recogidas por esta corresponsalía, permiten determinar que la problemática se basa en que desde fines de agosto, gran parte de los jubilados y pensionados quedaron a la deriva, a raíz de la renuncia de Lorena Cattaneo, que se desempañaba como médica del PAMI.
Sin embargo, con las dificultades que su edad supone, los adultos mayores -que deberían ser llamados "beneficiarios"- no se resignaron y por el contrario, se pusieron a cuestas la tarea de conseguir un reemplazante.
Ellos suponen que han cumplido esa meta, pero esperan coronarla con la firma del contrato correspondiente con las autoridades del PAMI. Otro prestador es un médico local, pero está cubriendo buena cantidad de pacientes, lo cual repercute en la necesidad de un segundo profesional.

Lugar físico.
No obstante la enorme preocupación, los pacientes vieron frustrada parte de su encomiable tarea al no contar con un espacio físico donde el médico pueda ejercer su trabajo.
Entre las alternativas más cercanas, vieron el Centro de Jubilados en San Martín al 673, cuyas autoridades habrían interpuesto la incomodidad de no disponer con personal para tareas de organización, como el otorgamiento de los turnos. En ese sentido, el médico del PAMI debe cumplir un régimen horario obligatorio mensual.
Otro lugar es la sede del PAMI, en calle Campos, casi San Martín. Pero allí los argumentos señalan que se trata de un espacio administrativo.
Ante esa situación, los jubilados elevaron una solicitud a la Cooperativa de Servicios Públicos. La respuesta de la institución solidaria podrá encuadrarse con el aporte de la sala virtual o los locales de enfermerías que la Cosega dispone para la atención básica de sus asociados.