Un empleado estatal denunciado por estafa

(General Pico) - Un vecino de esta ciudad denunció por estafa hace dos años a un empleado de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam), que trabajaba en la Facultad de Ingeniería. La Justicia llevó a cabo ayer una audiencia en la que se determinó la suspensión del juicio a prueba, por lo que el hombre permanecerá libre en tanto que no cometa nuevos delitos.
El caso, que podría ser tomado como una causa más de las que ingresan al sistema judicial, tiene como detalle significativo que el Estado quedó como vinculado al hecho. Ya sea por la función del imputado en una institución pública como es la universidad y por el pago que abonó el gobierno pampeano.
En el día de ayer se otorgó al imputado, de apellido Frencia, un beneficio conocido como "probation". Se trata de la suspensión del proceso de juicio en consideración de la relativa gravedad del ilícito y de que el hombre no posee antecedentes.
Por lo tanto, el denunciado deberá cumplir ciertas reglas de conducta como fijar residencia, someterse al control del Patronato de Liberados, no volver a delinquir y abstenerse de "concurrir a determinados lugares o relacionarse" con el perjudicado.
En el expediente tomaron intervención el juez de control Diego Ambrogetti, el fiscal adjunto Alberto Blanco, el abogado querellante Fernando Bardín y el defensor Marcos Bertone.

La estafa.
El hecho que se investigó ocurrió en octubre de 2012. En ese momento un vecino de esta ciudad denunció que habría recibido de Frencia un comprobante de ingresos brutos por una facturación que él no había realizado. Los hombres se conocían entre sí porque aparentemente el denunciante había realizado antes trabajos para la facultad y el imputado se desempeñaba es esa institución.
Según una fuente judicial, el perjudicado habría olvidado su talón de facturación en un lugar al cual tenía acceso Frencia y fue en esa oportunidad que el imputado emitió una factura por servicios a la universidad por un monto de 3.818 pesos. El gobierno realizó el pago por esos supuestos trabajos, pero el denunciante no fue quien cobró ese dinero y detectó la maniobra días después.
Las sospechas en torno al accionar de Frencia surgieron cuando el perjudicado debió abonar la carga impositiva de 97,90 pesos por la mencionada facturación.
Sin entender lo que ocurría el denunciante se presentó en la facultad y allí le mostraron una fotocopia del cheque que supuestamente él había recibido por algunos trabajos realizados. Entonces constató que la firma de quien cobró ese valor no era la suya. Después verificó que le faltaba en el talonario una factura y el duplicado.
Con esos elementos como pruebas realizó la denuncia que desencadenó un proceso judicial que se resolvió con la audiencia de ayer.