Lunes 15 de abril 2024

Una Navidad diferente para Hannen

Redacción 27/12/2016 - 00.55.hs

Parera es un pueblo bucólico del norte provincial, donde sus vecinos transcurren en general una vida tranquila, con los avatares propios de estos tiempos pero bien alejados de los grandes conflictos de modo que, se puede decir, se respira paz. Es precisamente lo que vino a buscar la joven Siria llegada a mediados de año a nuestro país.
Esta historia, que es la historia de Hannen Nasser, ganó las portadas de los diarios allá por junio de este año, cuando desde Damasco llegó primero a Ezeiza, y fue recibida por un grupo de por sus familiares argentinos e integrantes de la Asociación Árabe de La Pampa, con quienes se había contactado a través de Internet.
María Belén Nazer, prima de Hannen, había comenzado el contacto por internet hace cuatro años, y a medida que la situación empezó a complicarse en Siria empezaron a conversar sobre la posibilidad que la joven se viniera a nuestro país.

 

La llegada a Parera.
María Belén se ofreció como "Familia Llamante" y estuvo entonces en condiciones de recibir a Hannen en su casa de Parera. Su llegada naturalmente despertó grandes expectativas en la localidad, y por eso le dieron una fiesta de bienvenida.
Los primeros días fueron de conocimiento, de tratar de entender una nueva forma de vivir, propia de un pueblo del interior de la provincia. Sus dificultades con el idioma le impedían al principio una plena integración, pero entre su esfuerzo y las ganas y la solidaridad de quienes la rodeaban empezó a sentir verdaderamente que Parera, y La Pampa, podrían ser su tierra adoptiva.
Ahora, pasados cinco meses de su arribo a Argentina, La Arena dialogó con la joven Siria. El inglés fue el idioma en que la comunicación se hizo más fluida, porque obviamente tiene aún dificultades con el castellano.

 

Profe de inglés y fotógrafa.
"Cuando apenas llegué conseguí trabajo como profesora de Inglés en un Instituto de la vecina localidad de Realicó y viajaba a diario", contó; pero sin embargo un sueldo mínimo, a lo que se sumaba la incomodidad del traslado, la llevó a desistir de continuar. Más tarde consiguió trabajo como profesora de idioma en otro instituto, esta vez en Ingeniero Luiggi. "Allí conocí gente increíble y acabo de terminar las clases", contó con entusiasmo.
Más allá de la docencia, Hannen sigue haciendo algunos trabajos para fotógrafos -una de sus pasiones-, uno vinculado con Ingeniero Luiggi y otro en Santa Rosa, ambos referidos a la parte turística.
Por estos días Hannen asegura que está disfrutando de las vacaciones junto a su prima Belén y espera poder viajar pronto hacia Córdoba. "Me gustaría conocer Córdoba... dicen que es muy bello; y también la Patagonia argentina. He visto muchas fotos de paisajes muy lindos. Hasta ahora no he recorrido ningún país, pero me gustaría viajar a esos lugares. Todavía no tuve oportunidad, pero ya llegará", dijo con seguridad.

 

Novedades familiares.
Fue esta su primera Navidad lejos de su tierra y de su gente; y obviamente también estará a miles de kilómetros de su Damasco natal cuando el 2017 diga presente, en pocas horas más.
No son para Hannen momentos de fiesta, porque la lejanía, el conocer lo que pasa en su tierra donde viven sus familiares por supuesto pesan en su su ánimo, y en su alma. Es, al cabo, sólo una joven de 24 años que vino a tierras pampeanas buscando una paz que en Siria, su país, aparece lejana.
Recordó especialmente a su hermana que se encuentra en Damasco, capital de Siria: "Sigue con sus estudios, a pesar de la difícil situación que se vive en la región", contó, y explicó que "día a día sigo las noticias a través de familiares, por Facebook y los diarios digitales. Y no es fácil...", resumió.
Más allá de la nostalgia, de añorar su terruño y sus costumbres, y extrañar a sus familiares, pareciera que Hannen empezó a adaptarse. Sobre su estadía en La Pampa señaló que "es muy buena... disfruto de las amistades que hice y de las salidas con amigos. No, no me siento una extraña", aseveró.
Claro que estos días para ella serán bien diferentes. Es la primera lejos de su familia y de su tierra, y esta vez la mesa navideña tuvo sabor argentino.

 

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