Ahora resulta que sigue existiendo la esclavitud

Señor Director:
No me ha sorprendido saber que la esclavitud sigue siendo una realidad en nuestros días, a pesar de que presuntamente desapareció en el pasado siglo.
Digo que no me ha sorprendido porque siempre que he tocado el tema en las columnas a mi cargo he creído necesario advertir que si bien ya con nombres diferentes, sigue habiendo esclavos en el mundo humano a pesar de la solemnidad de las declaraciones que han dado cuenta de la voluntad de dar vuelta a esta página oscura y maldita de la historia. Está dicho que de buenas intenciones está pavimentado el camino del infierno.
El informe que acaba de producir la fundación Australiana WFF (Walk Free Foundation: del Caminar Libre), en nuestros días hay casi 36 millones de personas sometidas a alguna forma de esclavitud. El índice de Esclavitud Global que acaba de difundir la WFF dice que su lista incluye formas de tráfico humano (es decir, un comercio en el que la mercadería es carne humana), trabajos forzados, venta de trabajadores, matrimonio civil forzado y venta y explotación de niños. Dos de cada tres esclavos actuales son niños y más de la mitad de la cifra total citada son mujeres. También destaca que muchos de los trabajadores esclavos son usados para talar grandes bosques, de modo que esta esclavitud pone lo suyo para el acelerado deterioro del ambiente.
El Índice de referencia incluye una lista de los países donde la esclavitud es importante por el número de víctimas. Figuran en esa lista Mauritania, Uzbekistán, Haití, Quatar, India, Pakistán, República Democrática del Congo, Sudán, Siria y República Central Africana. Hay otros nombres con índices menores, entre ellos China, Indonesia, Bangladesh y Tailandia. Se aprecia así que la esclavitud más cuantiosa existe en África y Asia.
Algunos canales han estado pasando en estos días una película que muestra poblaciones de África, densamente pobladas, que apelan al deporte como una manera de salir de las condiciones de pobreza extrema. Se ve que la familia y a veces gran parte de esas comunidades se unen para generar posibilidades para algunos de sus jóvenes y que el atletismo y el fútbol figuran entre las opciones más atrayentes y promisorias. Sin duda se tiene en cuenta que las personas de color sobresalen en atletismo y últimamente también en el fútbol europeo. Ahora que se mira mucho los partidos del fútbol del viejo mundo, se puede ver que es raro el equipo importante que no tenga varios jugadores de color. Esto pasa en España, Italia e Inglaterra, principalmente, pero también en Francia, hasta en Alemania. Y en Rusia, Japón, China y otros lugares del sudeste asiáticos. El fútbol se ha convertido en el juego de mayor atracción y también de mayor rendimiento pecuniario. La película mencionada mostraba que no pocos jugadores de color solo cobran una parte del sueldo que figura en los balances de clubes, pues hasta la mitad o más queda en manos de sus "representantes". La reciente revelación de la corrupción de la FIFA y de no pocas centrales nacionales del fútbol, da cuenta de la mercantilización del deporte y del papel de mercancía de los jugadores.
Cito lo que he conocido por los medios indicados, pero me pregunto si la lista incluye a millares o millones de trabajadores de talleres clandestinos dedicados a la elaboración de ropas de marca. En este caso, también la Argentina tendría que entrar en el Índice de la ONG australiana. Estos talleres ocupan a mucha mano de obra esclava en el sudeste asiático y África, pero probablemente existen en todo sitio donde haya desocupación crónica, o sea en lugares donde ser ocupado como esclavo puede parecer una oportunidad para sobrevivir, en cuyo caso habrá quien diga que son "esclavos voluntarios".
El informe WFF es un elemento necesario y valioso, porque el mismo sistema maneja la distracción y la información para hacer creer que vivimos en un mundo feliz.
Atentamente:
Jotavé