Sabado 30 de marzo 2024

Al este y al oeste pero no aquí

Redacción 19/09/2017 - 01.48.hs

Dos sorpresas desagradables recibió la economía pampeana en las últimas horas. Una fue que la Obra de los Daneses y el segundo tramo del acueducto del río Colorado no figuran en el presupuesto que elaboró el Poder Ejecutivo Nacional para el año próximo; la otra fue el exiguo monto en obras públicas que llegará a nuestra provincia, muy inferior al que recibirán otras jurisdicciones que cuentan con gobierno que pertenecen o son simpáticos a la coalición Cambiemos.
La versión macrista del "látigo y la billetera" viene funcionando a todo vapor y lo dejan en evidencia las enormes disparidades que se ven en el mapa del país. Ayer este diario publicó el festival de obra pública que le aguarda a la provincia de Mendoza que contempla dos presas hidráulicas, obras viales al por mayor, gasoductos, carreteras y hasta jardines de infantes. El monto total destinado a los cuyanos es más de veinte veces superior al que le tocará a los pampeanos, una diferencia imposible de explicar por la racionalidad económica. Pero lo que sorprende todavía más es ver el nombre del embalse Portezuelo del Viento entre las obras contempladas cuando todavía resta un paso previo muy importante para decidir su comienzo: el estudio de impacto ambiental que viene reclamando La Pampa para toda la cuenca del río Colorado y que Mendoza pretende canjear por uno de magnitud mucho menor y solo limitado al área de la presa. Como si el manejo del dique no fuera a afectar a toda la extensión de un río tan importante ubicado en el límite de dos regiones estratégicas: Cuyo y la Patagonia.
Días atrás se presenció en La Pampa un áspero debate entre el diputado nacional del macrismo y el gobierno provincial. A las imputaciones del primero el segundo replicó con un dato incontrastable: no existen actualmente obras públicas financiadas por Nación en territorio nacional (salvo los modestísimos alteos en las rutas nacionales que se vienen haciendo con demora exasperante). Esa respuesta alentó la expectativa de que, tocado en su amor propio, el macrismo iba a alentar un cambio en la materia para "taparle la boca" al peronismo y, de paso, enviar un mensaje político con vistas a las elecciones para posicionar mejor a sus candidatos. El presupuesto nacional defraudó esas esperanzas con un paupérrimo aporte de Nación para la obra pública destinada a nuestra provincia.
Ni siquiera el dramático momento que está viviendo La Pampa a causa de las grandes inundaciones parece conmover al gobierno. Muy diferente ha sido el trato que le viene dispensando a nuestros vecinos de la provincia de Buenos Aires, también afectados por las aguas pero que cuentan, a diferencia de lo que sucede en nuestro territorio, con generosos aportes del Tesoro nacional. Como la mortadela del sánguche, los pampeanos ven pasar cuantiosos recursos al este y al oeste y no pueden evitar comparar con las pocas monedas que les toca.
En síntesis, el gobierno que venía a "cambiar", a "unir a los argentinos" y convocaba a marchar "todos juntos" no está haciendo más que replicar los peores vicios de la vieja política criolla y con un énfasis como hacía mucho no se veía.

 

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