Jueves 14 de marzo 2024

Ante la nueva circunvalación

Redacción 16/09/2014 - 04.05.hs

El proyecto puesto a consideración del Concejo Deliberante santarroseño respecto al trazado de una nueva avenida de circunvalación para nuestra ciudad aparece como auspicioso. El aumento del tránsito a nivel local, regional y nacional -Santa Rosa es un estratégico nudo de rutas ubicado en el centro mismo del país- puso en evidencia las deficiencias de la avenida actual que no solo fue completada con retraso sino que, en opinión de algunos especialistas, fue construida respondiendo a criterios urbanísticos ya superados.
Lo cierto es que hoy la avenida Santiago Marzo aparece como estéticamente muy controvertida y dividiendo a la ciudad en dos partes, con cruces poco prácticos y muy distanciados, especialmente para los peatones. Semejantes condiciones, sumadas a un tránsito cada vez más intenso y pesado -especialmente en el sector este- se han evidenciado en los numerosos accidentes ocurridos en esa vía, varios de ellos fatales. Además, si se aplica un mínimo criterio preventivo, hay que tener presente que es frecuente en esa área, ahora plenamente urbana, el tránsito de camiones con sustancias peligrosas, que tienden a agravar el peligro potencial de esos grandes vehículo.
Es de esperar que la nueva obra proyectada tenga en cuenta los inconvenientes de la actual. El hecho de desplazarla hacia zonas no pobladas sería una ventaja a fin de prever un margen más amplio a las banquinas y colectoras para evitar un nuevo poblamiento que las encime y reitere esa parte de los problemas.
Tal como señala el proyecto la nueva traza prioriza la derivación de las rutas nacionales 5 y 35, que son por donde fluye el mayor tránsito camionero, pero también sería interesante que se contemplara el rodeo completo de la ciudad por parte de la nueva arteria vial ya que, paradojalmente, Santa Rosa tiene una avenida de circunvalación que no la circunvala. Es comprensible que, por razones prácticas, se le otorgue prioridad al sector oriental, pero también convendría completar el circuito en su parte oeste, especialmente por el nuevo rol urbano que ha pasado a desempeñar Toay, con su densa área de residentes que trabajan en la capital.
Asimismo sería de desear que el municipio y Vialidad Nacional no demoren los acuerdos relativos a jurisdicción y aplicación de normas. Hasta el momento en ese aspecto hubo problemas de ductos, arreglos de la calzada y derechos y obligaciones de los vecinos. También en lo que concierne al ordenamiento del tránsito, aspecto en el cual la actual avenida de circunvalación deja mucho que desear, especialmente en cuanto a los frecuentes casos de falta de respeto a los semáforos y las normas de velocidad, constantemente violadas por multitud de automovilistas, sin que sufran sanción alguna.
Es para destacar la preocupación demostrada por las autoridades de planificar una nueva vía de circulación automotor, pues es una necesidad reclamada desde hace mucho tiempo. La circunstancia de poder proyectar la obra desde cero ofrece no pocas ventajas; una de ellas sería que se atienda la opinión de los usuarios y no se acepten sin discusión y por la sola razón de provenir de estamentos superiores, diseños que no respondan a las reales necesidades de la ciudad.

 


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