Sabado 20 de abril 2024

Crisis vuelve a ahondar desigualdades

Redacción 17/03/2017 - 01.15.hs

Por Louis Genot
RÍO DE JANEIRO
La recesión económica volvió a ahondar las desigualdades en Brasil por primera vez en 22 años, revela un estudio de departamento social de la Fundación Getulio Vargas (FGV-Social) de Río de Janeiro.
El índice Gini, en el cual 0 representa la equidad absoluta y 1 la absoluta desigualdad, fue en 2016 de 0,522, frente a 0,514 un año antes, precisa el informe publicado esta semana, elaborado con datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
Un empeoramiento que agrava la situación de uno de los países con mayor desigualdad en América Latina, dado que según datos del Banco Mundial, en 2014 solo Colombia (con un Gini de 0,535) y Paraguay (0,517) sufrían de una desigualdad mayor que Brasil en el hemisferio.
A manera de comparación, el Gini de Suecia en 2012 (último año disponible) era de 0,273.
"El aumento de las desigualdades (en Brasil) se explica por una combinación de dos factores: la inflación elevada y el aumento del desempleo", explicó a la AFP el director de la FGV-Social, Marcelo Neri.
"La inflación empezó a retroceder, lo cual es una buena noticia, pero el desempleo aumenta desde 2015, sin señales de inflexión", agregó.
El paro llegó en enero a un nivel récord de 12,6%, con casi 13 millones de personas inscriptas en las listas de desempleo.
La mayor economía de América Latina está en recesión desde hace más de dos años, con una contracción del PIB de 3,8% en 2015 y de 3,6% en 2016.
La caída del PIB per cápita fue aún mayor: -4,6% en 2015 y -4,4% en 2016.
"Estamos retrocediendo en materia de justicia social. En 2015, el índice Gini se había mantenido estable respecto a 2014 (0,514 frente a 0,515)", explicó el universitario.
"El PIB baja, el ingreso medio también y el de los más pobres aún más: todo lo contrario del círculo virtuoso del período 2004-2014", subrayó.
Neri advierte que las desigualdades tienen un impacto nefasto sobre la economía en su conjunto, porque los sectores más pobres de la población consagran una parte más importante de sus ingresos al consumo de productos de primera necesidad.
El gobierno del presidente conservador Michel Temer lanzó una serie de medidas de austeridad para tratar de recuperar la confianza de los inversores. Entre ellas figura una controvertida reforma del sistema de jubilaciones, que el último miércoles provocó multitudinarias protestas en todo el país.
El investigador de la FGV considera que esas reformas son importantes, pero que "deben seguir una lógica de justicia social y no solamente macroeconómica".
"La locomotora de la economía puede que haya vuelto a avanzar, pero el último vagón, el de los pobres, sigue retrocediendo", alertó. (AFP/NA)

 

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