Lunes 15 de abril 2024

El cierre de ArBus, otro negocio para los amigos

Redacción 19/02/2018 - 01.56.hs

El cierre de la empresa pública tiene un beneficiario directo: la única compañía privada que queda operando
con buses, y ahora sin ninguna competencia molesta.
LAURA MANFREDI - El mecanismo de Cambiemos se repite: desinformación, vaciamiento y cierre definitivo. Ahora fue el turno del servicio de ómnibus ArBus, creado para conectar los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque en el año 2014. El cierre favorece directamente a Manuel Tienda León, empresa privada vinculada al gobierno nacional, que quedará como la única posibilitada para brindar los servicios de traslado desde Ezeiza.
Los primeros en enterarse fueron los trabajadores. Le siguieron los usuarios que, durante el fin de semana largo de Carnaval, descubrieron que la empresa de ómnibus de Ezeiza ArBus ya no funcionaría. En su lugar, los pasajeros solo pudieron contratar el servicio de la empresa Traslados Especiales, conocida como Manuel Tienda León, a 275 pesos el trayecto Ezeiza Aeroparque, un valor tres veces mayor al de AirBus.
La medida fue confirmada desde el Ministerio de Transporte de la Nación a cargo de Guillermo Dietrich. El pasado viernes se transformó así en el último día en el que operó el servicio. Mientras los pasajeros pierden la única alternativa existente a Tienda León, el ministro cumple con sus promesas de campaña y permite a la empresa privada recuperar el monopolio del servicio.

 

Negocio para amigos.
La campaña electoral del 2015 había puesto al ministro Dietrich, según indicó el portal La Política Online, en serios aprietos. Su promesa había sido eliminar la competencia que implicaba ArBus para la empresa transportadora que hasta el año 2014 supo tener el monopolio del servicio. A cambio, Tienda León realizó jugosos aportes a la campaña del partido.
El mismo portal informó que, como consecuencia de la gestión de Isela Costantini en Aerolíneas Argentinas, Dietrich no había podido llevar adelante su promesa durante los primeros años de gestión y debió contentarse con el vaciamiento de ArBus. A poco más de un año de desplazarla, el ministro de Transporte logró el apoyo y confirmó el cierre de la única empresa estatal que brindaba el servicio.
La versión oficial indicaba que la decisión se basaría en un déficit anual de alrededor de veinte millones de pesos. Sin embargo, Ambito Financiero aclaraba que aquel rojo podía explicarse porque "el costo mensual de la empresa era de 4 millones de pesos, pero sus ingresos de 2,5 millones". Desde el propio Ministerio aclararon que la demanda no superaba la ocupación del veinte por ciento del colectivo, luego de que implementaran las nuevas estrategias a mediados de 2016.

 

El desguace.
Los beneficios para la empresa transportadora no fueron novedad. Ya a mediados de 2016 el gobierno nacional había decidido contratar a Tienda León para que los pasajeros de Aerolíneas Argentinas sean beneficiarios de sus servicios. "En 2016, Aerolíneas Argentinas dio de baja el contrato del traslado de pasajeros en tránsito desde Ezeiza a Aeroparque con la empresa estatal y volvió a otorgárselo a Tienda León. ArBus se había presentado fuera de tiempo y con precios excesivos para que no hubiera forma de ganar la licitación, cuando años antes la había obtenido por ofrecer mejores condiciones a la aerolínea de bandera", explicó a Nuestras Voces el ex presidente de Aerolíneas Mariano Recalde. De esta manera comenzó el vaciamiento. ArBus ya no era gratuito para quienes viajaran en la aerolínea de bandera, aunque sí lo sería la sociedad anónima antes mencionada.
Para viajar por Manuel Tienda León el pasajero debía ingresar el código de reserva en el sitio de Aerolíneas e imprimir un voucher que permitíría trasladarse de Aeroparque a Ezeiza y viceversa. Por supuesto, la web aclaraba que en caso de no llevar el comprobante la empresa podría "cobrar la tarifa plena por el servicio".
La letra chica, aquella que los usuarios suelen aceptar al tildar sobre los términos y condiciones, aclaraba también que la gratuidad del servicio era únicamente para pasajeros con vuelos en conexión; que, en caso de excederse en equipaje, la empresa podría cobrarlo de acuerdo a sus tarifas vigentes y que el servicio estaría sujeto a disponibilidad de plazas. Es decir que Tienda León podría cobrar exceso de equipaje o incluso no otorgar el servicio por falta de espacio sin ninguna represalia y con aceptación por parte del usuario.
La finalización del acuerdo entre Aerolíneas e Intercargo (empresa estatal a cargo de ArBus) fue en aquel momento el inicio del desguace. El nuevo negocio implicó también brindarle a los pasajeros de la aerolínea de bandera un cincuenta por ciento de descuento en cualquier viaje que quisieran realizar con dicha empresa, aunque ningún beneficio para la utilización de la empresa estatal.

 

Servido en bandeja.
Para septiembre de 2016, Cambiemos ya le había permitido a Tienda León cruzar el cielo de Buenos Aires en helicóptero para brindar un exclusivo viaje desde Ezeiza hacia Retiro. Quien esté en condiciones de abonarlo, puede desde entonces volar con Manuel Tienda León para llegar a destino en no más de ocho minutos, en una ruta que solía tener uso exclusivo de la presidencia, la polícía, el SAME o la Prefectura.
Mientras el Estado le servía en bandeja la clientela a Manuel Tienda León, Arbus perdía pasajeros, terminaba sus convenios con Aerolíneas y discontinuaba su servicio, además de aumentar sus tarifas y poner fin a los valores diferenciales: jubilados, pensionados, empleadas domésticas, beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo, asignación por embarazo y ex-combatientes de Malvinas dejaban de percibir el 40 por ciento de descuento que poseían. Los empleados dejaban de viajar gratis y tampoco personas con discapacidad podrían viajar en forma gratuita, incluso presentando el certificado y su Documento Nacional de Identidad.
"Además, ArBus sacó micros de servicio para ponerlos a trabajar en la pista, llevando pasajeros entre el avión y el hall de embarque; usó otros como remises de empleados; dejó de ir a La Plata, devolviendo la exclusividad de la ruta al micro de LAN y cedió la parada estratégica de taxis del Hotel Panamericano para llevarla a la terminal de combis en Puerto Madero, un destino de inferior calidad", agregó Recalde.
El desguace del servicio va de la mano con la política de transporte de Cambiemos que busca destruir las empresas estatales que supieron brindar un buen servicio a sus usuarios.

 

La incertidumbre.
ArBus poseía 34 empleados. En un contexto de exponenciales despidos, el Ministerio de Transporte se apresuró en resaltar que ninguno sería desvinculado: 11 fueron reubicados con nuevas funciones mientras que los 23 restantes "serán absorbidos por otras empresas de transporte". Sin embargo, la tranquilidad no llega a la mesa de aquellos trabajadores, la mayoría de ellos con licencia hasta que sean comunicados respecto de su futuro paradero.
Bajo el hashtag #ArBus las redes sociales también hicieron sentir su rechazo a la medida: "Pésima decisión del Ministerio de Transporte de la Nación. Cerraron el único colectivo que unía la CABA con el Aeropuerto de Ezeiza por un precio razonable", "Esto era una maravilla para poder salir de Ezeiza y Aeroparque sin caer en la estafa de taxis, remises y demás. ¿Qué hicieron? Lo ningunearon y lo cerraron", denunciaba otro usuario. "El gobierno dice que promueve la actividad aerocomercial, pero cerró el servicio de micros públicos que trasladaban pasajeros de Ezeiza y Aeroparque. Ahora queda la opción de Tienda León o los remises que cobran unos 700 pesos (35 dólares) de Ezeiza a CABA", escribía el periodista Fernando Krakowiak.

 

El "cambio" que llegó.
Arbus era una empresa estatal creada en 2014 con el fin de brindar un servicio económico que lograra desbaratar la centralización existente en aquel servicio. "Se creó precisamente para desarticular el monopolio de Tienda León. Para constituirse como una opción frente a los taxis y ofrecer a los pasajeros un servicio accesible, moderno, eficiente y seguro", afirmó Recalde.
La empresa conectaba Aeroparque con los principales puntos de la Ciudad de Buenos Aires como Puente Saavedra, Pacífico, Retiro y Microcentro, además de realizar viajes al aeropuerto de Ezeiza. Funcionaba los 365 días del año, entre las seis de la mañana y las doce de la noche, con esperas máximas de treinta minutos, precios diferenciales y tarifas accesibles. "La empresa fue reconocida por la Agencia Nacional de Seguridad Vial por los controles de alcoholemia a sus choferes, que además recibían un plus salarial por no cometer infracciones de tránsito", recuerda el expresidente de Aerolíneas.

 

*Nuestras Voces.

 


' '

¿Querés recibir notificaciones de alertas?