Miércoles 17 de abril 2024

El Senado define si será legal o clandestino

Redacción 08/08/2018 - 01.10.hs

Aunque la mayoría de los senadores y senadoras ya adelantó su posición -contraria al proyecto de ley-, se espera una inmensa movilización de pañuelos verdes frente al Congreso, para exigir la sanción del Aborto Legal.
Irina Santesteban - Hoy habrá nuevamente una expectante vigilia frente al Congreso de la Nación, que se replicará en muchas ciudades del interior, de miles de mujeres (y varones) que han sostenido en las calles la necesidad de legalizar la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). El proyecto, que fue aprobado el 14 de junio en Diputados, será tratado hoy en el Senado y puede ser aprobado o rechazado, o sufrir modificaciones. En este último caso, deberá volver a la Cámara Baja para que apruebe o no esos cambios; si se insiste con el proyecto original, deberá contar con los 2/3 de los votos.
También se movilizarán los "pañuelos celestes", el sector que en las últimas semanas dio muestras de su poder de fuego, en las iglesias, en los institutos religiosos, en los debates por los medios de comunicación y también salió a disputar las calles, aunque siempre con menor capacidad de movilización. A contramano de lo que opina una parte importante de la sociedad -las encuestas muestran que la mayoría de la población está a favor de la despenalización del aborto-, este sector parece encaminarse hacia un triunfo, porque hasta anoche eran 37 los senadores y las senadoras que habían adelantado su opinión de rechazo al proyecto de ley.
A favor de la legalización serían 31, pero 6 de ellos plantean modificaciones que fueron introducidas por los tres senadores de la provincia de Córdoba. De esta forma, si finalmente ésa es la opción que gana, el proyecto debería volver a Diputados para que apruebe esas modificaciones o insista con el texto original.

 

Radicales a favor.
El lunes hubo una conferencia de prensa en la sede del Comité Nacional de la UCR, convocada por la Juventud Radical, la Franja Morada y la conducción de la Federación Universitaria Argentina (FUA). Esos jóvenes le exigieron a los senadores y las senadoras radicales que voten a favor del proyecto porque "la UCR nunca fue clerical". Una de las convocantes, Pamela García, quien es integrante de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, dijo que "No habrá ni olvido ni perdón para quienes voten en contra de la vida y la salud de las mujeres".
Luciana Rached, la primera mujer en conducir a nivel nacional la Juventud Radical, dijo que la UCR es un partido "progresista" y recordó la sanción de la ley de divorcio, durante el gobierno de Raúl Alfonsín, que fuera también muy resistida por la Iglesia y los sectores conservadores.
Aunque en la Cámara de Diputados los representantes de la UCR votaron mayoritariamente a favor de la ley, en el Senado, sólo 3 de los que ocupan los 12 escaños que tiene esa fuerza, han adelantado su voto por la aprobación del proyecto. Este posicionamiento de los jóvenes radicales es muy importante, porque si la totalidad de los senadores y senadoras de la UCR votaran a favor, el proyecto sería ley. Uno de los que se oponen es Julio Cobos, el ex vicepresidente de la Nación del gobierno de Cristina Fernández, que se hizo famoso cuando el voto "no positivo" en la reñida votación por la resolución 125, que imponía mayores retenciones a los sectores agroexportadores, en particular a la soja.

 

Siguen las muertes.
Mientras los sectores contrarios a la legalización del aborto marchan bajo la consigna de la defensa de "las dos vidas", las muertes por abortos clandestinos no cesan. El domingo pasado se conoció que una joven de 22 años, Liliana Herrera, que llegó al Hospital Regional de Santiago del Estero con hemorragias e infección a consecuencia de un aborto, falleció luego de ser atendida. Es la tercera muerte por aborto que se produce en ese hospital en lo que va de 2018, en una provincia donde no hay educación sexual en las escuelas ni se ponen en práctica los programas de salud sexual y reproductiva (para evitar embarazos no deseados). El pasado 9 de Julio, niños y niñas de un colegio católico de Santiago del Estero desfilaron al ritmo de una marcha militar, con los pañuelitos celestes de los que dicen defender la vida. En este distrito, se registran los índices más altos de embarazos no deseados, justamente por la falta de educación sexual y políticas públicas de anticoncepción. Los tres senadores santiagueños: Blanca Porcel de Riccobelli y Ada Itúrrez de Cappellini (Frente Cívico) y Gerardo Montenegro (Bloque Frente Popular) han anunciado su voto contrario al proyecto.
Por eso uno de los argumentos más fuertes de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, es que en este debate no se trata de "aborto sí o aborto no", sino de "aborto legal o aborto clandestino". En la clandestinidad las mujeres mueren, como Liliana, ratificando que así no se salva ninguna de las dos vidas, y en muchos casos se deja sin madre a niños pequeños, como las dos hijas de 3 y 6 años de Liliana. Para los "fundamentalistas del feto", como los llamó la Dra. Kemelmajer de Carlucci al exponer en el Senado a favor de la ley, pareciera que esos niños no merecen su defensa.

 

Será ley.
Las organizaciones que integran la Campaña Nacional, más todas las que apoyan el proyecto y los miles de mujeres y varones que se han movilizado a lo largo y ancho del país, no van a desanimarse en el caso que el Senado no apruebe hoy el proyecto. Como en las seis oportunidades anteriores, seguirán insistiendo con una nueva presentación para que sea nuevamente tratado, sea en 2019 (difícil por ser un año electoral), sea en 2020.
Mientras tanto, seguirá la lucha para la efectiva aplicación de las Guías para los Abortos No Punibles (vigentes sólo en 9 provincias), y por la implementación de consejerías en los centros asistenciales, para informar a las mujeres que manifiestan, cada vez con menos miedo, su intención de interrumpir un embarazo.
El anuncio de la provincia de Santa Fe, de que producirá la droga Misoprostol, a cargo del Estado provincial, es una de las conquistas del movimiento por el derecho de las mujeres a decidir sobre sus propios cuerpos y una consecuencia de la nueva etapa que se abrió en la Argentina con el debate iniciado en el Congreso, para la legalización del aborto.
El Misoprostol es la droga indicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para practicar abortos seguros, que garantizan además la salud reproductiva de las mujeres. Según Oraldo Llanos, el Director del Área de Salud Sexual de Santa Fe, "la droga brinda un aporte inestimado para la salud en general ya que se usa no sólo para la interrupción del embarazo, sino también para abortos espontáneos, muerte intrauterina y preparación del cuello uterino en distintos procedimientos" (Uno Santa Fe, 12/04/2018).
La producción de la droga en el sector público ataca directamente el negocio que se gesta con los abortos clandestinos, pues el Misoprostol se vende en las farmacias a un costo de 4.000 ó 5.000 pesos, inaccesible para las mujeres más humildes. Y también un gasto excesivo para las autoridades sanitarias que, como en la provincia de Santa Fe, proveen gratuitamente este medicamento en los centros de atención de la salud, pues un solo laboratorio (Beta) es el que comercializa la droga en Argentina.

 

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