Miércoles 27 de marzo 2024

El nuevo monarca de una madre patria en problemas

Redacción 29/06/2014 - 04.14.hs

Días atrás quedó formalizada la abdicación Juan Carlos a la corona de España y
la instalación de Felipe, su hijo, en el trono.
Hubo escarceos, especialmente desde una izquierda que carece de poder político propio, y de algunas comunidades regionales díscolas. La nueva fuerza política que mostró su rápido ascenso en la reciente elección de los eurodiputados, también se manifestó contra la continuidad de la realeza, pero carece de fuerza actual en el sector legislativo. Ante la posibilidad de que esta fuerza siga su crecimiento y pueda ser una alternativa de poder en el próximo relevo, el Partido Popular, a cargo del poder ejecutivo y con mayoría en la legislatura, apresuró el procedimiento y logró imponer el aforamiento por ley de Juan Carlos, quien ahora tiene el mando virtual del ejército de tierra y permanecerá en el palacio de la Zarzuela, que ha sido su domicilio durante su reinado. El partido Socialista, que es la segunda fuerza actual (aunque el partido contestatario ya lo ha superado en votos), consintió de hecho estas operaciones.

 

Fueros
Parece necesario detenerse en esa palabra aforamiento. Tiene una larga historia y fue bastante común en la Europa medieval.
Aforar es dar fueros. Los fueros suponen derechos y privilegios que son concedidos a personas, ciudades o territorios. En España hubo los fueros de Aragón, Castilla, Navarra, Valencia y Vizcaya. Pero, además, hubo fueros municipales. Solamente en España han sido conservados y se han extendido hasta llegar hasta el momento actual. Un estudioso estima que hay actualmente no menos de diez mil aforados en ese país.
Se puede entender la creación de fueros en la Edad Media, porque entonces no existían las naciones actuales y las monarquías debían ser consentidas cambio de una reserva de derechos para quien concedía. Se reconocía a un rey, pero éste no era autoridad plena en el territorio concedente.
Actualmente, en caso de acusaciones por delitos presuntos, si el acusado tiene fueros no estará sometido al tribunal jurisdiccional sino a un tribunal excluyente, que es la Suprema Corte (nacional o de regiones). En caso que un hecho presuntamente delictivo comprometa a personas no aforadas, éstas también serán juzgadas por el tribunal excluyente. Esto significa ventaja para los no aforados solamente en algunos casos pues también resignan el derecho a la apelación, que no rige para aforados.
La historia es larga, rica en detalles, singular por su magnitud actual en España y no cabe en esta columna.

 

Reyes
No menos larga es la historia de los reyes si queremos considerar la familia real y los familiares de la casa real.
Alfonso XIII fue el rey que dejó el trono al ganar una elección municipal los republicanos. Culminaba un proceso, que dio lugar al surgimiento de la última república, de breve duración. La rebelión de Franco, en l936, desató una sangrienta guerra civil, con intervención extranjera. Franco halló apoyo activo del fascismo italiano y el hitlerismo alemán. La Luftwaffe pudo ejercitarse allí (y en el Chaco paraguayo) en los bombardeos que desarrollaría en la II Guerra Mundial. Los republicanos contaron con apoyo soviético, dificultado por la distancia. Francia, Inglaterra y otras naciones europeas se declararon neutrales.
Alfonso se radicó en Estoril, Portugal, sin abdicar. Ingresó a España durante la guerra civil, pero el franquismo lo rechazó. En l941 abdicó en su hijo Don Juan, quien adoptó una política favorable al establecimiento de una monarquía constitucional, sin lograr ser admitido por Franco. Debió abdicar a su vez a favor de su hijo Juan Carlos y el franquismo se mostró accesible. Impuso que Juan Carlos estudiase en institutos de España, cosa que hizo Juan Carlos desde los 10 años. Cuando tenía 18 años, jugaba con un revólver con un hermano de 8 años, se escapó un tiro y el pequeño murió. Las circunstancias no fueron bien investigadas y quedaron dudas.
Este Juan Carlos fue finalmente rey, a la muerte de Franco, en condiciones pactadas con la dictadura, pero Don Juan (el padre) logró imponer que fuese una monarquía constitucional democrática, conforme al modelo de las monarquías occidentales sobrevivientes. Juan Carlos ganó imagen al oponerse a un golpe de Estado y la comenzó a perder con una cacería de elefantes. Se hizo conocer en América en conferencias hispanoamericanas, pero no pudo superar el efecto del "cállate, hombre", que dirigió al presidente venezolano Chávez. Digamos que mostró la hilacha autoritaria. En fechas más recientes, los escándalos económicos de miembros de la familia real terminaron por alcanzarlo y eso apresuró su abdicación, el ascenso de Felipe, y los aforamientos.
Jotavé

 


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