Jueves 11 de abril 2024

En campaña, a falta de pan buenas son las tortas a De Vido

Redacción 23/07/2017 - 01.02.hs

Emilio Marín - El gobierno nacional no tiene buenas cartas para las legislativas. Ni mejora la economía ni se abren fuentes de trabajo, más bien todo lo contrario. Entonces la campaña del PRO-Cambiemos busca votos con chivos expiatorios.
En la semana quisieron linchar a Julio de Vido en la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados. Invocando numerosas causas en su contra, unas treinta, y cinco procesamientos, el PRO-Cambiemos buscó mayoría allí para pedir la expulsión del ex ministro de Planificación Federal por "inhabilidad moral", supuestamente basada en el artículo 66 de la Constitución.
En esa Comisión se peleaban para ver quién era más duro. Tres proyectos de expulsión habían sido presentados por Elisa Carrió (CC), Silvia Lospennato (PRO) y Eduardo Costa (UCR). Otra legisladora radical, Carla Carrizo, iba por la variante de desafuero por fraude a la administración pública. Los trotskistas del FIT proponían suspensión y desafuero. Y el aliado de Sergio Massa, Julio Raffo, quería suspender a De Vido mientras duren los procesos judiciales, que como son varios equivaldría a una separación por el resto del mandato.
Por sobre esa variedad de formas de linchamiento de De Vido, hay una maniobra concertada básicamente entre el macrismo y el massismo, con aliados menores como el Bloque Justicialista de Oscar Romero y Diego Bossio. Entre ellos buscarán limar las asperezas propias de las PASO, durante una semana, para presentar una moción unificada en la próxima reunión de Comisión. Allí la mayoría la tienen asegurada pero no se sabe si llegan a los dos tercios del plenario, que buscarán obtener el miércoles venidero.
La maniobra del oficialismo y sus aliados tuvo un leve traspié cuando el juez federal a cargo de la causa por Río Turbio no pidió el procesamiento de De Vido, como tampoco a una veintena de imputados y mucho menos la detención de ellos. Quizás con una venia de tribunales, los diputados se habrían alzado con su presa entre los dientes.
Ahora debieron dejar de lado las simulaciones y plantear lo suyo como una medida política lisa y llana. Invocan las numerosas causas que el hombre del FPV tiene abiertas, lo que es cierto. Tan cierto como que Mauricio Macri asumió como presidente teniendo un procesamiento por ser miembro de una asociación ilícita dedicada al espionaje y montada en uno de sus ministerios de la CABA. Ese procesamiento estaba ratificado por el juez federal y la Cámara Federal, pero no fue impedimento para ir al bailecito del balcón en la Rosada. Hay un doble rasero, según la cara, billetera y color político del acusado porque con Macri no hubo planteos contrarios a la asunción. Tampoco desafuero ni expulsión de Carlos Menem, senador atornillado pese a condenas en su prontuario por la causa de venta de armas a Croacia.

 

Tapar el sol
No obstante esos esfuerzos oficialistas, la realidad, como el sol, sigue estando en su lugar. Siempre está. Un día muestra la desocupación generada por Pepsico, apañada por el ministro Jorge Triaca, que fulmina a 600 trabajadores y luego los apalea y desaloja de la planta, con beneplácito presidencial. Otro día exhibe la desocupación en Carboclor, también con muchos cesantes, a punto de ser llevados por delante por otro operativo policial que frenó a último momento, no se sabe por cuánto tiempo.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, declaró otra vez, en la previa de ministros y cancilleres del Mercosur, reunidos en Mendoza, que "se sigue consolidando el proceso de recuperación, del crecimiento". Ese es un fenómeno que sólo ven sus ojos. Subjetividad pura, interesada y urnística.
En cambio, cuando la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, comparece ante Rolando Graña, de América, y dice que en su distrito cerró el 25 por ciento de los negocios, la cifra congenia con la realidad. Igual que cuando el coordinador de Barrios de Pie les plantea a los periodistas de C5N cuánto ha caído el índice de nutrición y altura en los niños de sus comedores. O cuando los supermercados y shopping reconocen la caída del consumo en junio.
Otro tanto con los intentos oficiales de maquillar la inflación como un fenómeno casi residual o en retirada, en contraste con lo que pasa en las góndolas. Ya el primer semestre había cerrado con una inflación del 12 por ciento y varias consultoras dijeron que en julio podría aumentar un 2 por ciento debido al aumento del dólar, que rozó los 17 pesos y aumentó 15 por ciento en los últimos dos meses. Historia conocida. Todo aumento del verde billete da lugar a remarcaciones de precios, sobre todo en alimentos y productos exportables.
Esa situación "le da de comer", además de los productores, exportadores y fondeados en dólares como los bancos, alpolítico Sergio Massa. Con una inteligente campaña que hacen sus seguidores en supermercados y él los acompaña a veces, se recogen firmas para dos proyectos de ley relacionados. Uno "Bajemos los precios", plantea la quita del IVA sobre 11 productos de primera necesidad; y otro "ley de góndolas", para que los supermercados jueguen limpio con todos los productos y no dejen afuera productos de otras empresas (como ocurre con los de Marolio).
Se podrá reprochar al inventor de la marca 1País el oportunismo para con Macri en el expediente de castigo a De Vido en Diputados, pero en la denuncia de la inflación y algunas propuestas morigeradoras de la misma, hay que admitir que éstas son positivas.
No se sabe cómo votarán los argentinos el 13 de agosto y el 22 de octubre, pero sí está a la vista que la mayoría está ahora peor que al inicio de la presidencia de Macri. Ese es el sol que éste quiere tapar con una mano, con denuncias contra el kirchnerismo por corrupción y supuestas luchas contra el narcotráfico.

 

Habría muchos mancos
Decir que hay un operativo de persecución política y judicial contra De Vido, buscando expulsarlo o suspenderlo o desaforarlo de la Cámara, es una cosa bien comprobable. Eso no lleva al cronista a poner las manos al fuego por el diputado que durante 12 años manejó un abultado presupuesto de más de 100.000 millones de dólares en obras y licitaciones del Estado.
Puede ser inocente, como proclama él mismo y muchos -no todos- compañeros de bancada, o no serlo. Debería ser la justicia la que investigue y resuelva. Lo que pasa es que también depende de qué tipo de justicia se trate, porque por ejemplo la de Claudio Bonadío no es independiente ni justa por el odio visceral que carga contra el diputado K, la expresidenta y toda la parentela.
La lucha contra la corrupción interesa mucho a la sociedad, pero hay que precisarla porque de lo contrario sucedería algo bien al gusto macrista: los corruptos son los otros, no los míos. En ese contrabando ideológico hay otra mentira de "sentido común", según la cual los ladrones son los políticos. ¿Acaso los empresarios se salvan o son mejores? Está bien juzgar y condenar a los funcionarios y exfuncionarios, legisladores y exlegisladores que delinquen con los dineros públicos, pero también se debe hacerlo con los empresarios top que arreglan esas licitaciones y pagan retornos.
José López, exsecretario de Obras Públicas, fue pescado con los bolsos en la mano y está muy bien que haya ido preso y procesado. ¿Quién le pagó esas coimas y llenó de dólares esos bolsos? Eso también importa y no está nadie imputado.
Si se repasa la lista de las empresas que ganaron más licitaciones públicas del Estado se puede forjar una idea, sólo una idea que a priori no condena a nadie: 1) Techint. 2) Electroingeniería. 3) IECSA, de la familia Macri-Calcaterra (vendida a Marcelo Midlin).
Con el estado en que están las causas contra De Vido, sin condena, sería muy injusto que se lo prejuzgara culpable y se lo linchara en el recinto.
El debate político y parlamentario puede ser positivo, para analizar sin demagogia ni electoralismo un asunto tan complejo. Quizás, junto con otras materias pendientes, esto ameritara una Asamblea Constituyente para plasmar nuevos criterios morales en una nueva Constitución, que rijan para todas y todos.
Si así fuera, quizás haya algunos constituyentes que propongan, al estilo de algunos países islámicos, que a los ladrones multireincidentes se les ampute una mano. Habría en tal caso muchos mancos en Argentina. El cronista no está de acuerdo con ese castigo corporal sino con el decomiso de lo robado y la cárcel y reeducación.
Así se vuelve al punto de inicio. ¿Dónde poner el acento para luchar contra la corrupción y la inseguridad? ¿En un niño de 11 años, como el Polaquito, apretado por la Policía Bonaerense para que Jorge Lanata hiciera con él una nota amarilla en todo el sentido de la palabra (por amarillista y por PRO)?
¿O por corrupción también se considerará lo firmado por el gobierno con el grupo Macri en el Correo condonándole una deuda millonaria? ¿Por mafia se entenderá a Jorge Palacios de La Salada, o a los bancos extranjeros HSBC, Citibank y Santander que ganaron millones de dólares con la colocación de títulos de la deuda emitidos a cien años por Luis Caputo y Macri?
Los ladrones buscan que su víctima mire al cielo para poder meterle la mano en el bolsillo, pero Macri no quiere que se observe el cielo y más arriba. El argento puede pensar en Arsat, parcialmente privatizado con sus amigos de Newco, de USA.

 


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