Fin a la impunidad del violento y autoritario

I - El asalto a la casa de uno de los camaristas que enjuiciaron y condenaron al ex intendente impactó de lleno en la sociedad pampeana. Es que el asalto tiene todos los visos se haber sido un mensaje mafioso o, una activación de delincuentes como forma de amedrentar a quienes, por fin, se animaron a poner en su lugar al violento e impune ex funcionario justicialista. Son demasiados los detalles del asalto que no coinciden con la metodología usual de nuestros chorros lugareños. En primer lugar, los delincuentes entraron a la casa del juez justo cuando estaba en audiencia con el ex intendente comunicándole que seguiría detenido hasta el día del juicio. En esa audiencia el detenido en tono amenazante se dirigió con insultos al camarista cuya casa, justo en ese momento, estaba siendo asaltada. Demasiadas "coincidencias". Además, la casa del camarista fue abierta con una ganzúa tan sofisticada que no dejó huellas, un "trabajo" que está muy lejos de la burda maniobra de los "rompepuertas" cuya habilidad para entrar a los domicilios que roban carece de cualquier técnica más allá del destrozo de las aberturas. Una vez dentro de las casa de juez, los autores, lejos de llevarse nada, parecieron más preocupados en desordenar todo, dando vueltas los muebles de la casa. Pero no faltó nada, pese a que había en el lugar cosas valiosas y fácilmente transportables. ¿Fue un intento de robo? Todo parece indicar que no.

II - Pero si la intención de ese supuesto mensaje mafioso era amedrentar al tribunal, le salió mal la jugada a sus ideólogos pues la cámara condenó al ex intendente a la máxima pena prevista para el delito de abuso de autoridad en el ejercicio de la intendencia santarroseña cuando, haciendo gala de su impunidad, aprobó el presupuesto y la ordenanza tarifaria arrogándose facultades que la Constitución y la ley expresamente le prohibe.
Pero no solo eso, no solo los jueces lo condenaron con toda dureza, sino que al fundamentar su fallo, condenaron además la forma "violenta y autoritaria" con que el reo se conduce por la vida. Lo hicieron a partir de su propia experiencia como camaristas que debieron sufrir esa violencia y ese autoritarismo en carne propia, sino que, además, dejaron trasuntar que esa forma de relacionarse violentamente ha sido un "modus vivendi" del ex funcionario.

III - Este párrafo no es casual ni se puede leer aislado de la historia personal del condenado. En él, el tribunal parece recoger, de alguna forma, años de actuación violenta e impune del ex intendente donde los pliegues del poder siempre tuvieron un lugar donde se escondiera para evadir a la justicia. Lo fue con el caso de la brutal agresión a una joven que llegó a motivar un pedido de informes de la Cámara de Diputados, también con el recordado caso de apropiación de campos cuando era director del Banco de La Pampa. Lo ha sido en otros episodios públicos y privados donde siempre eludió a la justicia con la complicidad del poder. Todas esas correrías han sido puestas en el fallo de una u otra forma al calificar tan alta autoridad judicial un perfil sicológico "violento y autoritario" que se refleja en su "sistema de vida". Ahora, le advirtieron, deberá cumplir todos los requisitos que los reos beneficiados con la libertad condicional deben cumplir so pena, expresó el tribunal, de cumplir la pena en la cárcel.

IV - La muerte de una mujer en manos de su ex pareja disparó nuevamente en la sociedad la discusión sobre las políticas de género que se instrumentan y el rol del Estado en la protección de las víctimas de agresiones físicas. Dos informes de este diario revelaron que la mitad de los homicidios del año en Santa Rosa lo fueron en un marco de violencia de género y que, pese a la cantidad de denuncias, la justicia solo ha otorgado un botón antipánico de los 300 que compró el gobierno de la provincia.
También se supo que en un hogar que se suponía debian ser resguardadas las mujeres victimas de violencia, solo se alberga a una persona pese a la bambolla que la funcionaria municipal que lo impulsó hizo cuando lo inauguró. La propia funcionaria, más afecta a hablar de más que a actuar a favor de políticas de género integradas, está ahora, nuevamente, en el ojo del huracán.

V - La muerte de la mujer, con toda su carga de dramatismo, sirvió al menos para que la justicia tomara nota de lo peligroso de su costumbre de minimizar las violaciones a las restricciones de acercamiento en los casos de violencia de género. Lo hizo metiendo preso por un mes a un joven que violó esa restricción y lo hizo también dándole un botón antipánico a una docente brutalmente agredida. Lamentablemente estas decisiones acertadas costaron vidas y terribles agresiones hasta que se tomaron. (LVS)