Gestos solidarios que son dignos de imitación

Señor Director:
Desde hace un tiempo tengo como cierta inquietud de transmitir, a través de esta "Tribuna del lector", una linda determinación, tal vez por muchos conocida, que se ha tomado en el festejo de los cumpleaños. Están quienes hacen reunión familiar, otros con familia y amigos, más o menos numerosas, pero siempre bien organizadas y "servidas". El tema que me ocupa, y con gran satisfacción, es el de los regalos, porque reconozcamos que, según la edad y afinidad buscamos algo adecuado que se adapte a nuestros gustos y presupuestos. Pero ha surgido, por decirlo de alguna manera, otra forma de obsequiar: se trata de solicitar a los invitados un alimento no perecedero, que luego se entregará en comedores del medio, o bien mediante una alcancía colocada en el lugar del festejo, y esa recaudación anónima tiene como destino entidades sin fines de lucro. Ahora, fíjese qué detalle, señor Director: los directivos de las instituciones que se beneficiarán son llamados a presenciar la apertura de la alcancía, cuyo contenido se repartirá en partes iguales. Qué noticia casera, simple, tal vez insignificante, pero qué reconfortante.
He participado en varias de esas reuniones, en mi caso de gente mayor, que nos hace pensar qué podemos obsequiarle que no sea una cartera, una billetera, un collar, una chalina, un buen vino, tal vez bombones o flores. Entonces, surge la sugerencia del o la homenajeada para que nos brindemos a la comunidad, con la inteligente "excusa" de su cumpleaños. Y todos sus familiares y/o amistades participamos de ese fin tan encomiable como desinteresado, con el mayor de los gustos.
Entiendo que no estoy dando una novedad, porque es práctica habitual en nuestro medio. Mi intención es compartir tan lindos gestos que, estimo, son para imitar, y que, fundamentalmente, nos hacen bien a todos. Entonces, nos permitimos reafirmar que "hay gente que es así, tan necesaria", como dice el poeta Hamlet Lima Quintana.
Atentamente.

Nelly Piccirilli
DNI: 9.887.464