Lunes 15 de abril 2024

Grecia libra su propia guerra y gana batalla

Redacción 28/02/2015 - 03.59.hs

Señor Director:
Luego de haber escrito el título de esta nota observé que está expresada en términos bélicos. Infiero que el lenguaje es una construcción colectiva y que se atiene a una realidad: la guerra es una presencia constante en la historia.
Acababa de leer expresiones del gobernante griego, Tsipras, luego del duro enfrentamiento que tuvo con la conducción de la Unión Europea. Dijo que Grecia ha ganado una batalla, pero que la guerra sigue. Parecía parodiar a De Gaulle: "Francia ha perdido una batalla, pero no ha perdido la guerra". El general francés hablaba de la II Guerra, cuando su país ya había sido ocupado por Alemania y él buscaba crear un ejército francés en el exterior (con los dominios franceses en África) para emprender la que sería una larga batalla, finalmente ganada aunque a un costo muy alto, tanto que hizo notoria la declinación del eurocentrismo.
Lo que ha conseguido el joven gobernante griego es una suerte de prórroga de cuatro meses, pero, como también dijo, "lo difícil empieza ahora". No es poco lo obtenido, puesto que supone la cancelación de medidas de reducción del gasto público que había aceptado el gobierno conservador saliente. No es poco si se toma en cuenta las expresiones iniciales de los voceros del gobierno alemán y de los poderes de la Unión Europea: O Grecia se atenía a lo acordado con el anterior gobierno o quedaría sin nuevos aportes comunitarios. Tsipras volvió con 240 mil millones de euros, aunque con un estrecho plazo de cuatro meses. Es mucho más de lo que podía esperarse de la troika y por eso cabe hablar de un primer round ganado, porque se quería noquear de entrada al nuevo gobierno. Así lo ha entendido también el equivalente español Podemos, que se ubica a la izquierda del viejo socialismo y ya lo ha desplazado en las encuestas con vistas a las elecciones de fin de año.
Tanto Tsipras como Iglesias -los líderes de los nuevos partidos- han estado en América latina porque entendieron que en nuestra región se dio una primera respuesta eficaz al neoliberalismo que venía avasallando todo. La situación de Grecia presenta rasgos muy semejantes a los que produjeron el estallido en la Argentina al comenzar el siglo. También aquí el factor condicionante era la enorme deuda acumulada desde los años de la dictadura. La exigencia de pago se formulaba en términos tan duros como los que ha afrontado ahora Grecia. Aquí comenzamos a salir con una exitosa renegociación de la deuda externa (deuda soberana), al punto de que fue necesario que hicieran visible la existencia de poderes no nacionales, cuya vanguardia son los fondos buitre, para condicionar ese logro. El secreto latinoamericano, concretado en Unasur y en la Celac que también comprende países de América Central y del Caribe, fue marchar a contramano de las propuesta neoliberal: fortalecer el mercado interno, para lo cual se hizo indispensable acudir a llenar los baches más profundos: indigencia y jubilaciones (en baja o todavía inexistentes), recuperación de la capacidad energética... es decir, todo lo contrario de las recetas neoliberales, expresadas por el Fondo Monetario Internacional. Sandra Russo escribe en estos días que la troika europea se puso especialmente dura con Grecia, al mismo tiempo que se acentuaba la presión sobre los países latinoamericanos, "para evitar que Europa se contagie". No sé si se trata de un caso de contagio, aunque son muy evidentes las semejanzas. Lo más probable es que los mismos polvos estén generando los mismos lodos, aquí y en todo el mundo. La traducción de una frase de Shakespeare al español da "aquellos polvos trajeron estos lodos". Por eso propongo aquí una variante que mantiene la sustancia del dicho: los mismos polvos generan los mismos lodos. Quiero expresar que puede no tratarse de un contagio. Por la misma razón, ahora aprietan en Europa y tratan de estrangular en nuestra región.
Atentamente:
JOTAVE

 


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