Domingo 24 de marzo 2024

Incendios que desatan papelones brasileños

Redacción 29/08/2019 - 02.44.hs

Suele ser un lugar común en la materia señalar el prestigio de la diplomacia brasileña: sus logros han sido históricos y constantes. Al menos hasta ahora, porque desde la llegada al gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro y su conservador equipo de gobierno, los errores cometidos van de lo asombroso a lo ridículo, pasando por una grosería inconcebible en una actividad que, guste o no, se caracteriza por su sutileza.
Acaso esa clase de sucesos merezcan inscribirse en lo meramente anecdótico, pero dado el nivel de los protagonistas no es así. Júzguese sino el papel desempeñado por uno de los integrantes de la custodia presidencial que, en un viaje al extranjero que realizara su presidente, fue sorprendido con una más que considerable cantidad de cocaína en su poder. Cierto que rápidamente se echó tierra al asunto, pero el hecho quedó patentizado.
Curiosamente, el coprotagonista más destacado de estos papelones brasileños parece ser Francia, una de las cunas de la actividad diplomática y modelo para sus pares. El primero de esos sucesos se dio en el pasado mes de julio, cuando el mandatario brasileño canceló un encuentro con el ministro francés de Relaciones Exteriores; ¿el motivo?... tenía que cortarse el pelo. Tan claro y original desaire -que se hizo viral en las redes sociales-, habría reconocido como fondo la molestia de Bolsonaro porque el francés se había reunido con ambientalistas críticos del mandatario en esa actividad.
Por supuesto que los monstruosos incendios desatados en la Amazonia -incendios promovidos en buena parte por la imprudencia de Bolsonaro al avalar un avance indiscriminado sobre esa región vital al planeta- provocaron nuevos roces por las acciones y declaraciones del presidente francés que, para empezar, dio de baja al tratado de libre comercio europeo-americano, que con tanta expectativa aguardaban los gobiernos neoliberales de la región.
Pero el sumum de esta insólita tragicomedia -que no merecería otro comentario que alguna breve ironía sino tuviera como protagonistas a las máximas autoridades de dos países tenidos por potencias- estuvo en el reciente aval del brasileño para con una burla aparecida en Internet, nada menos que a la esposa del presidente francés. El comentario, misógino y de mal gusto, alude evidentemente a la edad y presencia de la dama francesa comparada con su par brasileña, más joven y vistosa, vistas en una fotografía en la que aparecen ambas mujeres, como si fueran objetos de exhibición.
Por increíble que parezca, Bolsonaro avaló el comentario agregando otro de una falta de tacto y grosería inconcebibles escribiendo, literalmente, "no humilles al hombre, ja, ja, ja". Para más, altos funcionarios de la administración brasileña calificaron al presidente francés de "idiota" y "cretino".
La reacción de la diplomacia francesa, aunque cargada de una evidente indignación y rabia, estuvo acorde con su tradición al expresar con sutileza "su gran amistad y respeto por el pueblo brasileño, esperando que tengan rápidamente un presidente que se comporte a la altura".

 

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