La tecnología avanza y se codea con la ciencia

La tecnología es una criatura de la ciencia.He oído discutir la afirmación anterior, pues se puede pensar y hay que pensar que el uso instrumental de partes del propio cuerpo (la mano, la fuerza física) y de ciertos elementos naturales (la piedra, la madera) aparece tempranamente en la historia del hombre. Esto es verdad, pero seguramente es posible reconocer que resulta difícil establecer si todos los comienzos se debieron al azar o si la razón jugó tempranamente su papel. Lo más sensato parece consistir en pensar que ambos desarrollos han marchado con paridad y han interactuado desde siempre.Lo cierto es que la enseñanza tecnológica, en nuestro país y en el mundo comenzó más tarde que la de la ciencia si hablamos de enseñanza planificada y dirigida a muchos u ofrecida a todos. Las escuelas iniciales de artes y oficios fueron de nivel equivalente al primario, pero no tardaron es ser reconocidas como de nivel medio. Su admisión en el nivel superior de la enseñanza demoró hasta nuestros días. Recién ahora, en estos años, tres universidades nacionales (públicas) tienen su Escuela Industrial, en donde se aprende la aplicación del saber científico. En realidad, creo que estas tecnológicas de nivel superior han sido admitidas en esa altura porque ya se habían introducido allí, en forma no declarativa. La ciencia es una búsqueda "desinteresada", suele decirse para ponderar el hecho de que debe conservarse la capacidad de explorar la novedad, ampliando el saber. Pero si la búsqueda es desinteresada, si se mueve sin pensar en aplicaciones inmediatas y que su uso para fines prácticos es posterior, lo cierto es que pocas universidades actuales, si hay alguna, conservan la distancia con el mundo del trabajo. Quizás desde siempre se investigó también pensando en una aplicación o ante un problema que exigía soluciones. Y en gran parte del mundo, las empresas privadas han estado financiando proyectos de investigación, no desinteresadamente sino por sacar ventaja a la competencia o no dejarse aventajar.El caso es que ahora tenemos escuelas técnicas en tres universidades nacionales: la de Buenos Aires (UBA), la de Quilmes y la de San Martín. Este cambio tiene que ver, según se dijo días atrás en Tecnópolis, con la existencia de un modelo productivo en el país y, más precisamente, con la voluntad de diversificar los fundamentos de la economía nacional.HazañasEn estos días se ha hablado mucho del Arsat I, puesto en órbita desde una plataforma de lanzamiento sita en Guayana Francesa.Justo decir que otro hecho hazañoso se ha concretado casi simultáneamente en nuestro país, al completarse el tendido de fibra óptica en una extensión de 30 mil kilómetros. En cuatro años. Quienes viajan por el país no han podido dejar de ver el avance de este emprendimiento, que en muchos casos debió sortear serios desafíos del suelo o de la soledad de largos trayectos por los cuales se vio avanzar grandes máquinas y hombres competentes para llevar a cabo la instalación proyectada, de acuerdo con la planificación previa.La fibra óptica asegura que el país esté comunicado en paridad de condiciones básicas desde Jujuy a Tierra del Fuego. El Arsat I, satélite de comunicaciones, corona este empeño y asegura que la comunicación irá hacia el habitante aunque se halle en un lugar de difícil acceso. Si no desde el suelo o el aire, la comunicación lo buscará desde las estrellas.PaenzaAdrián Paenza presentará mañana su noveno libro de la serie consagrada a la divulgación de la matemática. Se titula La puerta equivocada y propone una cantidad de situaciones ideadas para hacer pensar.Paenza viene de recibir reconocimiento internacional por su empeño encaminado a convencer que el saber matemático no es el cuco que han temido varias generaciones de estudiantes. Es accesible y Paenza lo hace entretenido.Jotavé