Las migraciones animan a las derechas extremas

Cuando se dice que el neoliberalismo es la ideología dominante en, por lo menos, el Occidente europeo y en América, suele omitirse que las naciones donde esta ideología se ha establecido (por vías electorales o por maniobras como en Brasil) están viendo crecer una alternativa de extrema derecha.

 

La alternativa son tales "derechas extremas". En el caso de Estados Unidos han llegado al poder con Donald Trump y han tenido expresión en algunos de sus consejeros, varios de los cuales han sido separados del poder para mantener la ficción democrática.

 

En Francia la extrema derecha tiene expresión política y fuerza electoral en el partido creado por Le Pen, que ahora conduce su hija. En Alemania, la extrema derecha coincide en muchos de sus rasgos con la ideología hitleriana y acaba de ganar sus primeras bancas en el parlamento federal. En Gran Bretaña no tiene expresión partidaria, pero fue determinante para el Brexit, el voto para abandonar la Unión Europea. En Italia tiene varias expresiones políticas, sobre todo en el norte. El rasgo que comparten estas fuerzas de extrema derecha es el rechazo a la inmigración, tanto la africana como la procedente de los países de origen árabe identificados por su religión de origen musulmán, aunque fraccionados actualmente en diversas facciones. Así como el hitlerismo se hizo fuerte pregonando la necesidad de terminar con los judíos, los gitanos y otros grupos que comprometían la presunta armonía racial de la Europa blanca, aria, ahora se predica contra la llegada de árabes musulmanes y negros.

 

Raspail.

 

Un trabajo periodístico de Eduardo Febbro (argentino, radicado en Francia), avisa que el extremismo de derecha tiene dos autores preferidos; los franceses Jean Raspail y Renaud Camus.

 

De Raspail dice que escribió el libro de cabecera de las nuevas derechas extremas. El libro publicado al final de los 70 (l970) se llama El Campamento de los Santos. "Desde las extremas derechas europeas, con el Frente Nacional a la cabeza, pasando por Donald Trump", esta novela se convirtió en el oráculo del ex consejero "del amo de la Casa Blanca", Steve Bannon, de los Alt Righ de USA, de los neonazis y del Klu Klux Klan. Ronald Reagan ya le profesaba admiración pública.

 

Tanto Jean Raspail como Renaud Camus se adelantaron a la catástrofe migratoria y anticiparon el declive de occidente "bajo el peso de los invasores de otras civilizaciones". Camus escribe que ellos entienden que los extranjeros y en particular los musulmanes "van a reemplazar a los occidentales invadiendo sus culturas".

 

Agrega Febbro que a principios de diciembre, la revista New Yorker publicó una amplia investigación sobre la influencia de Renaud Camus en los círculos de extremistas norteamericanos y que la extrema derecha de USA se ocupa ahora de difundir en el país las ideas aparecidas en Francia.

 

Febbro termina su nota diciendo que el libro de Raspail sintetiza el envoltorio retórico de las extremas derechas modernas porque anticipó las formas más exitosas del racismo, la xenofobia, la indolencia y el odio que poco a poco van tiñendo de sombras las retóricas políticas de occidente.

 

Como se aprecia, las perspectivas políticas son cada vez más oscuras.

 

Clima.

 

Fuera el ámbito político, pero con incidencia en él, el otro tema de nuestros días es el calentamiento global. El presidente Trump ha anunciado que aparta a su país de los compromisos hechos en las Naciones Unidas para condicionar el factor humano. Trump ha comenzado a cerrar la economía norteamericana sin dejar de propiciar la apertura para el resto del continente.

 

Una experta argentina, Inés Camilioni, en reportaje publicado en Página/12, destaca que desde el uso de los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas), es significativo cómo se modificó el calentamiento global, a la vez que el aumento progresivo de la temperatura modifica todo el sistema de equilibrio. Desde la revolución industrial se observa la mayor recurrencia de las olas de calor, de las lluvias muy intensas y las inundaciones, mientras que en otras regiones se producen sequías y desertificación, derretimiento de los hielos y glaciales, más dióxido de carbono en la atmósfera y casos de acidificación de los océanos, que colocan en riesgo de extinción a los corales. En apenas un siglo -dice- los humanos trastrocamos todo de manera vertiginosa y acelerada. Además de los combustibles fósiles, provocan trastornos los cambios en el uso del suelo: cuando se lo cubre con cemento, hormigón o asfalto y cuando se reemplazan pastizales por producciones agrícolas.

 

Jotavé