Las tarifas alarman a los intendentes

Otra vez la advertencia llega desde el interior de la provincia. Ahora fue el intendente de Embajador Martini, como antes muchos otros colegas de diversas localidades pampeanas, el que lanzó el alerta con una expresión contundente al señalar que si "no les ponen freno a los aumentos" de las tarifas "empezarán a desaparecer fuentes de trabajo en los pueblos" y puso como ejemplo el caso de los combustibles que "se está llevando puesto a los municipios".
Desde luego que no es la única reacción pues ya son muchos los pueblos y ciudades de otras provincias del país que se han declarado en "emergencia tarifaria" por su desmesurado crecimiento y las enormes dificultades que provocan en las economías familiares, en las pequeñas y medianas empresas y hasta en las propias administraciones municipales.
Los funcionarios que manejan la política económica del macrismo no paran de dar malas noticias para los sectores populares. La incidencia del costo de los servicios públicos en el salario de los argentinos aumentó desmesuradamente en los últimos años. Un ilustrativo estudio de la Universidad Nacional de Avellaneda demostró que el peso de los servicios públicos en el salario mínimo pasó del 6 por ciento en 2015 al 21 por ciento este año. Es un crecimiento sin igual en todo el mundo y llevó a que Argentina dejara de ser el país latinoamericano en donde menor incidencia mostraban los servicios públicos en los salarios para ubicarse ahora entre los que más pagan por ese rubro.
Semejante nivel de asfixia está provocando alarma en los intendentes del interior pampeano y de otras provincias también. En las localidades pequeñas y medianas las fuentes de empleo son mucho más frágiles que en las grandes ciudades, sumado al hecho de que en estas últimas existen más alternativas a la hora de buscar trabajo con relación a las primeras. En los centros urbanos menores la población carenciada acude inmediatamente al municipio en busca de apoyo pues no tiene otras opciones, por eso los intendentes advierten inmediatamente y sobre el terreno cómo aumentan las necesidades insatisfechas de un número creciente de personas. Esa realidad es absolutamente desconocida por los burócratas del gobierno nacional que adoptan medidas económicas en la Capital Federal desentendiéndose de sus crueles consecuencias.
Cómo serán de difíciles las cosas que hasta una cuestión tan controvertida y de alto voltaje político como el llamado Pacto Fiscal alineó a los intendentes pampeanos -tanto del PJ como opositores- con la decisión del gobierno provincial de no firmarlo. Los jefes comunales saben muy bien que el aumento en tasas e impuestos que exige ese acuerdo terminaría por asfixiar las ya exhaustas economías de sus municipios. Y esa amenaza se cierne sobre todos, independientemente del color político de cada uno.
No existen antecedentes en nuestro país de semejante transferencia de recursos desde los sectores populares hacia las grandes corporaciones de los combustibles y los servicios públicos en un lapso tan corto. Aunque lo negara empecinadamente en sus campañas electorales, era uno de los objetivos principales del macrismo al llegar al poder.