Miércoles 17 de abril 2024

Los caudales de un río que se achica

Redaccion 28/04/2020 - 22.07.hs

Las circunstancias hicieron que la última reunión del Coirco contara con un punto de discusión polémico pero inevitable: la situación actual del río Colorado y el estudio de escenarios posibles a desarrollarse en la temporada de riego 2020-2021. También el nuevo Plan Unico de Distribución de Caudales en la cuenca.
Que el Colorado viene disminuyendo su caudal medio desde hace al menos una década no es una novedad para los cuerpos técnicos, incluso para las instituciones no oficiales interesadas en la defensa de nuestros ríos. Este complicado panorama condujo a plantear la posibilidad de reestructurar el acuerdo interprovincial sobre distribución de caudales. La situación es incierta ya que todavía no se dispone de los pronósticos nivales previos que aportarían una visión más aproximada del comportamiento futuro de la cuenca.
La reunión, de la que participaron numerosos funcionarios provinciales y nacionales y que se realizó en forma virtual, contó con un marco latente aunque no expreso: el cambio de visión de al menos dos provincias respecto a Portezuelo del Viento y su manejo por parte de Mendoza, compartiendo la antigua postura pampeana. La idea tiene el duro fundamento del fracaso de la cosecha de cebollas en el valle inferior del río que genera, a su vez, cantidad de problemas a los regantes, enfrentados ahora a la evidencia de que el reservorio de Casa de Piedra no es una garantía absoluta para la actividad agrícola del valle inferior.
Además en los bajos caudales que escurren hoy se pone en evidencia una suerte de anticipo de lo que podría llegar mañana si Mendoza logra construir y manejar Portezuelo del Viento a su arbitrio. Muy conocidos son los antecedentes de la provincia cuyana en materia de manejo de ríos interprovinciales tal como puede dar fe La Pampa.
Resulta evidente que la situación actual generó en la comunidad de regantes del valle inferior del río un profundo cambio respecto a la actitud de indiferencia que mantenía sobre el funcionamiento armónico de la totalidad de la cuenca. Así el caso de nuestra provincia con Mendoza en el litigio por el río Atuel ahora parece ser un espejo en el que hay que mirarse preventivamente. En declaraciones recientes a la prensa una autoridad del consorcio de regantes dijo rotundamente que «lo que Mendoza ha hecho con La Pampa es una barbaridad» y refirmó avalando los reclamos pampeanos: «Mendoza no tiene una historia sino un prontuario».
La dureza del productor se comprende al advertir que la escasez de agua hizo que en esta última temporada se regara apenas la mitad de la superficie disponible y que tambalearan los proyectos de obras a futuro que servirían para ampliar la zona bajo riego y -acueducto mediante- abastecer de agua potable a varios poblados, entre ellos nada menos que Bahía Blanca.
Una redistribución de caudales parece ser hoy la medida más conveniente. Es fácil advertir que el antiguo criterio que sostiene La Pampa sobre el concepto y funcionamiento de unidad de cuenca -resistido o ignorado en los hechos por varias provincias durante mucho tiempo- se va imponiendo en función de una realidad desfavorable, pero pasible de ser mitigada a través de un trabajo armónico.

 

' '

¿Querés recibir notificaciones de alertas?