Los que apuestan al dólar contra el país

I – La Pampa inició la sexta semana de cuarentena con nuevas actividades permitidas a las ya exceptuadas. A partir de mañana, las obras privadas volverán al trabajo con albañiles e instaladores autorizados a salir de sus casas para concurrir a los domicilios donde se efectúan los trabajos. Es nuestra provincia una de las nueve que tendrán un régimen de aislamiento social más benigno, aunque lejos aún de la normalidad. A mediados de la semana, se autorizó la actividad de médicos, odontólogos, registros, empresas de cobros, laboratorios de análisis e imágenes, ópticas y seguros y se espera que, si la sexta semana sigue marcando la tendencia actual de fuerte achatamiento de la curva de contagios, haya más novedades.

II – Cómo ha sido casi una constante desde que se inició el esquema de emergencia por la pandemia de coronavirus, La Pampa marcó nuevamente tendencia nacional con las medidas que desde el gobierno provincial se adoptaron para enfrentar la crisis. Esta semana concitó la atención nacional el aumento del impuesto a los Ingresos Brutos a la banca privada que pasó del 9 al 14 por ciento. El anuncio del gobernador tuvo mucho de reprimenda a las empresas bancarias que, en medio de los problemas económicos que se enfrentan y habiendo sido la banca una de las mayores ganadoras del esquema económico impuesto en los últimos años, ignoraron olímpicamente el llamado a sumarse a los créditos a tasa cero que desde el Estado pampeano se canalizaron a través del Banco de La Pampa.

III – El impuesto es, así, una forma de tomar a través del poder discrecional que tiene el Estado en cuestiones impositivas, una parte de lo que se esperaba (no sin cierta candidez conociendo el paño de los banqueros privados) que aportaran como contribución para evitar que la economía colapse. Pero no es el único sector que atenta contra la necesaria actitud solidaria que se impone. En estos días se supo que una buena parte del agro se niega a vender su cosecha negándole al Estado los necesarios dólares que necesita para enfrentar la pandemia. La maniobra presiona así a la alza a la moneda norteamericana, sujeta desde hace varios días a una interesada presión de parte de los sectores financieros contrarios a la oferta de pago a los bonistas que hizo la Argentina y que fuera recientemente apoyada por todos los gobernadores del país.

IV – La presión contra el dólar es hoy un instrumento de boicot a la economía que ataca la moneda nacional y empobrece a todos los sectores que no tienen dolarizados sus ingresos y que son la enorme mayoría. Asalariados, comerciantes, empresas de servicios, industriales ven esa presión como una amenaza económica adicional a la que ya representa la cuarentena y la crisis de producción e intercambio que produce. Los titulares de los grandes medios se prestan a la maniobra y publican el precio que el dólar alcanza en las pocas cuevas que operan como si se tratara de un valor real cuando es claro que se trata de una maniobra especulativa que no involucra más que unas decenas de millones de dólares.

V – La facilidad con que de esta forma se pone en jaque a toda la arquitectura de contención de la economía por parte de los que pujan por empobrecer a las mayorías para posicionarse en dólares plantea a la Argentina que saldrá de la crisis una necesaria revisión de los sistemas de venta y liquidación de divisas libradas hoy al «mercado» y a intereses foráneos. El macrismo permitió ese manejo con la liberalización de las liquidaciones de divisas. El presidente ha dicho más de una vez desde que entramos en la emergencia por el Covid-19 que es ésta una oportunidad de hacer un país mejor, más justo y solidario. No será posible alcanzarlo si no se desarman los mecanismos de especulación y las jugarretas económicas que dejan sin divisas a la economía mientras fugan las ganancias a paraísos fiscales.

VI – Otra de las medidas de la semana que permitió descomprimir una parte de la presión empresaria y ciudadana fue la de habilitar las compras on line y telefónicas. La medida de esa expectativa lo dieron las miles de entradas que una aplicación municipal para canalizar ese comercio tuvo en pocas horas. Los comerciantes de artículos no esenciales, al igual que algunas profesiones, siguen esperando su turno. Que no haya ya enfermos en la provincia luego del alta a los cinco casos, alienta a pensar que no falta mucho. Por lo pronto en algunos pueblos pequeños de la provincia sin circulación del virus se podrá iniciar una «cuarentena comunitaria» que le dará un viso de normalidad al aún no aventado riesgo de la pandemia. (LVS)