Viernes 12 de abril 2024

Los dinosaurios de aguas arriba

Redacción 31/10/2014 - 04.15.hs

Ironías del destino: simultáneamente con el exabrupto negando la interprovincialidad del río Atuel por parte del presidente del Partido Demócrata de Mendoza, y en el que reflota la singular y extraña teoría de la "ribera frontal" de los ríos elaborada por algunos extravagantes juristas cuyanos, la Corte Suprema de Justicia de la Nación aceptó la demanda que La Pampa había planteado ante Mendoza por el corte del río Atuel, al tiempo que le otorga a la provincia cuyana un plazo de 60 días para que responda los planteos. Además, la Corte cita al Estado nacional para que, dentro del mismo tiempo, comparezca a tomar en la causa la intervención que pudiere corresponderle en los términos del articulado respectivo.
El político mendocino retoma antiguos y rebuscados argumentos que utiliza para demostrar que no solamente el Atuel sino también los demás ríos que atraviesan el territorio mendocino -Mendoza, Tunuyán y Diamante- desde los Andes al colector Desaguadero-Salado-Chadileuvú-Curacó son pura y exclusivamente mendocinos. En el caso del Atuel sus ocasionales -según ellos- llegadas a territorio pampeano no habilitan para darle condición de interprovincial. En pocas palabras: la postura de la provincia arribeña equivale a decir que el fallo de la corte de 1987 admitiendo la interjurisdiccionalidad del río está equivocado, y si no lo está no les importa.
Pero indiferente a semejante patraña, el máximo tribunal de Justicia de nuestro país da por tierra con los pretendidos fundamentos jurídicos y fisiográficos implícitos en las temerarias declaraciones formuladas por el político demócrata. En el trabajo que les sirve de base a sus descabelladas teorías los abogados mendocinos desempolvaron conceptos, como el citado de "ribera frontal" en los ríos, y pese a que incursionan en ciencias alejadas de la jurisprudencia no vacilan en darles la condición "criterio científico".
Las palabras del político mendocino sugieren la puesta en blanco sobre negro de las verdaderas intenciones cuyanas, en cuanto a no compartir el agua, especialmente en momentos en que los vientos jurídicos no parecen soplar en su favor. Sería ingenuo pensar que nada menos que el presidente de uno de los dos mayores partidos políticos mendocinos elige este momento para enarbolar dudosos conceptos por simple imprudencia; la acción parece ajustarse mejor a buscar una respuesta dura digna de un momento difícil.También aquí, como en otras ocasiones los dirigentes mendocinos utilizan su antigua política de "la zanahoria y el palo" pateando el tablero por el absurdo y anteponiendo una estrechez de miras comarcal, capaz de postergar cualquier interés regional o nacional. Vale la pena recordar que estos teóricos de la "ribera frontal" pueden exhibir hondas y antiguas raíces. Fue uno de ellos, precisamente, quien años atrás dijo públicamente que si Mendoza veía amenazados sus intereses en cuanto a recursos hídricos bien podía separarse de la confederación de provincias argentinas. Como dice el Libro: por sus frutos los conoceréis.

 


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