Jueves 11 de abril 2024

Los que abusan de la generosidad pampeana

Redacción 31/08/2014 - 03.13.hs

I - Los pampeanos nos vimos sorprendidos en la semana por las expresiones anticooperativistas de dirigentes empresarios que fueron a la Cámara de Diputados a exponer sobre la grave situación que afecta al sector y a reiterar pedidos de auxilios económicos estatales para sus alicaídas empresas. En ese marco, que se aprovechara el momento para disparar munición gruesa contra el movimiento cooperativo, fue toda una toma de posición que ubica a los que así piensan en la vereda de enfrente de la mayoría de los comprovincianos. Los comerciantes y empresarios hablaron de las cooperativas como si se tratara de competidoras del comercio y las empresas, que no tienen derecho a meterse en el mercado de bienes y servicios que es, así dicho por ellos, como un coto de caza disponible solo para los particulares.

 

II - Ese pensamiento pareció emerger de la mano de las dificultades reales que afectan al comercio en busca de descargar culpas o de buscar justificativos estructurales a una crisis que es coyuntural y no afecta solo a La Pampa sino que recorre de punta a punta toda la geografía económica del país. Los comerciantes tienen problemas en todo el país, haya o no cooperativas en esos lugares. Buscar explicación a la crisis económica que afecta al comercio pampeano, o a su profundización, en la existencia aquí de un vigoroso movimiento cooperativo denota una preocupante incapacidad para analizar la realidad sin prejuicios ni sesgos propios de una actividad que no parece dispuesta a la autocrítica.

 

III - La historia del cooperativismo pampeano tuvo en sus inicios de su lado a comerciantes y empresarios locales cuyo pensamiento estaba en las antípodas de quienes hablaron de esa forma en la legislatura. En la creación de la cooperativa madre, la CPE santarroseña, y de las que, a su impulso y apoyo, se fueron creando en toda la geografía pampeana, hubo en sus orígenes, la presencia activa y militante en las filas del cooperativismo, de comerciantes y empresarios que tenían una visión de la provincia y de su futuro de la que hoy, a estar por sus declaraciones, carecen quienes hablan como sus herederos. La realidad los desmiente. Los enormes recursos que las cooperativas han salvado que se fugaran de la provincia o terminen en manos foráneas, por mencionar solo un dato de la realidad, desbarata todo la argumentación que en la sala de comisión de la Cámara de Diputados intentó poner al movimiento solidario como la causa de la ruina del comercio.

 

IV - El ejemplo que puso un dirigente piquense desnudó la mezquindad de quienes así hablan. Dijo este empresario que por culpa de Corpico y sus sistema solidario de servicio funerario, cerraron cinco empresas de pompas fúnebres en General Pico. Impugnar así a un sistema solidario organizado por los propios usuarios, y quitarle el derecho a defender sus intereses en nombre de la libertad de mercado es -además de una contradicción, pues pretende negar al sistema cooperativo el derecho a asociarse y ejercer una industria licita que garantiza la constitución- creerse portador de un privilegio y de una patente de corso para comerciar o prestarle servicios a usuarios incapacitados para defenderse y autogestionarse.

 

V - Si alguno de los diputados presentes le hubiera preguntado al empresario piquense si tenía alguna obra social, tal vez se hubiera dado cuenta de toda la necedad que encerraba su argumento. Es seguro que ese empresario, como todos, goza de una obra social o prepaga que, con un sistema idéntico al servicio fúnebre de Corpico, utiliza la solidaridad como forma de prestar un servicio que, seguramente, siguiendo su pensamiento, debe haber perjudicado a muchos prestadores particulares que se enriquecían cobrando lo que querían a los pacientes sin control.

 

VI - El movimiento cooperativo, huelga decirlo en nuestra provincia, es la realización histórica más importante que crearon y sostuvieron generaciones de pampeanos en defensa de sus intereses como usuarios y en contra de la irrupción de intereses de lucro foráneos. Es el cooperativismo el que nos rescató de las manos de multinacionales de la generación eléctrica, de la telefonía, de internet y, más recientemente, de la televisión por cable que comenzó siendo prestada por empresarios santarroseños que, no bien les pintó el negocio de enriquecerse, vendieron sus empresas con los usuarios como rehenes y los dejaron a merced de un monopolio que esquilmó los bolsillos de las familias con un servicio carísimo hasta que la CPE puso el cable.

 

VII - Párrafo aparte merecen los diputados peronistas y radicales que se sumaron al corifeo de anticooperativistas. Son herederos ideológicos de quienes, históricamente, pusieron palos en la rueda al movimiento solidario pampeano. Extraña que aún así hayan llegado a cobrar un sueldo como representantes de un pueblo como el pampeano que tiene en el credo cooperativista uno de sus mandatos fundamentales. Su elección es, tal vez, la mejor prueba que los pampeanos vivimos en una provincia harto generosa. (LVS)

 


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