Nuevo respaldo de la ONU a Argentina

Un gran triunfo diplomático y político se anotó Argentina en la ONU al acordarse una propuesta para que la Asamblea General trate un marco jurídico que regule las reestructuraciones de deudas soberanas. La iniciativa había sido impulsada por nuestro país a partir de los obstáculos que encontró para afrontar el pago de su deuda externa ante el ataque de los fondos buitres y sus exigencias desmesuradas que fueron avaladas por la justicia norteamericana.
La presentación argentina, realizada el año pasado, había contado con el respaldo del G77 más China y se materializó en la creación de un comité para tratar tan importante cuestión. Una aplastante mayoría de 124 países respaldó la medida y solo 16 se opusieron. Entre estos últimos figuraron EE.UU. y Gran Bretaña en cuyos tribunales se decide hoy la suerte de casi todas las reestructuraciones de deuda del mundo.
Ahora, el comité ad hoc finalizó sus debates y propondrá ante la Asamblea General de la ONU la puesta en marcha de una novedosa herramienta jurídica basada en nueve principios básicos. El nuevo instrumento debería funcionar de manera análoga a como lo hacen las leyes de quiebra en el interior de cada país. Hoy no existe un marco jurídico internacional, y ese vacío es el que permite que prosperen las maniobras de los poderosos fondos especulativos y las sentencias de tribunales extranjeros a los que deben someterse los países endeudados.
El premio Nóbel de Economía, Joseph Stiglitz dio su decidido apoyo a esta iniciativa y sostuvo que la ONU es un ámbito mucho más adecuado y democrático que el FMI para tratarla. Un solo dato es muy revelador: siete países que se oponen a este acuerdo y pretenden que el FMI siga comandando las operaciones de deuda tienen casi el 50 por ciento de los votos en ese organismo financiero. Stiglitz dijo también que hoy las negociaciones de deuda soberanas son "ineficientes e inequitativas" y se manifestó de total acuerdo en crear un marco regulatorio internacional.
Uno de los aspectos fundamentales contemplados en este acuerdo está referido al restablecimiento de la inmunidad soberana. Hoy son muchos los países que, asfixiados por el peso de su deuda externa, se ven obligados a someterse a legislaciones extranjeras al momento de emitir títulos de deuda. Además de limitarse la capacidad de acción de los usureros internacionales se busca aumentar la transparencia, la imparcialidad y el tratamiento igualitario de los acreedores. También que las reestructuraciones sean sustentables para los países endeudados y que no lleguen a los extremos de asfixia a que hoy son sometidos en virtud de su débil situación negociadora.
La visión catastrofista de los economistas ortodoxos y la derecha neoliberal recibió con esta noticia un duro revés. No solo porque eran fervientes partidarios de pagarle a los fondos buitre sin chistar y todo lo que reclamaban sin oponer resistencia, sino porque insistían en que Argentina estaba "aislada del mundo". Hoy nuestro país no solo está recibiendo un respaldo contundente de la comunidad internacional sino, además, demuestra que se halla entre las naciones que lideran procesos de cambio global en materia de relaciones internacionales.